Tras aterrizar en el estado de Utah, había que decidir porque estación empezar, y viendo que era domingo dentro y que el lunes era fiesta en Estados Unidos (El día del presidente). Nos decidimos por desplazarnos a Brighton. Según el plano de pistas pueda parecer pequeña, pero en USA hay que olvidarse de planos, y lanzarse por cualquier camino que va a hacer que no repitas trazado y la estación nunca se termine.
La estación de Brighton y Solitude se encuentra a unos 40 minutos desde la capital del estado Salt Lake City, por una carretera buena que te deja una vistas del paisaje, donde se pueden ir apreciando esas montañas agrestes de color rojo que aquí las llaman Rockies.
Una vez llegados, te sorprende ver algún vehículo que no sea un 4 x 4, y aquí el X5 sería un coche mediano.
La estación aparentemente parece pequeña, viendo las pistas señaladas, pero ojo, aquí las pistas es una referencia para llegar a los distintos lugares de la estación, ya que aquí se esquía por cualquier sitio, hasta fuera de los limites de la estación.
En Brighton las pistas se pueden diferenciar en dos grupos, verdes y azules, que son niveles fáciles y se encuentran pisadas, y luego negras con uno o dos diamantes, que ya no se pisan, y mejor que siga así. Ya cuando empiezas por las pistas azules te das cuenta que la nieve no es la misma, se ve lo seca que es y lo cómodo que es girar y empiezas a probar que sales de pista y el esquí no hace extraños, así que me decido a meterme por una negra sin pisar, y entiendes porque la fama de esta zona y su nieve, y en tu cabeza aparece el pensamiento "Welcome To The Rockies".
Después de hacer un par de bajadas por pistas, decidí que se habían acabado las pistas y empezar a disfrutar de la fama que tiene esta zona de America, así que mi única preocupación iba a ser no salir de los limites de la estación que están delimitados por unas cuerdas y empezar a hacer amistad con unos nuevos amigos que me iban a acompañar el resto del viaje, dejándome alguno marca en mi interior, las ramas de los pinos.
Gracias que quedaban unas cuantas horas para no parar de esquiar e ir descubriendo diferentes rincones de esta estación.

Aunque parezca mentira es una pista que no se muy bien por donde va, solo se que al final llegas a un telesilla y solo quieres repetir.
A la derecha de la estación de Brighton se puede observar la estación vecina de Solitude, donde la figura de un pájaro avisa de su presencia, es una estación muy similar quizás mas familiar porque tiene mas pistas pisadas y alguna urbanización en la base a diferencia de Brighton que es mas salvaje.
Las estaciones comparten forfait común y desde Brighton puedes llegar a Solitude esquiando, pero la unión no es total porque luego no tienes ningún remonte que te permita hacer el trayecto en sentido inverso, quizás en un futuro sea posible y conviertan estas dos estaciones en un nuevo gran dominio esquiable.
En fin cuesta relataros con palabras el día que he vividor, pero sin duda mi mejor día de esquí hasta el momento, ya que acompañó el tiempo con un sol que radiaba en todo su esplendor y sin presencia de aire. Pero todo lo bueno tiene un final, aunque esta vez será un continuara porque al día siguiente toca visitar una de las mas famosas estaciones de Norteamérica, valorada por los americanos por encima de sitios como Aspen o Vail, "Park City"
CAPÍTULO 3 - SNOWBIRD