Cada noche, tras el cierre del recién estrenado parque de ocio para amantes del deporte blanco, sus pistas se llenarán de un manto de nieve en polvo -la mejor, dicen, para el esquí- para que, al día siguiente, chicos y grandes disfruten de esta modalidad como si estuvieran en Baqueira, en Valdesquí o en Sierra Nevada. Y es que las cosas adelantan que es una barbaridad, que diría algún castizo en estos días tan isidriles, de rosquillas «listas » y «tontas», de chotis y de verbena.
Ayer, como se sabe, se abrió al público el parque de nieve Xanadú. La cita era a las dos y media de la tarde. Sin embargo, una hora antes los indicadores de la carretera N-IV, la de Extremadura, ya indicaban atascos y retenciones entre los kilómetros 10 y el 23. ¿Por qué hasta el 23?. Sencillo. Ahí se encuentra el desvío para Xanadú, un complejo que, además del parque de nieve, cuenta con una amplia zona comercial, de ocio y restauración.
A dos bajo cero
Había expectación. Muchos de los madrileños que no han salido de puente quisieron conocer de cerca esta nueva alternativa para sus compras y su tiempo libre.
Largas colas para entrar al parque de nieve. Pero no de esquiadores, sino de curiosos que se situaban a través de un cristal, en la cafetería, para ver cómo otros, dentro de las pistas, cogían el remonte o el telesilla y se lanzaban después por una inmensa pista de nieve. Culetazos hubo más de uno. Los que miraban, tras ese cristal, estaban a treinta grados; los que se deslizaban por la nieve, a dos bajo cero.
Del cambio de temperatura nadie se libra. Ponerse el traje, las botas, el gorro, los guantes, coger las tablas y abrir el portón de acceso a las pistas es como meter la cabeza en la nevera. «¡Ya veremos en el mes agosto. Como no se tenga ciudadado, más de uno se va a coger un pasmo!»«No nos vamos a comparar con una estación de esquí. Pero aquí nevará cuando nosotros queramos. Hay música y es divertido», dice Concha Arriaga, de la organización de Xanadú.
La nieve está asegurada todo el año al precio de 8 euros la hora para niños y 10 para adultos en día laborable; 10 y 12 euros esa misma hora en festivos. Si no cuenta con el equipo adecuado, no pasa nada. Aquí se lo alquilan por 8 euros, incluidas las tablas.
Quitarse el gusanillo
-«¡Flexiona, flexiona más las piernas!», le decía Paloma a su hijo José Manuel, de unos 8 años. El muchacho es principiante, y se le nota. «Yo esquiaba mucho. Después lo abandoné. Voy a intentarlo en esta pista. La iniciativa es muy buena. La verdad, no hay grandes «tubos» ni grandes cuestas pero es divertido y no tenemos que desplazarnos fuera de Madrid. Para experimentados no vale mucho pero sí sirve para quitarse el gusanillo de la nieve», reconocía Paloma.
Muy cerca de ellos, Raúl Villacorta, «Chiri», y su amigo Jorge Ayllón, intentan lucirse con su tabla de «snow-board». «Chiri» quedó subcampeón de esta especialidad en el último campeonato celebrado en Aguilar de Campoo. Jorge, el cuarto. «Hemos venido a Xanadú a propósito. Repetiremos».
Más anécdotas
De premio a los primeros visitantes, una cámara de fotos, que daba la posibilidad de conseguir otros premios, como camisetas o ser de las primeras 60 personas que estrenasen el Parque de Nieve. Eso fue lo que le ocurrió a Juana, vecina de Móstoles y ama de casa, que intentó cambiar su premio por una camiseta. "Es que mi cuerpo no está para echar a rodar por la nieve», gritó Juana entre risas".
Los niños también estaban encantados y deseosos de entrar al parque a tirarse bolas de nieve y en los flotadores gigantes. «Qué frío». Ese es el comentario general a la entrada, ya que la pista está a dos grados bajo cero. Pero la gente viene preparada y muchos de ellos llevaron hasta su propio equipo. «Yo voy a la sierra y me he traído todo lo necesario para no tener que alquilarlo», explicó Juan mientras esperaba la cola de entrada. A la salida todo eran caras rojas del frío y sonrisas de felicidad. «Es una pasada, pero tenía que ser más larga la pista», comentó Pedro García. «Es muy divertido y no pasas casi frío.
Aquí tiene que molar venir en agosto», dijo Aitor Núñez. El precio entre semana para adultos es de diez euros la hora, doce en fines de semana y festivos; para los niños, ocho euros los laborables y 10 los festivos.
También pasó frío Esperanza Aguirre, y un mal momento tanto ella como sus colaboradoras cuyos tacones se clavaron en la nieve con gran facilidad llenando sus pies de gélido polvillo. «Si es que con tacones no se puede venir a esquiar.
Ves, yo no entro porque vengo arreglada otro día ya vendré preparada», explicó Francisca, un ama de casa que desconocía que en el mismo parque puedes alquilar todo el equipo necesario para esquiar y guardar los tacones y toda la ropa en unas taquillas con llave.
Xanadú tiene oferta para todos los gustos, aunque sin duda el gran atractivo es el Parque de nieve, con una pista de 250 metros de longitud y un desnivel de 50 metros. El complejo ofrece más de 8.000 aparcamientos y varias líneas de autobuses conectan la capital desde Príncipe Pío y Méndez Álvaro con el complejo.
Fuente: