Attenhofer

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Esta es la historia de la que fue una importante marca de fabricación de esquís suiza. Por extraño que parezca, Suiza no se caracteriza por albergar muchos fabricantes de esquís, pero Attenhofer tuvo una importante actividad hace ya muchos años. De hecho, fue una marca muy presente en España, y muy vinculada al desarrollo pionero del esquí en nuestro país.

En mi familia nunca fuimos de Attenhofer. Aquella marca de esquís abundaba por doquier a nuestro alrededor durante los años sesenta y principios de los setenta, pero nadie en casa tuvo Attenhofer. Hubo antiguos Skandy, básicos Silver Streak y Regency, y, enseguida, Elan de madera, Fischer o Rossignol, pero nunca Attenhofer (ni tampoco Sancheski), supongo que cuestión de a quién le compraba los equipos mi padre. La verdad es que, para aquella época, los Attenhofer no disfrutaban de verdadera reputación de calidad. Era demasiado tarde para ello. Había sido una marca de gran prestigio en décadas precedentes, pero, a partir de los sesenta, los esquís que la firma comercializaba en España eran de fabricación nacional, basada en tecnología ya superada por otros competidores y por la propia casa madre en Suiza. En cualquier caso, la abundancia de ejemplares a mi alrededor durante mi infancia me ha hecho sentir curiosidad retrospectiva y me ha motivado para indagar sobre la marca.

Adolf Attenhofer nació en Davos en 1892 y falleció en 1955 en Zúrich. Se formó como tapicero en Bruselas y Praga, antes de titularse profesionalmente en 1918. Mientras el joven Adolf trabajaba como aprendiz en la tienda de deportes y talleres Ettinger en Davos, ganó un título combinado de salto y slalom en los Campeonatos de Suiza de 1917. Ese tipo de campeonato integral sugiere cierta influencia de los orígenes noruegos de las pioneras competiciones del esquí, pues era muy común, en las inmediaciones de Kristiania (ahora Oslo), aglutinar concurso de saltos con recorridos de habilidad sobre esquís. Aquel negocio de Rudolf Ettinger tenía un taller de esquís y trineos, no en vano a su propietario se le consideraba como el inventor del trineo de Davos. En su empleo, Attenhofer desarrollaba mejoras en los esquís, fijaciones, bastones y algunos otros elementos de equipamiento para la práctica. Por ejemplo, estableció un método para determinar la localización de la puntera de la fijación en relación con la competencia del esquiador.

A lo largo de su vida, Adolf Attenhofer registró unas 60 patentes (entre 1915 y 1955) relativas, principalmente, a equipamiento para el esquí (incluyendo cantos y fijaciones), ropa, artículos para limpiar zapatos e incluso resortes para colchones y otras piezas no relacionadas con el deporte.

En 1924, Attenhofer abrió una pequeña tienda de artículos deportivos en Zúrich. En 1925 dejó Ettinger para empezar a fabricar sus propios esquís en Zumikon (cerca de Zúrich). Además, ofertaba esquís desmontables, así como una base roja llamada Temporit, más dura que el hickory (nogal americano). En aquella década adquirió las exitosas fijaciones Alpina. En 1934 levantó una fábrica en Zumikon, que se acabó convirtiendo en la segunda factoría de esquí más grande de Suiza a lo largo de las décadas siguientes (alguna fuente asegura que llegó a ser el principal productor de esquís del país). Aparte de esquís de alpino, desmontables y de fondo, vendía otro tipo de material como cantos, bases para las suelas, ropa, gafas de sol e incluso piolets. En los años treinta se hizo con la licencia de uso de Splitkein (una estructura para esquís compuesta por hasta 21 partes de maderas ligeras y pesadas pegadas), innovación de la compañía noruega Oestbye en 1936. Así que aquel mismo año (1936) Attenhofer comercializó su modelo Splitkein «considerados para la época como los Rolls Royce de los esquís». Aquello, sus esquís de madera laminada, fue lo que le hizo más famoso en su primera fase como industrial autónomo del esquí. Siempre en actitud de innovación y desarrollo, en seguida se dio cuenta de que podía mejorar el rendimiento de giro de los esquís de alpino haciendo los esquís laminados más blandos a la flexión, sin sacrificar su durabilidad. Su descubrimiento lideró una generación de esquís de madera de primer orden para slalom. De su imitación surgieron ejemplares tan exitosos como el Rossignol Olympic 41 y, tras la II Guerra mundial, los laureados Kastle.

Fijaciones Alpina colocadas en unos antiguos Attenhoher. (Imagen: antiqueskishop.com).

Publicidad de fijaciones Alpina de Attenhofer, de 1929. (Imagen: swissskimuseum.com)


Bonito cartel publicitario de Attenfoffer de 1940. (Imagen: swissskimuseum.com).

Poco después de finalizar el gran conflicto bélico, simultáneamente, Attenhofer en Suiza y Paul Michal (Dynamic) en Francia estuvieron entre los primeros en dirigir su mirada hacia los plásticos como mejores superficies de deslizamiento. Tras su búsqueda y experimentación, lanzaron esquís con bases de Cellulix y Naltene. A aquellas alturas temporales, en 1947, Attenhofer adquirió la fábrica Ettinger en Diessenfohen (su antiguo patrón) y poco después se fusionó como AKA Company (una especie de holding que integraba a Attenhofer, Kandahar y Allais).

