
Promovida como la "Suiza del Sur" por los profesionales del turismo, el pequeño reino enclavado dentro de la República de Sudafrica, es uno de los países más pobres en el mundo, con una mayoría de su población que depende de una agricultura de subsistencia además de uno de los índices más altos de sida entre su población.
Los 200 rands (21 euros) que cuestan una hora de estación de esquí es mucho mas del presupuesto mensual de la mayoría de sus ciudadanos, dónde el salario medio es inferior a 1.000 dólares al año. Pero el turismo aportó una bocanada de aire a la economía del país. "La inmensa mayoría de nuestros clientes vienen de Gauteng (la región más poblada de Sudafrica, en donde están las ciudades de Pretoria y Johannesburgo)" afirma el director del centro.

Para algunos de estos aficionados, la estación se encuentra a 'tan solo' cuatro horas de coche desde Pretoria, pasando de grandes estepas a montaña nevadas en pocas horas. "Lo mas bello es que esto está en mitad de ninguna parte, no como en Europa. Esto es África", afirman algunos de los clientes de la pista de Afriski, la cual recibió la aprobación del Rey Letsie III, que además le dio nombre a una competición de esquí anual.
En cuanto al director de la escuela de esquí, está encantado de que los africanos puedan apreciar el esquí y a menudo algunos de los habitantes de Lesotho les dicen que, "no podíamos creerlo cuando la gente nos decía que había una estación de esquí en Lesotho!". De hecho, según el director del centro, Esplin, las laderas de la montaña ya fueron usadas para deslizarse durante los años 70, porque la región es conocida por sus precipitaciones anuales de nieve. Por eso, aficionados austriacos y sudafricanos idearon construir allí la estación de esquí.
Si el proyecto funciona, tratarán de complementar las instalaciones con un spa y un centro de alto rendimiento en altura para atletas y ciclistas... y para los menos propensos al esquí, siempre quedará la pesca de trucha en el río Motete!!.
