Tras su discreta actuación en los pasados Juegos Olímpicos en los que no consiguió meterse en la final, el snowboarder guipuzcoano apenas ha vuelto a competir a nivel internacional. La falta de referencias será uno de los handicaps que Fernández deberá de superar en los Mundiales.
A pesar de ello Iker espera poder sacarse la espina de los Juegos y recuperar el nivel que tuvo en el año 2001 en el que se codeó con la elite mundial. Este invierno en los Alpes y bajo la supervisión de su hermano ha probado nuevas figuras que mostró en la prueba de Andorra.
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