¿Por qué? El presidente de la Federación Española (RFEDI), Eduardo Roldán, no pinta un paisaje tan pesimista a pesar de que España está sin equipo sénior masculino y sólo hay dos componentes en el femenino, Mª. José Rienda y Carolina Ruiz.
“Para conseguir un producto de alta competición se requiere una preparación desde la base y una elaboración larga. En Japón igual tienen diez millones de esquiadores y todos los medios, pero no tienen a nadie en la elite. Son las circunstancias de cada país. Francia ya no es la potencia de antes. En este ir y venir, hemos tenido poco brillo, pero estamos en la media. Hay un montón de países que no tienen a nadie. Estamos haciendo lo que debemos para tener más esquiadores de primera línea”, dice Roldán.
Plan de tecnificación
Alude al plan de tecnificación de la RFEDI y las federaciones autonómicas con el apoyo del CSD. Siete chicos –Edgar Fenoy, Guillem Capdevila, Iñaki Martínez, Fèlix Aznar, Ferran Terra, Diego Jiménez y Pol de la Cuesta– y seis chicas –Andrea Casasnovas, Mireia Tomàs, Marta Palau, Leyre Morlans, Mireia Clemente y Raquel García– forman la selección juvenil actual, la base a partir de la cual debe salir el relevo. “El fruto tiene que salir después de Turín'2006 para intentar ser una potencia en Vancouver'2010”, sostiene Roldán, que cifra en 1,2 millones de euros el presupuesto de 2005 para el esquí alpino.
“No todos los días sale gente como Rienda”, avisa Blanca Fernández Ochoa. “Hay que encontrarla, formarla y cuidarla. La Federación tiene que poner todo porque, cuanta más cantera, más posibilidades. Tampoco somos un país alpino como Austria o Suiza. En mi época, sólo en el Valle suizo de Sión tenían una base de más de 50.000 niños y nosotros éramos 40 en promesas. Son cifras escalofriantes”, apunta.
La dureza del esquí o la falta de cultura competitiva en esquí son otros factores de esta escasez. Y Mauro Pini lamenta que “se perdieron 5 años” a finales de los 90. “Se rompió la cadena”. Rienda es el nuevo hilo conductor.
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