Ya hace dos años que el proyecto SAPYRA, de instalación de barreras antialudes en el triángulo comprendido entre el Pas de la Casa, l’Ospitalet y Portè, concluyó.
Entre los años 2017 y 2020 se procedió a la instalación de pantallas y estructuras de diferente tipología para hacer frente a las avalanchas, en diferentes puntos de la carretera RN20, que une el Alta Arieja con la Alta Cerdanya, y también por la N320 (carretera del puerto del Puymorens).
Se trata de una carretera muy frecuentada en invierno por los esquiadores que acuden a las estaciones de esquí de Porté-Puymorens by Trio-Pyrénées, Pas de la Casa (Grandvalira) y Ax-Les Thermes (Ax-3 Domaines).
La implantación de esas estructuras se realizó gracias al citado proyecto SAPYRA (Sécurité des Accès Pyrénéens face au Risque Avalache), el cual fue financiado por fondos de la UE Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), más en concreto a través de los programas Interreg-Poctefa (programa 2014-2020). Sin embargo, todavía hoy continúan las tareas de mantenimiento y renovación de esas mismas barreras, bien integradas en el paisaje.
Y es en ese contexto que durante el verano se puede observar cómo en esas carreteras mencionadas se realizan diferentes tareas de mantenimiento. Con los rigores de una meteorología extrema, que en invierno afecta especialmente estas vías de comunicación, parece obvio que también es necesario realizar un seguimiento preventivo y otras tareas de mantenimiento. A veces para reparar, y en otras para sustituir.
O para instalar nuevas estructuras de barreras antialudes en corredores previamente identificados por el Departamento de los Pirineos Orientales de Francia. En esta fotografía superior, como puede observarse, vemos nuevas estructuras de barreras antialudes a la espera de ser instaladas.
En la siguiente fotografía podemos observar imágenes de las estructuras antialudes ya instaladas desde una perspectiva superior, y por tan poco habituales de ver. Están situadas en la cara sur del puerto del Pimorent (Puymorens), justo cuando la carretera pasa por encima de la vertical del mismo pueblo de Porté, situado a 1.600 metros.
Aparentan estar algo deterioradas en su parte de madera si las comparamos con las nuevas. Recordemos que en este mismo punto, el 30 de enero de 1986, una avalancha que se originó en la Jaça Gran, a 2.200 metros, se precipitó por la pendiente de la montaña hasta el pueblo de Portè.
Una residencia, de nombre Font Freda, fue afectada plenamente y dejó varios destrozos en el edificio y provocó la muerte de dos personas. También afectó dos chalets en la misma zona.
Intento imaginar con qué velocidad descendió esa avalancha. Observando la verticalidad de la montaña y el desnivel que hay entre el pueblo (1.600 m) y la zona desde donde realizamos la captura (2.000 m), se puede intuir el poder destructivo. A día de hoy estas estructuras, gracias a su posición perpendicular a la línea de pendiente, consiguen fijar el manto de nieve en una pendiente muy pronunciada. Y os aseguro que la fotografía no hace justicia a la verticalidad del terreno.
Adjunto fotografías del sector Estanyol de la estación de esquí de Porté-Puymorens, con el característico e identificable corredor de avalanchas que se sitúa en paralelo a la pista Sapins. Se puede observar la anchura y longitud del corredor del alud de uno de los contrafuertes del pico de L'Estanyol, así como su zona de frenada.
Para quien desee conocer con detalle esta zona, la excursión al pico del Coma d’Or (2.821 m), situado entre los Departamentos del Ariège y los Pirineos Orientales de Francia, es una buena opción para entender el porqué de las avalanchas frecuentes en esa zona.
Coma d’Or, atalaya sobre l'Arieja y el Querol
El Coma d'Or es una cima fronteriza entre la cuenca Atlántica y la Mediterránea y, como toda la zona del Puymorens, se beneficia de una situación ambivalente para recibir una buena innivación. Por su orografía, con varias cimas cercanas a los 2900 metros, y su situación geográfica en la confluencia de las dos cuencas citadas, estos valles se benefician a la vez de las borrascas de oeste o norte, por un lado, y de este y sur, por el otro.
Lo que llamamos un cruce de caminos pero en versión cruce de valles, que direccionan, y un grupo de cimas altas que retienen el paso de las borrascas. Prueba de ello son los partes de nieve que ofrece la cercana Porté-Puymorens. Si viene de norte, seguro que reciben buenas nevadas. Si viene del sur o del Atlántico, siempre “pillan” algo. Y si viene de levante, les cuesta más, pero alguna cosa “rascan”.
La excursión de verano al Coma d'Or (2.821 m) no es difícil, pero sí exigente físicamente, ya que son casi 900 metros de desnivel y 15,7 km de ruta. Ofrece unas panorámicas espectaculares del Pirineo de Ariège oriental, el macizo del Carlit y el lago de Lanós.
