Las lluvias torrenciales caídas en días recientes en la parte norte de Suiza, ha provocado grandes daños y ha desbordado muchas partes del río Rhin, aunque los niveles ya están bajando rápidamente. Aún así, en Basilea se tuvieron que evacuar centenares de personas al ver que el río amenazaba con romper los muros de contención, y de hecho, estuvo a tan solo 2 centímetros de hacerlos caer.
Pero lo que en las ciudades y partes bajas de Suiza se convirtió en una pesadilla, en las montañas se convirtió en un maná, dejando grandes cantidades de nieve para la época. Saas-Fee por ejemplo, recibió cerca de medio metro de nieve en su glaciar,en incluso llegó a cuajar en su base. Fuertes vientos impidió abrir la estación el viernes, pero el sábado ya se pudieron abrir con normalidad, con un fin de semana soleado, “El conjunto del área esquiable de verano está abierto, y muy buenas condiciones de nieve polvo en el glaciar”, según informaba Katharina Schnoor desde la oficina de turismo.
Otra estación que también ha recibido su buena cantidad del elemento blanco, es Zermatt y el glaciar de Tignes en Francia, donde el glaciar de la Grande Motte, está abierto para el esquí de verano tras recibir algo de nieve nueva.
Cara y cruz del temporal en Suiza
Las últimas tormentas de precipitaciones en Suiza, han causado daños por varios millones de euros, pero por otro lado, han llenado de nieve varias estaciones de esquí que siguen abiertas en verano.