En algunas estaciones se ha dado el caso de que las aseguradoras que cubren los riesgos de accidentes no quieren hacerse cargo de las ampliaciones de campaña porque algunos usuarios han reclamado contra las instalaciones por lesionarse debido a que las pistas no se encuentran en condiciones adecuadas para la práctica del deporte.
Estas opiniones vienen a jugar en contra de los deseos de los hosteleros que pretendían paliar así las pérdidas provocadas por la falta de nieve en las estaciones durante el inicio de la campaña, una falta de nieve que se ha traducido, tal y como reconocían días atrás los responsables de las estaciones de Valgrande y San Isidro, en una caída de las cifras de visitantes foráneos en los centros de deporte invernal y, por tanto, en una reducción de la ocupación en los hoteles de las Cuencas más vinculados a los deportes de nieve.
Esquiadores veteranos y aficionados que llevan practicando el deporte del esquí desde hace decenas de años señalan también esa dificultad que entraña la «nieve de primavera» para la práctica del esquí y el snowboard. Algunos recuerdan a modo de ejemplo que «en Pirineos hay estaciones que cierran pese a que siguen teniendo nieve, precisamente para evitar que se produzcan accidentes entre los aficionados, ya que la nieve no está en condiciones». De una u otra forma, parece que la última palabra la tendrá la meteorología y no falta quien dice, como un hostelero, que «si los inviernos vienen con altas temperaturas igual la primavera llega con bajas temperaturas y la nieve no está mal».
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