Sin embargo, y pese a que el temporal dejó ayer bajo mínimos la actividad en ambas instalaciones, las actuales condiciones meteorológicas podrían alargar esta histórica temporada en la cornisa cantábrica, cuando buena parte de las principales estaciones españolas ya han cerrado.
La adversa meteorología mantuvo cerrada durante toda la jornada de ayer la estación invernal de Valgrande-Pajares, que por la mañana presentaba una temperatura de 3,5 grados bajo cero, cielo cubierto y abundante niebla. Además, se produjeron precipitaciones moderadas en forma de nieve y sopló un fuerte viento del Norte. El acceso por carretera a la estación durante las primeras horas del día precisaba del uso de cadenas.
San Isidro también sufrió las consecuencias del temporal, aunque a media mañana pudo abrir el telesilla número dos de Cebolledo para dar acceso a una pista azul. La temperatura al mediodía era de dos grados bajo cero, con cielo cubierto y fuertes rachas de viento. Los espesores de nieve se sitúan entre los 40 y 140 centímetros.
En Cantabria, Alto Campoo abrió ayer 1,2 kilómetros esquiables repartidos en dos pistas.
Permanecieron en funcionamiento dos remontes mecánicos. Los espesores de nieve en la estación van de 60 a 115 centímetros. Las condiciones meteorológicas fueron adversas, con cielo cubierto, escasa visibilidad y temperaturas en torno a los tres grados bajo cero.
Leitariegos permaneció cerrada a la espera de que la nieve que ayer caía permitiese la reapertura de la estación.
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