El esquiador ha de valorar el riesgo de los malos usos de las instalaciones

Esta temporada las estaciones de esquí han tomado diversas medidass para aumentar la seguridad en las pistas, incluso, más exigentes que las que han adoptado las estaciones catalanas. Se ha creado un cuerpo de seguridad que vela para que los aficionados cumplan las normas de comportamiento, y de hecho ya han tenido que retirar algunos forfaits a personas que, con la actitud, ponían en peligro al resto de esquiadores.

Las estaciones andorranas fomentan el uso del casco entre los más pequeños con descuentos en el precio del forfait. Pero, aún así, es imposible ir detrás de cada esquiador. La semana pasada una joven aficionada murió deslizándose sobre un plástico en la estación catalana de Rasos de Peguera y ayer un hombre ruso, de 39 años, perdió la vida en un trágico accidente en una pista de Grau Roig.

Despues de los siniestros mortales del año pasado, las estaciones son ahora mucho más estrictas, hecho que no excluye que se tenga que pedir aún el máximo de medidas para aumentar la seguridad de las instalaciones.

Aún con todo esto, los aficionados han de ser conscientes del riesgo que comporta la práctica del esquí y quizás se tendrá que comenzar a pensar en una protección más importante, com el uso del casco.