Ayer se comenzaron a extender las aproximadamente 2.500 toneladas de aglomerado que conformarán el firme del acceso. Ahora, tan sólo resta instalar la barrera de seguridad y los postes de nieve, mobiliario que se construirá íntegramente en madera con el fin de paliar cualquier impacto medioambiental. Pero si algo destaca en esta obra es que no ha quedado a la vista ni un sólo metro cuadrado de hormigón. Dragados ha chapeado con piedra todas las cunetas y las bajantes se han hecho con escollera de piedra para integrarlas en el paisaje.
Los acabados en piedra y la madera no serán las únicas medidas medioambientales adoptadas en la obra. Además, la empresa sembrará todos los taludes y en el momento en el que se finalicen los trabajos se realizará una ambiciosa plantación de árboles autóctonos en todos los lugares afectados por los trabajos y sus alrededores. Dichas plantaciones arbóreas se realizarán según el estudio de impacto ambiental aprobado antes ya de iniciar los trabajos.
Aunque no se puede considerar una medida ambiental, sino puramente estética, otra de las actuaciones originales en la estación ha sido el coloreado del hormigón utilizado en los aparcamientos, cuyo acabado es de un rojo pálido. Según los arquitectos, ese color, unido al negro del aglomerado y al blanco de la nieve crearán un efecto muy original.
La empresa está también a punto de finalizar las obras en la intersección del acceso a la estación con la carretera AS-253 que une Asturias y León por el alto de San Isidro. Unos trabajos que han aumentado la visibilidad en el cruce. Además, Dragados instalará mallas de triple torsión de protección en todos los taludes antes de que termine este mes.
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