La no renovación del contrato está directamente unida con el conflicto entre Ensisa (sociedad que explota Soldeu-el Tarter) y Casa Molines por el proyecto El Tarter 1710. Dentro del acuerdo verbal entre las dos sociedades, por el cual Casa Molines construía una urbanización en el terreno principal del aparcamiento, también se incluía la renovación por dos años del contrato de alquiler de la zona de parking entre la carretera general y el río.
Ensisa rechazó finalmente el proyecto El Tarter 1710. Esta decisión tiene de entrada dos consecuencias: la primera es que el terreno principal se mantendrá como hasta ahora, destinado al aparcamiento a pie de pistas y en la zona del telecabina. La segunda en el hecho que Casa Molines ha decidido no renovar el contrato de alquiler del terreno más pequeño que se encuentra en la entrada, cuyo contrato finalizaba el 31 de julio.
La alternativa para la estación de esquí pasa por un terreno en el Prat d'El Gastó
Ensisa dispone de un terreno, que alquiló por 10 años, en el Prat d' El Gastó que podría ser utilizado como aparcamiento, que compense la pérdida de plazas tras la no renovación del contrato, que se encuentra unos cien metros más abajo del terreno que Casa Molines no ha vuelto a alquilar. El problema está en como conectar este terreno con las pistas de El Tarter. Hasta ahora, pese a que ya estaba alquilado, no se usaba. Una segunda alternativa consiste en llegar a un acuerdo de alquiler con el terreno que está al detrás del entoldado de un hotel de El Tarter. Por ahora, Ensisa se encuentra negociando con el propietario y todavía no se ha cerrado el acuerdo.
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