Muchos pensamos que se podía aprovechar el ´paquete` pero, como no había base, esquiar fue un martirio para las suelas de los esquís y para la paciencia, ya que cada dos por tres había que quitárselos y pasar muchos tramos andando. La nevada que prometía mucho desde lejos en algunas zonas, no fue suficiente.
Además, el calor inmediato que siguió a la jornada del miércoles hizo que la nieve transformada fuera en todo el manto sin dar tiempo a asentarse ni a crear base alguna. Aún así en algunas fotos parece que la cosa estaba bien, pero que nadie se engañe, apenas los 200 metros cimeros de la vertiente norte de Peñalara estaban esquiables, el resto como si hubiese nevado en octubre, las ramas y las piedras salían por todas partes.
Habrá que conformarse pensando en que la nieve ha mejorado el triste paisaje que Guadarrama presentaba este invierno y que, aunque poco, al menos contribuyó a paliar algo la desesperante sequía. Os dejamos con las imágenes del viernes 23 en una excursión por la ladera norte de Peñalara que parecen más de lo fue.
El viernes 23 dejamos el puerto de Cotos después de tomar café en Marcelino... (FOTOS: E. Ribas)
...y ascendimos por la loma de Dos Hermanas, sin salir del camino porque los piornos no estaban tapados...
...Al dar vista a la cima de Peñalara, nos animamos viendo que por la norte perecía haber cargado lo suficiente...
...Alcanzamos la cima, desde donde había esta bonita vista de la ciudad de Segovia...
...Y empezamos a disfrutar del paisaje con el embalse del Pontón abajo...
...y de una nieve bastante aceptable...
...que nos permitió enlazar buenos giros durante los primeros 200 metros de desnivel...
...Luego, la nieve se costraba y desaparecía la poca base anterior, resultando casi imposible esquiar...
...Los últimos 300 metros hasta el abrigo de Majada Hambrienta fueron un calvario sobre todo para las suelas de los esquís. Bocata en el chozo,...
...y dijimos adiós a la Majada Hambrienta, para foquear de regreso a Dos hermanas...
...Que nos permitió disfrutar de estas bonitas vistas hacia poniente. Para bajar hasta el puerto de Cotos, apenas pudimos esquiar ya que la nieve se derretía por momentos y los tiburones eran insorteables. Me parece que hasta el próximo invierno, poco vamos a esquiar en Guadarrama. Así es la montaña y el clima que nos dejan esquiar...pero no siempre.
Croquis de la ruta. Prácticamente no tiene dificultad excepto por algo de inclinación (máximo 35º) en algún tramo de la ladera norte de Peñalara. En rojo la ruta de ascenso y en verde el descenso.