Esperanza en las estaciones escocesas

La pasada temporada fue una de las peores para las estaciones de esquí de Escocia, con el cuarto invierno más suave en 90 años, tiempo que hace que se toman datos estadísticos meteorológicos en el país. Pero las primeras nieves caídas en octubre, prometen una temporada de esquí muy diferente a las vividas los últimos años, al menos así lo esperan desde Cairgorm, una de las estaciones escocesas que mas ha surfrido campañas con escasez de nevadas.

La industria del esquí es relativamente pequeña en Escocia si la comparamos al resto de montañas europeas y norteamericanas, y han tenido que luchar con una década de inviernos relativamente cálidos. Los gestores de las estaciones calificaron la temporada del año pasado como la peor desde 1992, con poca nieve en las pistas y fuertes vientos llevándose la poca nieve que caía.

En Escocia existen cinco estaciones de esquí: Cairngorm, Glencoe, Glenshee, Nevis Range y The Lecht. El más grande y más conocido es Glenshee, con 36 pistas y 26 remontes, mientras que el más pequeño es The Lecht, con 17 pistas y 12 remontes.

Estas cinco estaciones de esquí han experimentado una disminución substancial del número de visitas de aficionados al esquí y el snowboard desde finales de los '80 y principios de los 90. En Cairngorm y Glenshee, las estaciones más grandes, la reducción ha sido dramática. Las dos estaciones vendieron 348.000 y 166.000 forfaits respectivamente en 1986, pero durante la temporada 05-06, una de las mejores de los últimos años, esas ventas se quedaron en 55.200 y 42.460 forfaits respectivamente.

Aunque en Escocia ha nevado menos en las últimas temporadas, la causa principal se ha dado sin ninguna duda a la explosión de los vuelos de bajo coste, que de repente, acercaron al aficionado británico a las mejores estaciones de los Alpes, a la misma distancia en tiempo que las que tenian a las montañas de Escocia, algo que sin ninguna duda tambien pasará en nuestro país.