Este fin de semana sólo hemos podido esquiar el sábado, cosas de tener peques que se ponen enfermos. Pero la verdad es que ha sido uno de los mejores días de la temporada, lo que una gran mayoría consideraría un día de esquí perfecto. Y a juzgar por la gente que se veía en La Molina, no éramos los únicos que lo pensábamos. Y es que cuando se juntan todas las pistas abiertas, sol, ausencia de viento, buena temperatura y buena nieve, componen un cóctel al que es muy difícil resistirse.
Llegando a las 8.30h. Ya ves qué clase de día te espera. Buena nieve, -3ºC y sol
A pesar de ver el parking de la cabina a tope, en pistas se esquiaba muy bien.
Esta imagen define cómo estaba la estación. Un escándalo.
Pistas perfectamente pisadas
Da gusto esquiar con la estación así
Estábamos disfrutando de lo lindo
Y encima, cada vez que pasabas por la zona de Trampolí, un vaso de crema Knorr que estaba muy bueno y entraba de cine. Al final nos dieron unos briks para llevar a casa. ¡Estos montajes me gustan!
Iba pasando el tiempo y esperaba aglomeraciones, pero la estación absorbe bien y en la mayoría de pistas se iba muy tranquilo. Estas fotos son de las 12.45h
Con un día así, perfecto para bajar pistas, pude probar cómo van los Rossignol Pursuit 18 que me dejaron la semana pasada. Son de esos esquís que nunca tengo, ya que paso de tipo racing a all mountain o freeride. Y es un muy buen esquí de pista, efectivo pero cómodo a la vez. Se deja esquiar muy bien sobre el canto y a fondo, con buena estabilidad, pero no hay que estar con los cinco sentidos, es muy noble y cierra bien las curvas. Le tenía ganas a estos esquís tras ver que son los que lleva el director de la estación. Un esquí que siempre viene bien tener en el armario.
También pude aprovechar para hacer cuatro bajadas de SL para quitar el gusanillo (la pena es que todo lo que he bajado de palos este año lo podría haber comprimido en un par de días a tope).
No me acabo de ver bien, supongo que es cuestión de falta de entreno. Pero sigue diviertiendo, que es lo importante.
Pero como no sólo puedo vivir de pistas pisadas, también cayeron Els Cingles, Barcelona y La Nevera. Si te gusta bajar por zonas más complicadas, aquí lo pasarás bien.
Els Cingles. Al principio había que sortear piedras, pero unos metros más abajo estaba así de bien:
Bajando por algún punto entre Cingles y Barcelona con una vista espectacular:
Y la Nevera, con la nieve algo dura, pero también cayó un par de veces.
En resumen, otro gran día de esquí. Y lástima que no nos pudimos quedar para la gimcama de los forfaits de temporada, porque era una actividad que tenía buena pinta.
Este año está siendo muy, muy bueno. ¡Lo estamos pasando en grande y todavía quedan muchos días por delante!