Según informó el gerente y miembro de la familia propietaria, Josep Miquel Mesegué, durante el encuentro entre las dos partes se trató sobre cómo “regularizar la situación” y con el objetivo de hallar soluciones.
Mesegué indicó que una de las propuestas que han planteado al ICF, banco público de la Generalitat, es alargar el plazo de amortización, es decir, el plazo para retornar el crédito pasando de los 15 años estipulados a los 30.
Según Mesegué, fijar el plazo de retorno en 30 años “sería la fórmula correcta, para no ahogar a la empresa”.
Sobre la posibilidad de que la Generalitat pueda entrar en el accionariado al cambiar deuda por acciones, Mesegué no se mostró contrario siempre que “sea de forma justa”.
Por su parte, el subdelegado del Govern para el Pirineo, Víctor Orrit, recordó que los propietarios de la estación ya han recibido requerimientos por parte del ICF para abonar cantidades pendientes y señaló que si no saldan la deuda el citado organismo podría acudir al juez al igual que se hizo con la situación de Espot Esquí.
El presidente del Consell Comarcal del Pallars Sobirà, Àngel Guiu, se mostró contundente en esta cuestión y dijo que se debe evitar de todas maneras que la actividad de nieve en la comarca no desaparezca y pidió a la administración que sea receptiva en este tema y garantice la continuidad de la estación. Guiu dijo que si los actuales propietarios no pueden hacer frente a las deudas se podría plantear una gestión público-privada para garantizar la práctica del deporte blanco en la comarca.
El presidente comarcal justificó la continuidad de la empresa haciendo referencia a los puestos de trabajo que genera. Port Ainé genera unos 200 puestos de trabajo directos más los monitores empleados y Espot otros tantos, dijo.
Guiu señaló que entre las dos estaciones deben generar unos 500 puestos de trabajo directo a los que se debe añadir los que generan las actividades económicas que dependen del turismo de invierno. El diputado provincial, Lluís Segalàs, se mostró preocupado por cómo puede evolucionar esta situación y ante todo pidió sentido de responsabilidad y apeló a la sensibilidad al ICF. Segalàs quiso dejar claro que las empresas han de afrontar las deudas que tengan y recordó la voluntad de negociar por parte de la estación de esquí.
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