En la cordillera de los Pirineos, por ejemplo, se están levantando varios complejos residenciales asociados a los resort de montaña, denominación utilizada para designar a centros de ocio que se construyen cerca de una estación de esquí, y que conjugan diferentes actividades –golf, patinaje, baños termales, centros comerciales– durante todo el año.
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Panticosa Resort es un ejemplo de este nuevo modelo de negocio. Construido a partir del antiguo balneario, cuenta con una estación de esquí de fondo y una pequeña infraestructura hotelera. Además, en un futuro próximo, desarrollará varios hoteles de cuatro y cinco estrellas, un casino-teatro, un palacio termal, un campo de golf, restaurantes y un centro de ocio.
La empresa Nozar, propietaria del resort, ha aprovechado la incipiente oferta turística de la zona para construir una promoción de viviendas a unos 20 kilómetros de Panticosa, junto al campo de golf. Por el momento, se están construyendo 210, y seis meses después de ponerlas a la venta, se ha vendido el 95%.
Fadesa también está a punto de finalizar el Residencial Lomas de Badaguás, con 800 casas, un campo de golf y un área comercial. La compañía ha aprovechado la cercanía de las estaciones de Astún y Formigal para atraer a la demanda de viviendas secundarias. Una auténtica «oportunidad de negocio que irá a más, puesto que arrojan una alta rentabilidad», dicen desde la promotora.
En el Pirineo leridano se encuentra Boi Taull Resort, en desarrollo, y Vallfosca Mountain Resort, que prevé la construcción de una gran estación de esquí, una zona lúdico-deportiva (con golf, patinaje sobre hielo, centro de relajación, escuelas deportivas...), otra hotelera y comercial con capacidad para 2.300 personas, y una residencial que tendrá 962 viviendas.
El proyecto «busca la rentabilidad, no en cuatro meses, sino durante todo el año», apunta Joan Sala, director general de Vallfosca Interllacs, la empresa promotora. Para ello, el complejo residencial está situado al lado de los pueblos existentes, buscando la integración con el territorio. «La inversión en este proyecto es tan grande que sólo sería rentable si funcionara todo el año»
En una primera fase, los costes de las obras alcanzarán casi los 100 millones de euros. Vallfosca Mountain Resort ha previsto que, del total de los ingresos que tendrá el complejo, la venta de viviendas en la zona residencial representará el 41% y la ocupación de los hoteles y apartamentos turísticos representará el 42%.
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