El acusado explicó ayer por la tarde ante los magistrados el modus operandi que utilizaba para quedarse, en unas nueve ocasiones, los pagos en efectivo que llevaba a cabo un tour operator que llevaba grupos de turistas a esquiar a la estación. El responsable de la central de reservas indicó que este cliente anunciaba por fax la llegada de un grupo y pedía el correspondiente número de forfaits y que el mismo tomaba nota de la petición y se dirigía a las cajas para solicitar la emisión de los forfaits.
El paso siguiente era ocuparse de pedir a la jefa de cajeras que le diese el sobre con els dinero con els que el tour operator había abonado la compra de forfaits. Una vez tenía el dinero, en lugar de ingresarlo en el banco se lo quedaba. En ocasiones todo lo que pagaba el cliente y en otras una parte, según manifestó. En caso de que se quedase una parte, el acusado indicó que hacía una factura para el cliente donde figuraba el 100% de lo que había abonado y una segunda donde rebajaba el importe hasta la cifra que ingresaba en el banco.
El procesado, J.L.B.M., de 37 años y nacido en Barcelona, señaló que la operación era posible porque la mayoría de grupos entran mediante reserva prévia por El Tarter y este lo hacía por Soldeu. Y porque el resto de tour operators pagan con cheque o transferencia y este lo hacía en efectivo; además, no figuraba en la contabilidad como cliente de la estación, sinó que estaba incluyendo dentro del apartado de varios.
La fiscal pidió dos años de prisión, una parte condicional, y 3.000 euros de multa al considerar al imputado culpable de apropiarse de los 94.000 euros que ha reconocido. El letrado de Ensisa insistió que el total defraudado corresponde a 168.000 euros, que es el importe de las operaciones que el operador turístico, que la sociedad desconocía que fuese cliente, ha hecho durante este tiempo. Y añadió que el procesado es autor de un delito de falsedad por haber emitido las facturas que no corresponden a las reales que hacía Ensisa. Por todo eso, el abogado de la sociedad pidió que la prisión condicional quede sometida a la obligación de indemnizar a Ensisa en un término de tres años.
La defensa insistió que se tuviera en cuenta de que el procesado tenía una hija con una enfermedad, daba dinero cada mes a los padres y tenía que pagar la pensión de los hijos y la mujer. Y añadió que lo máxim que Ensisa puede reclamar son los 145.000 euros que figuran en el auto de procesamiento y pidió 18 meses condicionales, con la parte firme hecha desde diciembre, además de remarcar que es irrealizable que en tres años pueda abonar el dinero de los cuales se apropió indebidamente.
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