Con Vancouver como favorita y Salzburgo a muy poca distancia después de cinco años de preparativos, los miembros del CIO tienen la última palabra con un voto que depende de múltiples variables, como la no obligatoria pero habitual rotación continental o los intereses de quienes defienden candidaturas para años posteriores.
Europa tiene la llave de la elección en su mano: porque los miembros europeos del CIO son mayoría y porque hay seis ciudades de este continente interesadas en los Juegos de Verano del año 2012, Madrid entre ellas. Con los Juegos de 2004 en Atenas y los de 2006 en Turín, si los de 2010 fueran en Salzburgo el territorio europeo estaría excesivamente sobrecargado, en términos olímpicos, para acoger una nueva edición en 2012.
Salzburgo y las localidades vecinas en Austria disponen, sin duda, de las instalaciones necesarias para organizar los Juegos de Invierno en cualquier momento. Pero los de 2006 son también en la zona alpina y una repetición no sólo de continente, sino también de cordillera, es muy improbable.
Los Juegos de Invierno se celebran desde 1924 y en su primera época eran patrimonio de Europa y de Estados Unidos. Pero desde que en 1972 Saporo abrió el mapa a Asia, sólo en una ocasión dos ediciones consecutivas se han celebrado en el mismo continente: Albertville (Francia) en 1992 y Lillehammer (Noruega) en 1994.
Otras decisiones
El CIO tomará en Praga otras decisiones de menor importancia pero que pueden determinar el futuro de los Juegos, como las normas para reducir su coste y complejidad, empresa que guía el trabajo de Jacques Rogge desde que llegó a la presidencia en 2001. El canadiense Dick Pound, que dirige una comisión que estudia cómo alcanzar ese objetivo, expondrá sus conclusiones en la capital checa.
La de Praga será la última asamblea plenaria del Comité Olímpico antes de la que se celebrará en agosto de 2004 en Atenas, ya en vísperas de los Juegos. Por ello, el informe que Gianna Angelopoulos, presidenta del Comité Organizador, presentará a la reunión determinará si hay o no razones para desconfiar de que los griegos acaban a tiempo su trabajo.
La Comisión Ejecutiva del CIO, órgano de gobierno de la institución, se renovará parcialmente con la salida de tres miembros, entre ellos el vicepresidente primero, el australiano Kevan Gosper. También se votará la admisión de nuevos miembros de la asamblea, en esta ocasión con un único candidato: el británico Phil Craven, presidente del Comité Paralímpico Internacional.
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