En su intervención, Fernández Carriedo aseguró que la Junta «no aprecia incompatibilidad ambiental previa» y que «ya ha iniciado los trámites necesarios» para la modificación de los Planes de Ordenación de los Recursos Naturales del espacio protegido de Fuentes Carrionas «para que un posible proyecto de estación de esquí pudiera ser evaluado ambientalmente», ya que actualmente no es posible.
Con ello se busca, dijo, favorecer el desarrollo socioeconómico de los espacios naturales, cumplir una resolución aprobada por las propias Cortes de Castilla y León en este sentido, respetar el consenso de la mayoría de los municipios de León y Palencia afectados y, añadió, otorgar a la declaración de impacto ambiental el valor que tiene como instrumento garante de la compatibilidad del proyecto.
El consejero de Medio Ambiente evitó referirse a alguna iniciativa en concreto, aunque reconoció que «diversos grupos se han dirigido a la Consejería para interesarse sobre los trámites ambientales que serían exigibles». Fernández Carriedo apuntó que la Comunidad «tiene una gran oportunidad para atraer proyectos de inversión» y que «la Montaña Cantábrica de Castilla y León puede y debe beneficiarse de este proceso».
En este sentido, ofreció «un amplio diálogo y la máxima voluntad de consenso» y mostró su satisfacción por el «apoyo de todos los grupos políticos» a la Junta. Sin embargo, recordó que recientemente la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, en respuesta a la pregunta de un diputado en el Congreso sobre la estación de esquí de San Glorio, dijo que «la opinión del Ministerio es negativa» por afectar a flora y fauna de espacios protegidos y que «mantendrá dicha opinión en el marco de sus competencias».
La procuradora socialista Inmaculada Larrauri, al igual que el del Grupo Mixto, Joaquín Otero, subrayó los problemas de despoblación y de envejecimiento en las zonas de León y Palencia a las que afectaría el proyecto y pidió a la Junta que «que se implique» y emita un informe de viabilidad de la estación de esquí para generar confianza en la iniciativa privada. Larrauri reclamó, además, que sea la Junta la que coordine el proyecto y que elabore «un plan complementario», con normas y medidas urbanísticas, turísticas y de apoyo a las empresas familiares.
Otero reclamo urgencia en los pasos necesarios para que el proyecto salga adelante y criticó que la Junta lo único que ha hecho desde antes del año 1995, cuando ya se hablaba de la estación de esquí, «ha sido echar balones fuera y desentenderse». En sus turnos, Otero resaltó la necesidad de que salga adelante el proyecto. «Estación de esquí o nos morimos», aseguró.
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