Adelpa recuerda que en la última asamblea general de la asociación se aprobó el llamado Manifiesto del Pirineo , en el que se apuesta por "apoyar decididamente los proyectos de desarrollo en el Pirineo aragonés", entre los que se valoran, preferentemente, aquellos que "asocian el desarrollo al entorno de los núcleos de población existentes" y los que priman "las actividades ligadas al sector de la nieve que generen mayores oportunidades de empleo estable y de calidad".
GRUPOS ECOLOGISTAS
La intervención de la asociación local se produce en medio del cruce de acusaciones y declaraciones que se ha producido esta semana, a raíz de las denuncias lanzadas por la plataforma sobre el agravamiento de las grietas y los deslizamientos aparecidos en la estación de Formigal.
Sin aludir directamente a los grupos ecologistas, Adelpa recuerda que la iniciativa de desarrollo en la zona corresponde "al territorio del Pirineo, a su gente y, en su representación, a sus ayuntamientos", y que la opinión de "determinados colectivos" no debe "prevalecer sobre los legítimos representantes del territorio".
DESARROLLO EQUILIBRADO
La Asociación mantiene que el objetivo es "buscar un desarrollo equilibrado y sostenible", pero reconoce que "las obras de cualquier tipo son doblemente complicadas en una zona de montaña especialmente sensible, como es el Pirineo" y que, precisamente por ello, "determinadas incidencias son inevitables".
Al tiempo que insiste en que "no se puede renunciar al desarrollo de un territorio, permitiendo su abandono total", advierte, sin aludir tampoco de forma directa al proyecto de Formigal, del control que se debe ejercer sobre las obras en determinadas zonas: "Se trata simplemente de hacer las cosas de forma compatible y respetuosa, tanto con el entorno como con la propia normativa" medioambiental. "Las entidades locales del Pirineo son las primeras interesadas en una ejecución sostenible de cualquier tipo de infraestructura y ésta es una reivindicación del territorio, pero sin renunciar al desarrollo y la calidad de vida de sus habitantes, como derecho fundamental", concluye el comunicado.
La postura de las entidades locales fue respaldada el jueves por el consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Alfredo Boné, quien apostó por "fijar la atención en quien está a favor de todos estos proyectos de desarrollo, como Adelpa", asociación que, a su juicio, "debería tener un eco diez mil veces superior a una plataforma de seis u ocho personas", en alusión al grupo ecologista que ha elevado la queja ante Bruselas por la afección medioambiental del proyecto.
La denuncia se basa, según la plataforma, en que "la legislación europea indica que sólo podrán realizarse proyectos que afecten a espacios naturales de la Red Natura 2000 si hay un interés público prioritario, relacionado con la salud o la seguridad".
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