¡Hola de nuevo!. En 2018 hice un pequeño viaje en busca de nuevas sensaciones y desaparecí del universo Nevasport para recalar en Solo Nieve. Fue un paso muy serio en su momento y que ha sido otra gran experiencia en la se ha tenido que trabajar duro para mantener unos números parecidos a los que movíamos en Nevasport. Vamos, que ha sido un poco como hacer un post grado. Pero las cosas cambian y esta etapa ha llegado a su fin. Y por ello, dado que parte del equipo con el que he compartido estas últimas temporadas ha venido a sumarse al proyecto Nevasport, yo no quiero ser menos. No se me ocurre nada mejor que volver aquí, con tan buenos recuerdos y donde intentaré seguir con un buen ritmo y, sobretodo, una ilusión renovada.
Y para los que no me conozcáis, me presento. Me llamo Jordi y soy ingeniero industrial y esquiador a partes desiguales, ya que habitualmente "solo" esquío casi todos los fines de semana y fiestas de guardar. Pero para compensar un poco la cosa, además de coleccionar esquís, bastones, guantes,… desde hace más de once años me dedico a plasmar mi afición en este blog que un día bauticé con el nombre de It’s a powder day! y desde el que intento transmitir mi afición desde prismas muy variados.
Muchos me preguntan qué hago con este nombre si habitualmente esquío en Masella y La Molina . Bueno, para empezar, no siempre ha sido así y de hecho, cuando empecé con esto, esquiaba cada fin de semana en Boi Taüll , en esos años gloriosos que suelen tener en la estación leridana. Y eso intentando combinarlo con alguna escapada en busca del maná blanco en algunos destinos míticos.
Pero en realidad no se trata de cuánta nieve hay cuando esquío, sino que el nombre es una declaración de intenciones, una máxima que deberíamos tener grabada en la mente todos los que tenemos la oportunidad de ponernos unos esquís en los pies y vivimos a más de 100 km de una estación de esquí.
Y es que para mí, en el momento en el que te calzas los esquís ya es un powder day. Con esta premisa, aquí encontrarás básicamente alegría y positivismo, independientemente de si ha caído medio metro, estamos esquiamos bajo la lluvia o simplemente tenemos que medir la nieve con un pie de rey.
Dicho esto, y aunque esquiar siempre esté bien, pocas cosas hay como un buen día de powder, esas jornadas que dan sentido completo a la afición que tenemos por este deporte y que todos llevamos grabadas en el recuerdo. Pero como estas son más bien escasas, sobretodo cuando eres esquiador de fin de semana, me busqué en su día una opción antagónica pero más factible de disfrutar casi cada fin de semana y casi tan divertida como el powder, el esquí de competición. Así que, si no es un powder day, me podréis encontrar habitualmente entrenando con el equipo de masters del CANM-C, intentando aprender un poco cada día y sobre todo pasándolo muuuy bien.
Han pasado más de tres años desde mi último artículo aquí, pero está claro que estoy como en casa. Porque mientras escribo este artículo y voy hablando con uno y con otro, me viene a la cabeza Fray Luis de León, y es que, aunque parezca mentira, me siento un poco como si no hubiera pasado el tiempo, es un "como decíamos ayer".
Si ya me seguías en las etapas anteriores, te invito a que sigas haciéndolo. Y si me conoces por primera vez, bienvenido, seguro que en esta nueva etapa del camino lo pasaremos bien porque… it’s a powder day!