Roger Moore nos ha dejado. Yo soy demasiado joven para haberlo conocido en El Santo. Para mí siempre fue el primer James Bond, ya que las del gran Sean Connery las vi después y, personalmente, me gustaba más Moore. Además, cuando pienso en James Bond esquiando siempre me viene él a la cabeza, con sus inconfundibles trajes Bogner y sus Olin en los pies, ya que fue el protagonista de dos películas en las que podemos encontrar algunas de las mejores secuencias de nieve de la historia: La espía que me amó y Sólo para sus ojos, pero tampoco hay que olvidar Panorama para Matar. Descanse en paz.
Desde aquí un recordatorio de esas secuencias, a modo de homenaje.
La espía que me amó. Secuencia previa a los títulos, que acaba con un salto base. Imposible no recordar ese traje amarillo:
Sólo para sus ojos. Parte de la película transcurre en Cortina d'Ampezzo y es allí donde tiene lugar una secuencia que es de las más espectaculares de la historia del cine:
Panorama para matar. Una vez más, el esquí aparece en la introducción. Y también el snowboard, super novedoso en la época:
Se echan en falta esas secuencias de 007 de hace años. ¿Volverán?