Salida desde el puerto del Pimorent
Se llega desde la carretera R N-320, la carretera del Coll de Puymorens. Si venimos desde Puigcerdà, y cuando ya hemos pasado el punto más alto del coll del Pimorent y ya se inicia el descenso suave hacia la vertiente norte, hay que prestar atención a una pista forestal que se dirige hacia la derecha.
Se hace obligatorio estacionar el coche poco después de rodar un centenar de metros, y tiene el inconveniente que hay pocas plazas disponibles. Además, en verano suele estar muy concurrido por las autocaravanas. La mejor alternativa es aparcar en el mismo coll del Pimorent, donde hay una buena explanada, también ideal por si se quiere realizar la excursión al Pic de la Mina.
Iniciamos la caminata a 2.000 metros en dirección claramente hacia el este, el valle de la Coma d'En García, muy bien identificable por su forma de U.
El sendero
El primer tramo del camino es ancho, está bien marcado y trazado. También es el menos atractivo, ya que es lo suficientemente amplio para permitir el paso de vehículos autorizados de mantenimiento del EDF. En esta zona hay un conjunto de tuberías enterradas para el transporte del agua que proviene de Lanós y de Cortal Rossó. Esta infraestructura sirve para abastecer de agua a la cercana central hidroeléctrica de l'Ospitalet que ya se sitúa en la vertiente de Ariège.
A partir de la cota 2.200, aproximadamente, el camino se convierte en un auténtico sendero de montaña que nos permitirá llegar hasta la portella de la Coma d'en Garcia, a 2.531 m. Un buen lugar para el descanso y para observar ya claramente los picos de la Coma d'Or y su vecino Puig Pedrós de Lanós (2.842 m), este último con su imponente cara norte.
Alternativamente, podemos iniciar un pequeño descenso en dirección sudeste hasta la Portella de Cortal Rossó, a 2.530 m, desde donde disfrutaremos de una magnífica panorámica sobre el lago de la Coma d'Or.
A partir de la Portella de Cortal Rossó, el sendero remonta de nuevo hacia el este, flanqueando por la vertiente norte el pico de Cap de Llosada (2.719 m). Es un sendero bien trazado y ya no tiene pérdida posible hasta llegar al mismo pico de Coma d'Or. Una vez en la cima hay dos picos separados por unos pocos metros.
Para llegar al segundo hay que pasar un paso algo comprometido por su caída aérea en su vertiente norte. Impresiona, y pese a no ser un paso técnico, hay que tener cuidado. No hace falta arriesgarse a visitarlo porque, cuando se pisa, da la sensación de que es ligeramente más bajo que el primero.
En la cima se puede disfrutar de las magníficas panorámicas de 360° del Pirineo oriental del Ariège, de buena parte de Andorra y de una parte de la Alta Cerdanya. Especialmente remarcables las vistas aéreas del Lago de Lanós, a la sombra de la cara norte del Carlit (2.921 m).
Desde la cima, siendo esquiadores os gustará observar hasta tres estaciones de esquí: Grandvalira, Ax-3-Domaines y Porté-Puymorens.
La vuelta por Cortal Rossó
La bajada del Coma d'Or se puede hacer rehaciendo el camino de subida o, si se prefiere, se puede realizar por Cortal Rossó. En la primera parte se hace la bajada siguiendo la cresta en dirección sur que sale de la misma cima del Coma d'Or, pasando por el Pico de Cortal Rossó (2.692 m) y llegando hasta la Portella de Lanós (2.516 m). La bajada se realiza por un sendero poco marcado, por lo que en caso de niebla puede ser más dificultoso llegar a la portella.
A partir de la portella de Lanós el sendero se orienta hacia oeste y va siguiendo el río de Cortal Rossó por su margen "umbrío", hasta llegar a una zona de prados húmedos. Pasamos por una esclusa que recoge el agua del río para transportarla por un canal y un túnel hacia la Coma d'en García.
Cuando ya habremos atravesado la zona de los humedales (secos en este verano de 2023), la llanura se estrecha por su perímetro de suroeste y enlaza con un camino que permite el paso de los vehículos a motor que, cabe suponer, deben utilizar los vehículos autorizados de la empresa hidroeléctrica y de los operarios de mantenimiento de las pantallas antialud de la zona.
Es en este camino desde donde realizé las fotografías de las estructuras de protección de avalanchas que se explican en el artículo. Unas avalanchas que con la instalación de las barreras ya no se repetirán.
También se puede observar con perspectiva casi aérea el pueblo de Porté, la carretera del Puymorens (N 320) y la estación de esquí de Portè-Puymorens.
Ya únicamente nos quedará seguir este camino hasta el punto de salida, disfrutando de los paisajes de este tramo final de la ruta y, lo más importante, empezar a pensar en la nieve que en pocas semanas cubrirá las montañas del Puymorens.
Por si interesa:
Track en Wikiloc.
Track en Strava.
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