Los JJOO de St. Moritz (1948) supusieron un importante espaldarazo comercial pues el equipo austríaco ganó cinco medallas con esquís Attenhofer, y el campeón suizo Karl Molitor (11 veces vencedor de las carreras de Lauberhorn entre 1939 y 1948) obtuvo la medalla de bronce en descenso, además de la de plata en combinada, utilizando también un par de Attenhofer. ¡El mismo par!, de 220 cm de hickory, porque en aquella época el COI obligaba a correr todas las pruebas con el mismo par de esquís.

Agresivo estilo de Karl Molitor en 1930. (Imagen: jungfrauzeitung.ch; foto: zvg).

Otra imagen de Karl Molitor en acción. (Imagen: sport.ch).

Entre los modelos ofertados por Attenhofer en aquella época figuraban el Favorit, Furrer-Topflit Spitzenflizer (uno de los primeros con base sintética), Molitor, Special y Sport.

Un modelo de 1949. (Imagen: swissskimuseum.com)

En la temporada 1951/52 el fabricante suizo lanzó el A15 (con tecnología de sándwich laminado, con núcleo de madera entre dos láminas de aluminio, similar al Head Standard) y se convirtió en el líder de la fabricación de esquís metálicos en Europa. Aquello fue consecuencia de contratar la patente americana de TEY (con la denominación Aluflex), que era el resultado de varios años de complicadas investigaciones y evoluciones de la utilización del aluminio para la fabricación de esquís, derivando en una construcción mixta de materiales. Head seguía, simultáneamente, un camino similar, pero de forma independiente.  En Attenhofer, al primer A15 le siguieron el A15 Jet, Jet Corvette A15, A15 Elite y el A15 Combination. También comercializaron otro modelo denominado Alpine Gomme-Patented England. Se trataba de un esquí de madera laminada con lámina de duraluminio en la base, más tarde cubierta por una base plástica con una estructura textil interior y los cantos pegados.

Seth Masia es un prolífico historiador del esquí y su equipamiento que publica con frecuencia y generosidad informativa desde los EEUU. A continuación, resumo algunos de los aspectos más relevantes de sus explicaciones con respecto a la llegada del aluminio a Attenhofer.

La historia del aluminio en los esquís se inició en los EEUU y tuvo que ver con dos empresas dedicadas a la fabricación de aviones, principalmente militares, porque fueron muchos los adelantos y patentes relativas a materiales y adhesivos aeronáuticos desarrollados antes, durante y tras la II Guerra Mundial. Una de aquellas empresas era Vought-Sikorsky, que se mantuvo muy ocupada después, fabricando helicópteros y cazas empleados en Indochina y Corea. A causa de ello, abandonaron sus proyectos de artículos de consumo, entre los que estaban los esquís de gran componente metálico (previamente habían llegado a fabricar mil pares de su original Truflex, un sándwich Metalite con núcleo de madera que fue el primer esquí de aluminio visto en producción industrial). Así que el equipo TEY, compuesto por quienes desarrollaban aquella línea de producción dentro de Vought, salió de la corporación y puso en marcha su propia fábrica. Vought tenía una patente del diseño Metalite con núcleo de madera, así que el TEY Alu 60 era una especie de viga hueca utilizando un sección sombrero de elementos de aluminio anidados en la parte superior y una base de aluminio (inicialmente remachadas y más tarde pegadas juntas con Redux). El esquí, como si fuera un resorte no amortiguado, se mostró prácticamente inmanejable en nieve dura.

«A principios de los 50, la compañía TEY inventó la producción de nieve artificial. Aquella tecnología liquidó instantáneamente el esquí Alu 60, por lo que la compañía adjudicó una licencia de producción a Attenhofer en Suiza. Adolf Attenhofer se asoció con el fabricante de artículos deportivos Charles Dieupart para fabricar el esquí en Francia. En 1956 Dieupart, con la ayuda del corredor James Couttet, resolvió el problema de “esquiabilidad” rediseñando el esquí con un núcleo de madera bajo la placa superior que hacía de sección sombrero. Tal esquí se convirtió en el Aluflex y fue un éxito comercial en Francia. Una década después, tras la fusión de Aluflex con Starflex con la que nació Dynastar, el director deportivo Jean Liard puso una placa plana sobre el canal de la sección sombrero para crear el fabulosamente exitoso Dynastar MV2 GS de competición. Dynastar llamó “omega” a aquel nervio superior, y llegó a ser el sello de identidad de la fábrica durante décadas». (Seth Masia, traducción propia).

Publicidad de los revolucionarios A-15, en 1955. (Imagen: galerie123.com).

De arriba hacia abajo: Attenhofer Metallic, TEY Alu 60 y Vought Truflex. (Imagen: skiinghistory.org; foto: Jeff leich, New England Ski Museum).

