Con las puertas cerradas hasta mediados de enero por culpa de las altas temperaturas -inoperativa durante las fechas más señaladas de diciembre-, la instalación asturiana ha duplicada sus cifras: 209.819 visitantes (+114%), 47.817 usuarios (+112%) y 550 usuarios de media al día (+115%), aunque mantiene el lastre de la falta de nieve -sólo colgó el cartel de 'abierto' durante 87 días (-1%)-.
Así las cosas, la ausencia de nevadas copiosas ha devuelto todo el protagonismo a la innivación artificial, que ha servido para mantener las pistas abiertas con buenos espesores y garantizar la zona media y alta de la estación. El sistema ha funcionado esta temporada durante 250 horas, lo que ha supuesto una producción de 85.200 metros cúbicos de nieve, es decir, 120 centímetros de espesor en una pista de tres kilómetros de longitud y 30 metros de anchura.
Así lo explicaban ayer el director general de Deportes, Daniel Gutiérrez Granda, y el responsable de Valgrande-Pajares, José Miguel Vega, que hicieron hincapié en las mejoras efectuadas en la estación -instalación del nuevo telesilla del Valle del Sol y reforma de pistas- a la hora de justificar los resultados. El complejo afronta ahora la reforma del albergue de El Toribión de Llanos y la construcción de la nueva pista de esquí de fondo.
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