Divertidas jornadas blancas durante las cuales no deberás perder ni un ápice de tu estilo personal. Para ello, busca el traje de esquiar más favorecedor y olvídate de parecer el hombre de las nieves cargada de prendas que lo único que conseguirán es hacerte parecer el doble de grande.
Para combatir las bajas temperaturas lo mejor son tejidos gruesos que te aíslen del frío pero que, a la vez, sean ligeros y permitan libertad de movimiento. Las chaquetas de plumas son una buena elección. El blanco es un color ultrafemenino que, además, sienta de maravilla cuando el paisaje que te rodea es una inmensa manta de nieve. El estilo british que ha vuelto a poner de moda los cuadros ingleses llega también a los plumones: cuadros en tonos fucsias y turquesas que endulzarán y pondrán una nota de color a tu vestuario.
Si lo tuyo son los chalecos, los tienes también en infinidad de colores. El rojo, por ejemplo, favorece a las pieles morenas, y para las más claritas, el azul pastel sienta genial.
Los descansos son otro complemento imprescindible para pisar sobre seguro. Esta temporada se renuevan con diseños y estampados que completan un look deportivo y muy cool. El estampado militar está de moda, igual que el color plata ¿Qué te parece calzarte unos descansos en plata brillante
? Seguro que no pasarán desapercibidos y lo mejor es que combinan con todo. Por otro lado, las últimas tendencias para que afrontes el frío invernal con modelos femeninos de última generación nos deja una imagen muy chica Bond, es decir, acudir a las pistas con ropa totalmente ajustada para afrontar una peligrosa misión en la cumbre más escarpada.
Pero unos días en la nieve dan para mucho más y así, cuando te alejas de las pistas de esquí, la ropa debe seguir estando adaptada al clima y al entorno.
Las cenas y las copas posteriores junto a la chimenea deben ser sensuales y cálidas. Lo mejor es combinar el plumón o chaleco y los descansos que lleves con faldas de pana y medias gruesas o leotardos. Si añades un gorrito de lana en vivos colores completarás un vestuario deportivo, cómodo y muy actual. Las más sexys, se decantarán por jerseys de lana gruesa en atractivos colores que dejen al descubierto uno de tus hombros o que se aten a un lado de la cintura con un romántico lazo.
El secreto contra el frío
Más allá de la moda, para evitar pasar frío o asfixiarse con ropa muy abrigada, lo que hacen los esquiadores expertos es vestirse por capas para poder adaptarse a los cambios de temperatura: ropa interior, capa central y capa exterior.
La primera capa, en contacto directo con la piel, debe absorber la transpiración y mantener el cuerpo seco y caliente. Lo ideal es utilizar una camiseta de algún material sintético. La capa intermedia (jersey, forro polar, etc.) debe abrigarnos y aislarnos del frío manteniendo la temperatura corporal. La capa exterior (anorak, pantalones, mono, etc.,) debe ser impermeable pero permitir la transpiración. Los guantes deben ser impermeables y buenos para evitar que las manos se congelen y se llenen de heridas con las caídas. Además, deben permitir la flexibilidad de los dedos y ajustarse bien a la muñeca para evitar que entre nieve. El gore-tex es el material más común tanto para ésta como para las demás prendas, ya que permite la transpiración y evita la entrada de humedad.
En cuanto a los calcetines, es conveniente que sean finos y se ajusten al pie como unas medias ya que si son muy gruesos nos darán demasiado calor. Procura llevar también un gorro o una banda elástica de punto para sujetar el pelo y mantener las orejas calientes.
Por último, es indispensable el uso de unas buenas gafas para proteger tus ojos y la piel de los efectos del frío, el viento y la luz solar en la nieve (que se refleja un 80% más que en la playa).
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