No contentos con el boom de la incorporación del aluminio a sus esquís, en Attenhofer seguían desarrollando ideas. Ya en los sesenta añadieron el Kurzski (de 170 cm). Aquel modelo K (Kurz, de esquí corto) presentaba unas cotas de 9/8/8,5 para su 1,70 m de longitud. Este detalle, que actualmente nos puede parecer indiferente, tiene mucha relevancia histórica. Por fechas, el concepto del Kurz se me antoja antecesor directo, probablemente instigador, de lo que fue la tendencia de los esquís compactos o compensados que se hicieron con una gran parte de la cuota del mercado en la segunda mitad de la década de los años setenta y parte de la de los ochenta. Los compactos se caracterizaban, a simple vista, por presentar espátulas redondeadas y ser mucho más cortos (unos 20-30 cm) que los habituales hasta entonces. Al público de nivel medio o bajo les resultaban mucho más fáciles de manejar, y si no se quedaron definitivamente y revolucionaron el mundo del esquí fue porque las diferencias de cotas presentadas no fueron lo suficientemente revolucionarias. Escribiendo esto me he tomado la molestia de buscar (en el archivo familiar) unos esquís carving de gama media de las primeras generaciones. Son de, precisamente, 1,70 m de longitud. Sus cotas declaran 10,6/6,4/9,15 cm. Con la comparación se aprecia la intención de aquellos Attenhofer, casi aciertan, simplemente con que se hubieran mostrado más radicales a la hora de reducir la anchura de la zona del patín hubieran adelantado el fenómeno carving (que tantas cosas buenas nos ha traído; y otras tantas malas, bajo mi personal punto de vista) en un aproximado cuarto de siglo. Quizás aquello no cuajó del todo porque los esquís cortos de entonces iban dirigidos al sector del ocio popular, mientras que gran parte de la investigación que acabó generando los carving posteriormente vino ligada a la búsqueda de mayores rendimientos en las competiciones. Y claro, el efecto publicitario de los esquís de competición en aquella época era muy poderoso.

Acción expositiva de Attenhofer. Detalle interesante: conviven fijaciones de cable con otras "automáticas".(Imagen: bridgemanimages.com).

Fábrica Attenhoffer en 1941. (Imagen: bridgemanimages.com).

Fábrica Attenhofer en 1957. (Imagen: gettyimages.es).

1957 (Imagen: gettyimages.es).

En 1966, sus esquís con composición parcialmente metálica constituían las denominadas Jet Series. El Superjet Commander era el tope de gama de la serie: su composición incluía P-Tex como superficie, material fenólico negro en los flancos y encima, y tres tiras incrustadas bajo el centro a lo largo del esquí. La espátula y la cola estaban reforzadas con inserciones de acero. Tenía cantos de una pieza con forma de L fabricados en acero templado. Iban vulcanizados a una lámina de goma que estaba asegurada a la base de aluminio del esquí. Se comercializaban con medidas que iban de 190 a 215 cm.

Poster publicitario de los Attenhoer A15 Jet de 1964. (Imagen: originaleskiposters.com).

Mismo propósito y modelo de esquís del año siguiente: 1965. (Imagen: swissskimuseum.com).

Detalle de la composición de la sección central del Attenhofer Super Jet Comander. (Imagen: revista Skiing, diciembre 1966).

Para que nos hagamos una idea de las dimensiones comerciales de la empresa Attenhofer, he aquí unos datos someros. Según afirma Nächstes Ereigns, alrededor de 1960, la fábrica de esquís producía en torno a unos 20.000 pares de esquís de metal al año, 10.000 pares de esquís de madera y 10.000 fijaciones. Con 200 empleados, Attenhofer AG, que se convirtió en AG en 1955 (año del fallecimiento de su fundador y alma mater), era, con mucho, la empresa industrial más grande de Zumikon. Sin embargo, en 1969 hubo un incendio en la fábrica. El director gerente en ese momento ya no era responsable de las inversiones necesarias y la fábrica de esquís en Waltikon (Zumikon) se cerró, y la marca Attenhofer se vendió. La fábrica y la firma (la marca) fueron inicialmente adquiridas por Emil Preisig, que la vendió en los años setenta a  Maxel, un fabricante de plásticos perteneciente al grupo FIAT.

En aquella época (última), en los tempranos años setenta, los modelos metálicos se denominaban Jet-LSK, Jet 11, Jet 22, Jet 33, Jet 55 RS y Jet 66; mientras que los de fibra de vidrio eran Glasstar, Glasflex, Fiberglass, Topglass y A-06. Al principio de pertenecer a Maxel, esta firma comercializó durante algún tiempo un modelo denominado Team RS bajo marca Attenhofer.

Publicidad interior en revistas de 1967. Fijaciones automáticas y esquís Attenhofer. (Imagen: skitalk.com; Dave Petersen).

Publicidad de esquís Attenhofer en 1969. (Imagen: skitalk.com: Dave Petersen).

Peculiares fijaciones Alpina. Parecen una evolución entre las de cable y las automáticas. La imagen superior muestra la puntera cerrada, la siguiente abierta. Se acciona con una leva al estilo de las de cable. La imagen de abajo muestra la talonera, que es fija. Para ponerse los esquís primero hay que abrir la leva (eso mueve un poco la puntera hacia adelante), después se coloca bien el talón atrás, finalmente se cierra la leva y la puntera acaba de sujetar la bota por delante. (Imagen propia).


Colección de espátulas de Attenhofer. No están ordenadas cronológicamente, aunque no andará muy lejos si desplazamos la blanca final para colocarla delante de las dos naranjas. Las tres de la derecha de arriba corresponden (casi seguro) a modelos fabricados por INDESA en España. Las tres de la derecha de abajo, lo mismo. Pregunta que me queda en el aire ¿Es la ballesta del anagrama (en España) un homenaje a Guillermo Tell?. (Imagen: montaje propio).

