La promotora del proyecto y el Ayuntamiento de la ciudad edetana firmarán hoy el convenio urbanístico, tras la aprobación en el pleno municipal del mes de marzo. El administrador de Colombine, Phillipe Duffermont, y el director de operaciones, Delfín Marín, se reunirán con el alcalde de la ciudad edetana, Manuel Izquierdo (PP), para estampar su firma y así, posteriormente, enviar a la Conselleria de Territorio y Vivienda el anteproyecto de la urbanización, con el espacio afectado para el complejo.
La aceptación de la declaración de impacto ambiental y la de interés comunitario dará el visto bueno definitivo para comenzar las obras en una antigua cantera situada junto a la prolongación de la autovía de Ademuz. Los responsables de la empresa promotora del complejo estiman que el proceso administrativo durará entre seis y ocho meses.
Posteriormente se configurará el proyecto definitivo y tras la concesión de la licencia de obras el recinto empezará a gestarse. El objetivo es que esté totalmente finalizado dentro de cuatro años, pero anteriormente se irán abriendo los distintos espacios diseñados. El primero que se concluirá será el de las pistas artificiales de esquí, que esperan abrir dentro de dos años.
Posteriormente se iniciarán las obras de un hotel, un auditorio al aire libre para 25.000 personas, un recinto comercial, una bolera profesional, pistas de bobsleigh, minigolf y zonas para senderismo.
La empresa invertirá 60 millones de euros para construir el complejo de ocio, que ocupará una extensión de 180.000 metros cuadrados.
El recinto estrella, las pistas artificiales de esquí, tendrán una bajada principal de 300 metros de largo y 40 metros de desnivel, junto a otra de aprendizaje. Estará confeccionada con un revestimiento de plástico sintético de color verde, que simulará la densidad y el grosor de la nieve, con unas placas que mitigarán el dolor en las caídas.
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