Juan Bravo Tocino indica que esta semana madrugó para ir a esquiar, su gran pasión, que «con gran esfuerzo económico logro practicar los pocos días que el invierno cántabro y mi trabajo me lo permiten. Cuál fue mi sorpresa al escuchar el parte de nieve diario de la estación de esquí de Alto Campoo. No se qué pasa últimamente en esta estación de esquí, pero cada día me preocupa más que el resto de las estaciones españolas se preparen para dar mejor servicio y en la nuestra vayamos marcha atrás como los cangrejos. El parte del día comienza muy prometedor: temperatura baja, visibilidad total, nieve de calidad polvo... y sólo dos pistas abiertas, además de la zona de debutantes. Y es entonces cuando no se entiende nada, porque poner en funcionamiento esas tres pistas es poco más que decir que sólo abres la estación por si alguien quiere ir a aprender, pero una vez que sabes un poquito son pistas que dan pocas satisfacciones.
Acabamos de terminar unos días de mucho frío y nieve, probablemente comience a soplar viento sur en breve y nos quedaremos otro año más sin aprovechar la nieve. En resumen: tendremos que ir a Pirineos a gastarnos el dinero cuando podamos, porque esta estación y nada cada día se parecen más. Es casi mejor no tener estación de esquí a que el día que es perfecto para la práctica de este deporte no les dé la gana o sean incapaces de abrirla al completo».