Muy raros de ver en España, y desconocidos para mí hasta haber escrito este artículo, poco a poco voy encontrando pistas o imágenes de algunos ejemplares Maxel. (Imagen: recorte de una foro de una revista de sas-ski.ch de los años 70).

La trayectoria de Maxel ha sido errática. No es fácil seguirle la pista. Empieza en 1969 tras la compra de Attenhofer. Ese año presentaron equipamiento deportivo con la presencia del esquiador toscano Zeno Coló (de gran éxito en las décadas de los 40 y 50 del siglo XX). A partir de 1974 suministró material al equipo nacional italiano. Aquel mismo año, unos esquís Maxel establecieron un nuevo récord de kilómetro lanzado (164,308 km/h). Su presencia en la competición se mantuvo bastante visible a lo largo de la década de los setenta con, por ejemplo, un campeonato italiano de descenso (1976) y de gigante (1978). A partir de entonces se pierde su pista y la marca, en algún momento, llega a desaparecer hasta que, en 2007, regresa con nuevos productos. Presumiendo de capacidad de innovación, mencionan haber sido responsables de primer esquí con núcleo de ABS y de su bestia: el Maxel GS X2, rápido en los descensos de Copa del Mundo y competiciones de gigante, etc.

La actualidad vuelve a resultar incierta. Aunque hablan de «materiales de precisión, ensamblados absolutos y toques artesanales», así como de sus gamas Hot Run Pro, Max Monkey, Delta Force y Alta Mount, y de que es fácil encontrar imágenes de catálogos del siglo XXI en la Red, la verdad es que su página web oficial ha dejado de funcionar, y apenas se les puede seguir la pista mediante cuentas de Facebook ubicadas en terceros países, las cuales muestran algo de actividad (poca) hasta 2018. Únicamente una, localizada en la República Checa, parece seguir algo viva.

Parte de un catálogo antiguo de Maxel para los EEUU (Imagen: vermont-community-newspaper).

Unos Maxel del siglo XXI en acción (Imagen: maxel-ski facebook).

En cuanto a Attenhofer, la última pista que he encontrado como producto corresponde al año 1972 y es una completa frikada (una rareza superlativa). Se trata de un vinilo (single) de producción propia, que contiene dos temas que no he conseguido escuchar, pero que, según parece, proponen sonido de fondo para ejercitarse con la intención de ponerse en forma. Fueron compuestos y grabados por un músico suizo llamado Hans Peter Hising y responden al título Rythmes La Grande Forme Avec Attenhofer. Estrambótico final para lo que fue una firma de leyenda.

Carpeta del single La Grande Forme avec Attenhofer. (Imagen: discogs.com)

Contenido parcial del álbum: una tabla de ejercicios para practicar con la música. (Imagen: discogs.com).

El single en detalle. (Imagen: discogs.com).

En algún momento que no soy capaz de ubicar temporalmente, la empresa española INDESA (Industrias Deportivas SA), localizada en Barcelona, conseguía licencia para la fabricación y venta de esquís Attenhofer en nuestro país. La empresa ya mostraba actividad productiva en la década de los años cuarenta, que tengo entendido (aunque no corroborado) que fue cuando se fundó. Inicialmente fabricaba raquetas de tenis y palos de golf de madera. Además de los esquís, en la década de los años cincuenta se especializó en la fabricación de sticks de hockey sobre patines, de gran calidad, a los que adjudicó una marca propia llamada Reno. «La marca de los sticks» firmó un acuerdo de colaboración con el FC Barcelona (que por lo visto sigue vigente) por el que se convirtió en su principal proveedor. Reno sigue existiendo, ahora como marca independiente. En los años noventa, Josep Vigueras, jugador de hockey sobre patines y emprendedor, asumió la dirección de Reno ampliando la gama de productos fabricados dentro del ámbito del hockey sobre patines, y abriendo camino a nivel internacional. Probablemente, el objeto más icónico de Reno haya sido su stick Reno World Champion que, con las lógicas variaciones evolutivas de mejora, se sigue ofertando con una estética prácticamente idéntica a la que tuvo desde el momento de su puesta en el mercado. Yo mismo fui usuario de un World Champion en los años ochenta, cuando ejercí de entrenador de un equipo a orillas del Cantábrico.

Detalles de stick Reno World Champion. El de abajo era el mío, que ya desapareció. (Imagen: montaje propio).

Además del material deportivo mencionado, INDESA también llegó a fabricar aparatos relacionados con los cuidados deportivos, como camillas de masaje y otros enseres. Dentro del mundo náutico, manufacturaban barcos de vela ligera (snipes y patines, seguro) que anunciaban completamente encolados y sin utilización de clavos. Incluso espadas de madera para telares. Raquetas, sticks, esquís, barcos y espadas para telares tenían un factor común de especialización: el dominio de la producción de madera laminada, que fue el corazón de los esquís Attenhofer antes de su aventura con el aluminio.

Publicidad variada de productos fabricados por INDESA. Incluye esquís Attenhofer "made in Spain". (Imagen: todocoleccion.net).

