IU-Aragón ha presentado una proposición no de ley en la que insta al Gobierno de Aragón a "no autorizar ningún nuevo proyecto de urbanización en ninguno de los municipios de montaña que no cuente con el correspondiente Plan General de Ordenación Urbana". El portavoz de IU-Aragón, Adolfo Barrena, ha denunciado que el proyecto que quiere desarrollar Aramón es, a su juicio, "un ejemplo de desarrollo insostenible, depredador de recursos naturales, consumidor de espacios y claramente agresivo para las zonas de montaña".
Según indican desde IU, Aramón pretende la construcción de 2.300 viviendas, 3.500 plazas hoteleras, tres campos de golf y una serie de infraestructuras y grandes aparcamientos vinculadas a la práctica del esquí. Todo ello requerirá actuar sobre más de 42 hectáreas, añaden, de forma que "supera la ocupación de terreno prevista en el Avance del Plan General de Ordenación Urbana de Montanuy", lo que implica que "antes de tener elaborado el PGOU ya será necesario modificarlo para incrementar la superficie ocupable".
El proyecto que Aramón quiere desarrollar en Castanesa, es a juicio de Barrena, "disparatado". Por ello, Izquierda Unida ha presentado una iniciativa para su debate en la Comisión de Ordenación del Territorio, en cuanto se reanude la actividad parlamentaria exige que los representantes del Gobierno de Aragón en el Consejo de Administración de Aramón "paralicen cualquier proyecto de urbanización en Castanesa que supere las previsiones del Avance del PGOU de Montanuy", así como la paralización de cualquier proyecto urbanístico que no esté conforme con los PGOU de los municipios.
Barrena critica la presión urbanística que sufren determinadas zonas del Pirineo aragonés en lo que ha denominado "benidormización de la montaña". Además, el portavoz ha apuntado que no existe una Ley de la Montaña y "no se tomó en consideración la iniciativa legislativa popular que, con el respaldo de más de 30.000 firmas, pretendía dotar a las zonas de montaña de un desarrollo sostenible".
A juicio del diputado de IU, las directrices parciales de Ordenación del Territorio se demuestran "incapaces de frenar los desarrollos urbanísticos que llenan los valles y espacios de montaña". Para Izquierda Unida, se trata de promociones de "segundas residencias que no fijan población ni actividad económica, crean graves problemas ambientales y contribuyen al deterioro del paisaje".
Barrena insiste en que , de forma que obligan a su modificación.
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