El estudio de impacto medioambiental, que se ha presentado hoy en Oviedo junto con el proyecto del futuro complejo deportivo, incorpora severas medidas correctoras para que la construcción de la estación no ocasione daños irreversibles en el medio ambiente. Según confirmó el director general de Deportes, Daniel Gutiérrez Granda, el Principado ha tenido «especial cuidado» para planificar los remontes y las pistas, los equipamientos que a priori serán más lesivos con los recursos naturales.
El Gobierno regional ha tardado meses en elaborar este estudio para garantizar que Fuentes de Invierno se convierta «en la estación de esquí del país que más respete el medio ambiente», explicó Granda. Para garantizar la plena integración del complejo en el medio natural, el proyecto incluye un plan de restauración en las zonas donde se realicen los principales movimientos de tierra, que incorpora la revegetación de algunas especies. «Los puntos que cuentan con especies autóctonas no van a tocarse. Se cuidará especialmente el ecosistema», matizó. Las medidas correctoras se aplicarán paralelamente al desarrollo de las obras.
Según ratificó Granda, el estudio es menos específico con la fauna «porque no hay constancia de que la zona cuente con animales que requieran una especial protección», puntualizó. Este argumento del Principado choca con la versión de los ecologistas, que defienden la existencia de osos y urogallos en los límites de la actuación. Se espera que estos colectivos presenten alegaciones durante el mes que el estudio estará en información pública.
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