Quizás por eso, la mayoría de los modelos de esquís Attenhofer que podemos encontrar ahora mismo perdidos por los desvanes de algunos hogares, o recuperados como objetos de decoración de tipo alpino, o entre los tesoros de algunos coleccionistas del esquí, son de madera. Laminada, pero básicamente madera. Esquís bastante rústicos y que, aunque se fabricaran y comercializaran en España hasta los años sesenta y quizás principios de los setenta, ofrecían una tecnología algo obsoleta, correspondiente a décadas anteriores en su casa madre suiza.

Dentro de los modelos fabricados y vendidos en España he logrado informarme acerca de los siguientes. El Allround fue un esquí fabricado por contrato para el ejército español, que lo utilizaba indistintamente para aprendizaje en alpino y maniobras de travesía. Como la mayoría de los esquís militares posteriores, estaban acabados en blanco.

De madera, bastante básico y sencillo, también completamente blanco, estuvo el modelo Sprint. Tenemos dos pares en la familia, regalados o recuperados a través de terceros. Tienen cantos atornillados, y dos tipos diferentes de bases de deslizamiento. Como suelas, uno de los pares presenta una simple capa aparentemente pintada sobre la madera, mientras que el otro muestra una capa sintética independiente.

Basándome en mis recuerdos de niñez, puedo afirmar que abundaban mucho unos de color naranja, con la A de Attenfoher llenando toda la espátula, los cuales, al menos en el entorno de Alto Campoo, se convirtieron en superventas. Localizado uno de ellos, he visto que era un Sprint posterior, con el añadido nominal 747. También hubo otros llamados Thunderbird, con una serigrafía más moderna, con grandes letras blancas sobre superficie azul y una figura que pretendía sugerir velocidad.

Una colección del modelos al azar. De izquierda a derecha: Combination o Combi, fabricado por INDESA; Sprint (INDESA); Sprint 747 (INDESA); Thunderbird (INDESA); modelo desconocido (fabricados en Suiza); A15 Racing (por logotipo de espátula, edad aparente y denominación, este modelo es fabricado ya por Maxel). (Imagen: montaje propio).

No he logrado enterarme de qué fue de INDESA. Ya hemos visto la evolución de Reno, y es fácil de imaginar que, vendida la marca madre Attenhofer a principios de los setenta, quedara extinguida la licencia de fabricación española en la misma época.

Vamos a cerrar capítulo presentando al esquiador más famoso de la historia de Attenhofer. No lo fue por sus títulos deportivos, ni por sus habilidades sobre los esquís. Lo fue por otros motivos. Toda una celebridad mundial cuyo nombre sigue siendo citado hoy en día, a diario, por miles de personas de todo el mundo, y que figura estampado en algún objeto de cualquier rincón o estantería de la mayoría de los hogares del planeta, o aparece en las pantallas de las televisiones inteligentes cuando se encienden. Me estoy refiriendo a Walt Disney. Y nos acercamos a su experiencia esquiadora a través de la información aportada por Mary Beth Culler.

Disney se hizo bastante aficionado a la práctica deportiva a partir de que su médico se la recomendase para combatir los nocivos efectos del estrés. Se aficionó al esquí a mediados de los años treinta tras sufrir una lesión en el cuello jugando al polo, y pensar en buscar actividades menos peligrosas. Así que empezó a disfrutar de él en sus vacaciones familiares invernales.

Viejas fotografías de Walt Disney con esquís. (Imagen: waltdisney.org).

Disney se hizo amigo del campeón austríaco Hannes Schroll en Badger Pass, mientras recibía clases con su mujer Lily. Schroll era el director de la Escuela de Esquí Yosemite y estaba involucrado en el desarrollo de la estación de Sugar Bowl en el norte de California. Posteriormente, Disney invirtió en aquel proyecto, y el austríaco le recompensó honoríficamente cambiando de nombre al Pico Hemlock, sustituyéndolo por el de Monte Disney. Sugar Bowl se convirtió en uno de los destinos favoritos de la familia Disney para esquiar.

De izquierda a derecha: Lily, una hija de los Disney, Hannes Schroll y Walt Disney. (Imagen: sierraculture.com).

«En 1960 Disney produjo las ceremonias de apertura y clausura de los JJOO de Invierno cercanos a Lago Tahoe (California) [Squaw Valley]. Seis años más tarde propuso el desarrollo del Mineral King Valley, cerca del Parque Nacional Sequoia, como estación de esquí». El ambicioso proyecto fue finalmente abandonado tras la muerte de Disney y por la presión de los grupos ecologistas.

W. Disney exponiendo detalles del aludido proyecto de estación de esquí. (Imagen: recreati.com).

Durante las décadas de los cuarenta y cincuenta, los estudios Disney produjeron varios cortos de temática deportiva a modo de introducción a algunos deportes, en plan cómo practicar…. En uno titulado El arte de esquiar (1941), Goofy se prepara para un día en las pendientes. En algún momento, los espectadores pueden ver una señal identificando el edificio Sugar Bowl Lodge.

Otras prácticas deportivas habituales para la familia Disney fueron el patinaje sobre hielo, nadar y la equitación. En cierto lugar de exposición conmemorativa exhiben un par de esquís frecuentemente utilizados por Walt Disney. Son unos Attenhofer que combinan la madera y el metal en su construcción.

