La lluvia aparece en varios centros invernales

La lluvia, el viento y unas temperaturas más altas de las propias de estas fechas se han convertido en los peores enemigos de las estaciones de esquí. La adversa climatología está condicionando el funcionamiento de los centros invernales que necesitan precipitaciones en forma de nieve que mejoren las condiciones de las pistas. Se prevé la entrada de un frente frío a partir de esta noche y en los primeros días de la semana que viene. La ocupación hotelera también se está resintiendo, y este fin de semana, oscila, según los valles, entre un 40 y un 80 por ciento.

"Es uno de los inviernos más rebeldes que recuerdo, con unos altibajos tremendos, en los que en unas horas pasas de 6 grados bajo cero a 8 sobre cero, lo que impide trabajar y fabricar nieve" comenta el director de Formigal, José María Abós. "El año pasado cerrábamos por temporal, pero éste la nieve llega siempre acompañada de rachas de aire y luego lluvia. Esta mañana (por ayer) ha estado lloviendo desesperadamente, aunque luego a partir del mediodía ha despejado".

En Formigal no funcionó la telecabina y la zona de Tres Hombres permaneció cerrada.

El director de Panticosa, Roberto Morales, también achaca la situación a un "invierno especialmente inestable" y la ausencia de frío que impide contar con el refuerzo de la innivación artificial. Las temperaturas que ayer se registraban en las instalaciones panticutas son un buen ejemplo, 2 grados en la cota 2.200 metros, 4 grados en los 1.900 metros y 5 grados en la población. No obstante, hace un balance positivo de la marcha del centro, "el año pasado cerramos diez días en enero y este mes de momento no hemos abierto dos días, el 2 y el 18".

Astún puso en marcha ayer los remontes a media mañana, ya que a primera hora se lo impidió el viento, circunstancia que restó afluencia de usuarios. "Un sábado de enero como este es para que esquíen unas 5.000 personas, y nos habremos quedado en unas 2.000", reconocía su director, José Manuel Pantoja. "Llevamos toda la temporada funcionando entre oleadas de frío y de calor que nos están perjudicando", añadía. Según José Manuel Pantoja en lo que va de campaña sólo se pueden contabilizar cuatro días "perfectos" para el esquí, con abundante nieve y soleados: la reciente festividad de San Vicente (el jueves pasado), Navidad, Reyes y el 7 de enero.

En el Valle del Aragón algunos hoteleros hablan de una ocupación que ronda el 40 por ciento y otros la sitúan en un 65 por ciento. "Todos sabemos que en enero es muy flojo entre semana, pero un fin de semana como este, con la Navidad ya algo lejos, deberíamos estar al 80 por ciento. El viernes llovió y se han producido anulaciones", indicaba un hotelero de Jaca. Mientras tanto, en el Valle de Tena "la semana hemos estado entre un 30 y 40 por ciento, pero ahora rozamos el 80 por ciento", apuntaban desde la oficina de la Asociación Turística de esta zona. "Para la semana que viene esperamos una mayor presencia de cursillistas y se celebran dos congresos que se van a dejar notar".

En el Valle de Benasque y Cerler la ocupación media está en torno a un 80 por ciento. Los hosteleros de la zona reconocen que no está siendo un fin de semana bueno a causa del viento, la lluvia y las temperaturas, que durante la jornada de ayer, rondaron los 8 grados de máxima. Aunque esperan llenar durante el próximo puente de San Valero al ser fiesta en Zaragoza.

Pajares y San Isidro tambien cierran por lluvia
La lluvia y el fuerte viento de componente oeste obligó ayer a Pajares y San Isidro a cerrar sus instalaciones. Las condiciones de agua, viento y altas temperaturas hacen pensar que hoy las expectativas no serán mucho mejores para la práctica del esquí en el cantábrico.

Las previsiones meteorológicas apuntan a un descenso de temperaturas a partir de mañana que, de cumplirse, permitirán que las dos estaciones recuperen los espesores de nieve que han perdido con la lluvia y el viento de un fin de semana negativo para los esquiadores.