Las esperanzas de encontrar vivos a los dos montañeros pamploneses desaparecidos el domingo en el Pirineo francés sufrieron ayer un severo revés.
La hipótesis "más lógica" que baraja actualmente la Gendarmería francesa es que Armando Nieto Lacunza y Alfonso González Rey, de 47 años, se encuentran sepultados bajo una avalancha de 150 metros de longitud, 80 de anchura y de entre 4 y 5 metros de profundidad, detectada ayer por la mañana en el pico Billare (2.309 metros) junto a unas huellas de pisadas.
Es una hipótesis, dado que los montañeros no comunicaron su ruta, pero su coche fue hallado junto al denominado "circo de Lescun". Incluso ayer también se buscó en helicóptero en territorio aragonés y navarro lindante con esa zona de picos de 2.000 m.
Debido a que los dos montañeros no llevaban consigo el aparato de detección y rescate de víctimas de aludes (ARVA), las labores de los grupos de montaña de los gendarmes y los bomberos, ayudados por perros, resultaron infructuosas. La búsqueda se suspendió a las cuatro de la tarde por el elevado riesgo de nuevos aludes. Se reanudará hoy a primera hora.
Ayer, desde el comienzo de la búsqueda, los gendarmes ya hablaban de "un pesimismo razonable" para referirse a la posibilidad de encontrar vivos a los montañeros. Como factores en contra tenían que habían pasado dos días sin hallar indicio alguno, ni en el monte ni en los refugios, la excursión de los montañeros era sólo de una mañana, y el tiempo era muy cambiante en el monte.
A favor, decían, sabían a quién buscaban y dónde hacerlo, y las temperaturas eran suaves para la época (ayer al mediodía, casi de 10 grados en la base). A partir de las nueve de la mañana, tres unidades con un total de 15 bomberos y gendarmes de sus grupos de montaña rastreaban el pico Billare (2.309 m), ayudados por un helicóptero.
Una pista concreta:
A las once y media se divisó una pista concreta a seguir: unas pocas pisadas que salían del bosque, a unos 1.500 metros de altitud, y terminaban bajo una avalancha de dimensiones considerables situada entre árboles y rocas.
Todos los efectivos de rescate fueron desplazados con el helicóptero a esa zona, un corredor de elevada pendiente con características más propias del alpinismo que del montañismo, explicaban las autoridades. Ayudados de dos perros de rastreo, peinaron el área durante casi cuatro horas.
"Es muy inquietante que no hayamos encontrado ningún indicio de ellos, ni una bota, ni una prenda... Las huellas pueden ser antiguas o recientes de otras personas, pero es la pista que tenemos ahora", explicaba Juan Companie, capitán de los gendarmes movilizados, a la docena de medios de comunicación franceses y españoles movilizados hasta Lescun, lugar de base de operaciones.
Además de esa avalancha, ya una vez en el lugar, el equipo de rescate detectó varias más, algunas a los lados y otras superpuestas. La profundidad del alud, de 4 a 5 metros, añadía más dificultad a la búsqueda, ya que las sondas que introducían en la nieve sólo alcanzaban los 3 metros. Los perros, durante toda la mañana, no dieron con rastro alguno.
A la vez que se trabajaba en el Billare, efectivos del Greim de la Guardia Civil sobrevolaban los Pirineos por la vertiente española en un helicóptero del Gobierno de Navarra, ante la posibilidad de que los montañeros hubieran variado su ruta. Recorrieron las laderas del Anie, de la Mesa de los Tres Reyes, del Petretxema y Agujas de Ansabere en busca de alguna huella o señal, pero no vieron nada y tuvieron que suspender el vuelo por un incremento de nubosidad en la zona.
Las condiciones meteorológicas también se complicaron en el Billare. El viento, la escasa visibilidad por las brumas y el aumento de la temperatura conforme avanzaba el día hacían mella en la nieve compactada, por lo que había "un peligro notable" de nuevos aludes, de ahí que se ordenara a los efectivos de búsqueda que regresaran a la base.
Una vez en tierra, el responsable del grupo de montaña de los bomberos, Didier Isson, describía la situación en el monte. "Hay muchísima nieve y es un corredor con risco, está peligroso y difícil", comentaba junto a los dos perros rastreadores, Sum y Bouny."Han trabajado mucho y bien, pero no han encontrado ningún rastro", añadía. En la zona donde se había centrado la búsqueda, no sólo había una avalancha. "Hay varias, no sabemos si son del domingo o de cuándo, pero dificulta la búsqueda. No obstante, nosotros trabajamos con la esperanza de encontrar personas vivas".
Les cambió el tiempo:
El capitán de la Gendarmería Juan Companie afirmaba ayer que desde el domingo no se han registrado llamadas entrantes ni salientes de los móviles de los dos montañeros. Según su relato, llegaron a las 8 de la mañana a Lescun, dejaron el coche y comenzaron a caminar hacia el monte, primero por un camino de barro y después por un sendero por el que se inicia la subida.
Habían planificado regresar a Pamplona a las 6, añadió el capitán, por lo que tenían que salir de Lescun a las 4. "La mañana era agradable, pero les cambió el tiempo. Comenzó a soplar el viento, entró bruma y tenían baja visibilidad, había algo de nieve con ventisca... Se encontraron con dificultades meteorológicas", describía. Las previsiones del tiempo para hoy es que el día sea similar al de ayer, con tiempo cambiante, con alternancia de claros y brumas y precipitaciones.
Fuente: http://www.diariodenavarra.es. Más imágenes aqui