Más fotos de Walt Disney con (supongo) sus ¡magníficos! Attenhofer. (Imagen: waltdisney.org).

Por extraño que parezca, descartando la fabricación artesanal a pequeña escala en los primeros tiempos del afianzamiento del esquí alpino en los Alpes, Suiza ha albergado a muy pocos fabricantes de esquís a escala industrial. Aún a riesgo de olvidarnos a alguno, lo podemos dejar en tres. Dos de ellos dejaron de existir. El primero fue Attenhofer, al que hemos dedicado todo este artículo. Otro fue Authier, cuya existencia se prolongó algunos años más pero que acabó desapareciendo, pese al gran prestigio que atesoraba, probablemente por los elevados precios de sus productos. En la actualidad, Stöckli permanece como el único representante suizo que queda y quizás por ello, por orgullo patrio, homenajea a Attenhofer y Authier como predecesores, haciendo mención de ambos en el apartado de historia propia que incluye en su página web. Para los amantes de los recuerdos nostálgicos, del fetichismo del material u otros trastornos parecidos, igual va siendo hora de que localicen un par de tablas Attenhofer por ahí, para poder presumir de tener un par de esquís suizos en su colección, algo que, visto lo visto, ya no es tan común. Y como muestra, me despido con un atractivo ejemplo.

Attenhofer. (Imagen: antiqueskishop.com).

Attenhofer. (Imagen: antiqueskishop.com).

«Estos esquís de los cuarenta son conocidos como un par de esquís “clásicos” suizos. Llevan incorporadas fijaciones Attenhofer “Alpina Diagonalzug” y lo que es realmente interesante acerca de estos esquís es que los cantos (Parsenn GS) y la cobertura de la base fueron añadidos después de ser adquiridos, cuando esto significaba un “extra” para los esquiadores serios. El “Downhill” fue uno de los muchos modelos de esquís fabricados por Adolf Attenhofer […]». (antiqueskishop.com, traducción propia).

 

 

28 Comentarios Escribe tu comentario

  • #1
    Fecha comentario:
    15/02/2024 16:23
    #1
    interesante articulo :+:

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    • Gracias!
  • #2
    Fecha comentario:
    15/02/2024 17:12
    #2
    Curioso artículo :+:
    Me ha hecho pensar que mis primeros esquís fueron unos "Rossignol Concorde" con correas en 1976 heredados de mi padre cuando él se compro unos Sancheski a los que se refiere la primera pagina del artículo :) Gracias por recoger y explicar esta historia :+:

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    • Gracias!
  • #3
    Fecha comentario:
    15/02/2024 18:53
    #3
    Escelente y documentado articulo, que a la vez es mi historia :+:

    Yo empecé con unos Attenhofer de madera como los de la utlima foto, que eran de mi padre y que descubrí en una buardilla de mi casa, y luego con unos Attenhofer de madera de la casa Indesa.

    Y en los años 77 y 78 estuve esquiando con Maxel que me proporcionaba una casa de deportes de Madrid.

    En aquellos tiempos la importación de esquis no nacionales estaba prohibida, por lo que aprovechabamos los viajes al Pirineo para comprar marcas de esqui francesas, austriacas y suizas.

    El problema es que si te los pillaban en la forntera de la Seo de Urgell, te los quitaban y te ponian una multa, por lo que en alguna ocasión utilizabamos el truco de intentar pasar unos esquis viejos a Andorra para luego pasar con los nuevos, pero llego un jefe de aduanas que te obligaba a registrar la marca y numero de serie de los esquis que entrabas para compararla con los que sacabas, con la consecuencia del decomiso y multa si no eran los mismos.

    En Granada, aprovechabamos las Semanasa Deportivas de la SSN para comprarle a los esquiadores extrangereos los esquis que traían.

    Y tambien al equipo nacional.
    Recuerdo que le compré unos Rossignol Strato a Paco Fernández Ochoa (q.e.p.d.)



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  • #4
    Fecha comentario:
    15/02/2024 20:06
    #4
    #2 Si no me falla la memoria, los Rossignol Concorde eran unos elegantes esquís de suela azul clara (casi todos los Rossignol la tenían así entonces) y un diseño de dos rombos alargados en composición de negro y rojo algo oscuro y letras doradas. Los tuvo un amigo mío. Gama media tirando a alta. De Sancheski ya conté su historia en el libro ("Metiendo cantos"), pero volverán a aparecer por el blog.

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    • Gracias!
  • #5
    Fecha comentario:
    15/02/2024 20:15
    #5
    #3 Lo que cuentas pasaba con la mayor parte de los bienes de consumo (coches = Simca, Morris, Seat, Citröen, Renault... y algún Dodge Dart o Mercedes para determinadas personas; en la motos, llegaron unos motores Yamaha bicilíndricos a través de Sanglas, el resto era producción nacional = Derbi, Ossa, Montesa, Bultaco, Sanglas, etc.). De alguna forma, todavía con las limitaciones propias de la dictadura, en la primera mitad de los 70 sí que llegaban ya Fischer y Rossignol de gamas altas. No sé las causas, pero los recuerdo en tiendas.
    Para los que somos algo (o muy) mayores, si llevamos esquiando desde niños, la evolución del material, las marcas y los hábitos o canales de compra, forman parte de nuestra historia personal y, de paso, de la del país.

