El norte de la provincia de Huesca registró ayer nuevas precipitaciones de nieve, que en esta ocasión, además de ser intensas como el día anterior, alcanzaron cotas más bajas. El número de tramos carreteros afectados por el temporal aumentó y se precisó el uso de cadenas para circular por diversas comunicaciones de montaña. Gracias a estas nevadas, la estaciones de esquí del Pirineo han incrementado los espesores de sus pistas.
Las precipitaciones de nieve se extendieron ayer a puntos más meridionales de la provincia altoaragonesa, como a la localidad de Arguis, y volvieron a caer con intensidad en los valles pirenaicos, que ofrecen una imagen totalmente invernal. El paisaje blanco de las cabeceras de los valles “se estiró” y alcanzó puntos como Jaca, Biescas o Sabiñánigo, que esta temporada invernal aún no habían recibido ninguna nevada importante.
La jornada fue en general desapacible, a pesar de que en muchas zonas amaneció despejado, incluso con sol. Sin embargo, a media mañana se fue nublando y la nieve acabó haciendo acto de presencia en muchos puntos, donde nevó buena parte de la jornada. En otras cotas, las precipitaciones fueron de agua-nieve o lluvia y, en general, las temperaturas fueron típicamente invernales.
Las abundantes nevadas volvieron a causar algún problema en carreteras de montaña, principalmente de la red secundaria, en la que aumentó el número de vías que precisaban cadenas con respecto a la jornada anterior. Las mismas fueron necesarias, en determinados momentos del día y por lo que respecta a la red estatal, en la N-330, entre Canfranc y Somport; en la N-230, entre Montanuy y el túnel de Viella, y en la N-260, en el puerto de Cotefablo.
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