Así lo asegura Nicolás Viso, alcalde de Bagà. En este sentido, Viso remarca que, por primera vez, «tras hablar durante muchos años, se materializará en realidad aquello que hasta ahora sólo estaba marcado al papel». De hecho, esta iniciativa s´engloba dentro del proyecto de integración de Coll de Pal en el dominio esquiable de La Molina, que vendrá precedido por la construcción de un aparcamiento y de un nuevo edificio de servicios de dos plantas a pie de pistas. Este edificio se deberá construir en dos fases, porque como comenta Viso, «las condiciones climáticas, a 2.000 metros de altura, sólo permitirán trabajar poco tiempo, en verano».
En total, Ferrocarriles de la Generalitat invertirá 1.700.000 euros (unos 283 millones de pesetas), y el ministerio de Industria del Gobierno español, medio millón de euros (unos 83 millones de pesetas), a través del plan Miner, pensado para la reactivación económica de las antiguas zonas mineras. Nicolás Viso confía, además, que «este plan aporte medio millón más en concepto de la segunda fase de construcción del edificio de servicios» y adelanta que «el consistorio está intentando atar al máximo esta financiación». Asimismo, el alcalde de Bagà añade que la consecución global de esta obra «no sólo será positiva para este municipio, sino también para toda la comarca» y que «el ritmo del proyecto permite constatar que se irá materializando a lo largo de esta legislatura».
Actualmente, están parte de los permisos ya firmados, el Ayuntamiento de Bagà ha conseguido una gran mayoría de las autorizaciones necesarias para construir estos equipamientos, y ha adjudicado también el plan especial para regular urbanísticamente toda la zona. De esta manera, Nicolás Viso destaca que «en este perímetro no se construirá nada que no esté dentro del proyecto de conexión con la Molina».
El objetivo global de esta iniciativa es que la estación de Coll de Pal se convierta un parque de nieve en invierno, con espacio para esquiadores noveles y personas paseando en raqueta o trineo, gracias en parte a los futuros cañones, que deben fabricar la suficiente nieve artificial para garantizar el funcionamiento de las pistas, y, sobre todo, para permitir un acceso directo a La Molina, sin necesidad de pasar por el túnel del Cadí.
Pero a pesar de todo, en épocas de buen tiempo, como primavera y verano, la estación quiere ser un espacio de actividades deportivas y de aventura, en contacto directo con la naturaleza. «Y así se reactivará el turismo en pistas de Pal y en toda la comarca», según explica el alcalde baganès.
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