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    • Gracias!
  • #6
    Fecha comentario:
    16/02/2024 09:33
    #6
    Excelente artículo que también me ha traído muchos recuerdos. Muchas gracias por compartir!

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    • Gracias!
  • #7
    Fecha comentario:
    16/02/2024 17:24
    #7
    Mis felicitaciones, excelente artículo :+:

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    • Gracias!
  • #8
    Fecha comentario:
    17/02/2024 14:14
    #8
    Brutal artículo. Gracias. Aún tengo unos atenhofer rojos de niño sin fijaciones, nuevos a estrenar en mi colección.

    Miraré si son con ballesta, pero creo recordar que si. Blanca.

    Authier fue adquirida en ruina por Rossignol... A principios de los 70s fabricaron para Rossignol los famosísimos y super exclusivos Equipe Suisse, modelos Equipe Suisse descenso, RS, LTD, F2 y F3, que fueron campeones del mundo y olímpicos. Collombin, Russi, Schranz etc....

    https://www.nevasport.com/diariodeunfriki/art/63685/unos-esquis-pata-negra/


    Gracias por el fantástico artículo.



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    • Gracias!
  • #9
    Fecha comentario:
    17/02/2024 16:57
    #9
    #8 Muchas gracias por tus halagos.
    No sabía que Rossignol hubiera comprado Authier, pero no me sorprende. Su trabajo para los Equipe Suisse (años 70) debió de ser previo a su breve aventura empresarial propia, que se desarrolló preferentemente a lo largo de los 80 y 90.
    Enhorabuena por los Attenhofer y, sobre todo, por esos flamantes Rossignol Equipe. He leído tu reportaje con ellos y confieso que eres mucho más precavido y responsable que yo a la hora de calzarte fijaciones antiguas ;) yo no me corto demasiado a la hora de probar los que me van regalando ni los que conservo. Modestamente, también colecciono esquís antiguos. Sobre todo si se pueden utilizar, porque eventualmente me encanta volver a esquiar con ellos y, como bien cuentas en tu reportaje, hacer paralelo junto clásico, virajes derrapados, alternativo de competición, etc. Por cierto, agradeces las tomas a Tato Berini. No llegué a conocerle, pero, para un amigo de Valcotos con el que estuve esquiando (y bajando baches) muchos años, Tato era una referencia. Lo menciono en el capítulo titulado, precisamente, "baches", en mi libro "Metiendo cantos".
    No me enrollo más, me alegro que te haya gustado el artículo. Habrá más.
    Un abrazo. Y cuida esos magníficos Rossignol.

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    • Gracias!
  • #10
    Fecha comentario:
    17/02/2024 18:41
    #10
    Cada vez q voy a BaBé intento quedar co él... Un mito!?

    Abrz

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    • Gracias!
  • #11
    Fecha comentario:
    18/02/2024 22:54
    #11
    Excelente documento.Para cuando uno de los españoles....samid...sanchesqui y las botas de cuero segarra.Los.que aprendimos con esos cantos atornillados merecemos una Ola...o no ?

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    • Gracias!
  • #12
    Fecha comentario:
    19/02/2024 06:51
    #12
    Artículo extraordinario. Mi padre y mi madre usaron Attenhofer de madera.
    Les dabamos laca de vez en cuando. Los mandaron una vez al carpintero a poner cantos metalicos. Mi padre en un exceso se comprò unos A15. Increíble artículo. He pasado por casi todas esas marcas. He vivido todo lo que contáis, ha sido la mejor parte de mi vida, la humedad de los guarda esquís por las tardes, el Cofix, la cera, las limas...

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  • #13
    Fecha comentario:
    19/02/2024 09:43
    #13
    #11 Creo sinceramente que los que aprendimos con aquel material incorporamos cierto bagaje sensorial y técnico que nos ha venido muy bien para el resto de nuestra vida esquiadora. No me arrepiento de ello :) .
    Lo de un artículo sobre material nacional: Samid, Sancheski, Skandi, Roig, Puig, Niort, etc. sería bonito, pero por ahora no lo tengo previsto porque es algo que traté en mi libro "Metiendo cantos" (https://libros.cc/Metiendo-cantos-.htm?isbn=9788417768164). Incluso el caso particular de Sancheski lo volví a tratar más detalladamente en otro libro relacionado con el patinaje ("Homo skater").
    Este blog lo he creado para poder dar rienda suelta a temas de esquí que no incluí en el libro y, por ahora, tengo una buena lista de ellos, quizás cuando los agote me ponga con un artículo en plan "made in Spain".
    Gracias por tu lectura.

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    • Gracias!
  • #14
    Fecha comentario:
    19/02/2024 09:46
    #14
    #12 Me alegro que te haya gustado y hecho recordar momentos felices. Efectivamente, hace décadas, casi todos teníamos que pasar algunos ratos de taller improvisado con lacas, ceras, barnices, etc. Quizás era un modo más intenso e integral de vivir la experiencia del esquí... y poco rentable para los bares...

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    • Gracias!
  • #15
    Fecha comentario:
    19/02/2024 10:05
    #15
    Extraordinario, no solo por la historia de esta marca, sino por la cantidad de apuntes históricos y anécdotas que trae. Me gusta cuando al explicar la historia de algo, además se complementa con cosas paralelas.

