"Había muchísima gente y la afluencia ha sido muy masiva. Ha sido un día espléndido, ojalá hubiera sido así durante toda la Navidad", explicaron ayer desde la estación de Candanchú. Y eso que la privilegiada situación de esta infraestructura les ha permitido abrir durante todas las vacaciones, mientras que otras estaciones han tenido que cerrar algunos días debido a los fuertes vientos. Espesores de hasta 160 centímetros, nieve polvo, 26 kilómetros y un total de 21 remontes abiertos era la oferta de la más veterana de las estaciones altoaragonesas.
Igualmente el director comercial de AAstún, Andrés Pita, declaró que la buena calidad de la nieve y las agradables condiciones climáticas permitieron "un perfecto día de esquí". Así, explicó que unas 6.000 personas disfrutaron del complejo deportivo que ofrecía 29 kilómetros con espesores que alcanzaban hasta los 160 centímetros.
También en el valle de Tena los amantes del deporte blanco pudieron disfrutar de una amplia oferta con 23 kilómetros esquiables, 32 pistas abiertas en Panticosa; y en Formigal, más de 40 kilómetros, 39 pistas abiertas y espesores de hasta 165 centímetros.
Tan sólo Cerler tuvo problemas debido al fuerte viento y abrió parcialmente, por lo que se dio la posibilidad a los usuarios que ya tuvieran el "forfait" de canjearlo para otro día. La estación ofrecía diez kilómetros de pistas en la zona del Ampriú.
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