    Lo de los esquís Maxell es una auténtica locura. Y debería tener su propio spin-off! :lol2:

    Por otra parte, Suiza, que es la cuna del turismo del esquí, curiosamente se quedó sin marcas de material ni tampoco de remontes. Los austriacos lograron quedarse toda esa industria. Quizás la herencia germánica.

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    • Gracias!
  • #16
    Fecha comentario:
    19/02/2024 10:10
    #16
    #4 exacto. Dos rombos negros sobre fondo rojo :+:

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    • Gracias!
  • #17
    Fecha comentario:
    19/02/2024 10:56
    #17
    #15 Gracias.
    Un factor importante de la industrialización del esquí (remontes, material, etc.) en Austria (y también en Italia) se desarrolló inicialmente gracias a fondos y planes internacionales para la reconstrucción estructural, finalizada la II Guerra Mundial. Suiza se quedó fuera de eso por su neutralidad. Supongo que, además, dado su elevado nivel de vida de entonces, no sería muy rentable fabricar allí. Y es que, efectivamente, aunque parezca que no, son muchas cosas aparentemente independientes, las que mantienen ciertas conexiones.

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    • Gracias!
  • #18
    Fecha comentario:
    19/02/2024 14:00
    #18
    Yo tengo unos A15 JET (según he visto de 1964) colgados en la pared. En cuanto pueda subo una foto. Me costaron mil pelas en el rastro y se los compré a un pollo que decía que su hermano había subido a Navacerrada el fin de semana anterior :lol2: :lol2: :lol2: . Corría el año de nuestro señor de 2001

    Un abrazo
    Nacho Campos

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    • Gracias!
  • #19
    Fecha comentario:
    20/02/2024 11:04
    #19
    Yo tengo unos A15 colgados en la pared. Me costaron 1000 pelas hace como 15 años en el rastro y el figura que me los vendió todavía me decía que su hermano había estado esquiando con ellos en Navacerrada el fin de semana anterior :lol2: :lol2: :lol2:

    A mi me parecen preciosos



    Un abrazo
    Nacho Campos

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    • Gracias!
  • #20
    Fecha comentario:
    20/02/2024 12:17
    #20
    Sí que son bonitos. Veo que tienen unas Marker pivotantes bastante antiguas como punteras de fijación (interesante), es probable que no se correspondan con el resto del sistema de cables y leva, y fuera una opción extra, aunque no lo puedo asegurar.
    Son igualitos que los del anuncio de la chica rubia del artículo. Pero no intentes buscarla en plan ligoteo porque: si en la foto tuviera unos 26 años, ahora, si la salud la ha respetado, rondará los los 85 años :lol2:
    Vamos, que tienes unas joyas desde un punto de vista histórico, esquís suizos de alta gama en su época.

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    • Gracias!
  • #21
    Fecha comentario:
    20/02/2024 20:30
    #21
    Impresionante! Unos Attenhofer Junior (de madera maciza) fueron mis primeros esquís (y me bautizaron con este nick), heredados de mi hermano y que todavía usaron mis primos pequeños. Iban con ataduras de cable, con correas de cuero, botas de cordones... Qué recuerdos de mis primeros tiempos en Navacerrada en los primeros 70. El salto a los siguientes esquís, unos fischer 1001 con sus ataduras "automáticas" salomon y unas botas nordica "de ganchos" fue tremebundo. Gracias por el documentado e ilustrado artículo!

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    • Gracias!
  • #22
    Fecha comentario:
    20/02/2024 20:39
    #22
    #21 Creo que quienes nos iniciamos en los 60 y 70, casi todos empezamos con madera, cantos atornillados, fijaciones de cable y botas de cordones ;) Tan mal no nos debió ir si seguimos en la brecha :lol2:
    Habrás comprobado que disfrutas de un nick con mucho pedigrí. Una cosa tenemos en común: ¡nuestro paso por los 1001! si estás atento a este blog, acabarán apareciendo en algún momento...

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    • Gracias!
  • #23
    Fecha comentario:
    21/02/2024 20:49
    #23

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    • Gracias!
  • #24
    Fecha comentario:
    21/02/2024 20:51
    #24
    en mi coleccion tengo unos por estrenar

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    • Gracias!
  • #25
    Fecha comentario:
    22/02/2024 16:56
    #25
    Buenas tardes a todos los apasionados y nostálgicos del esquí
    Enhorabuena por esa información de attenhofer
    Donde puedo comprar el libro clavando cantos ??

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  • #26
    Fecha comentario:
    22/02/2024 17:02
    #26
    #20 A ver si saco una foto del detalle de la fijación y la subo.

    Un abrazo
    Nacho Campos

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    • Gracias!
  • #27
    Fecha comentario:
    23/02/2024 00:29
    #27
    #23 bonita colección. Se me escapan detalles al ampliar, mi hermano tiene unos iguales a los blancos, los zebra supongo que son wolkl, los marrones y los azules no los veo bien (Rossignol y Sancheski quizás?).
    Me alegra ver que abundamos los viciosos en Nevasoort :lol2:

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    • Gracias!
  • #28
    Fecha comentario:
    23/02/2024 00:32
    #28
    #25 en un comentario anterior he puesto enlace de compra del libro. También si vas al blog vía Nevasport pinchando en la foto.

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    • Gracias!

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