A veces me pregunto: si pudiéramos esquiar todo el año al lado de casa: ¿Nos gustaría tanto este deporte? Hoy, domingo 8 de abril, es uno de esos días donde mezclamos de nuevo sentimientos. Hoy cerramos, una vez más, otra temporada en Vallter 2000.
El último día de la temporada, año tras año, siempre tiene un patrón muy similar. Se inicia con un aire de semi festividad pero a medida que pasan las horas va decayendo en una serie constante de entre "hasta la vista" y alguna despedida. Aunque poco a poco las últimas semanas ya te habías empezado a hacerte la idea de que esto se acababa, cuando finalmente afrontas y dices esta es "la última bajada de la temporada", y la haces, sabes que entonces sí llega el punto final a la temporada.
En mi caso, o en el de muchos monitores de esquí o trabajadores de la estación en general, el equipo de compañeros se ha convertido en parte de ti. Cuando sabes que el verano es muy largo, marchas de la escuela esperando que todos, en el próximo año, continúen en tu equipo con el que tan cómodo te has encontrado. Y cierras la puerta, pensando que si en este mercado de verano hay un Griezman de los monitores, esperas verlo recalar en tu equipo.
Pero al subir al coche, bajas de la nube, ordenas los pensamientos y los pones en su lugar. Cuando eres el Girona de la categoría lo más importante es conservar las primeras espadas, como los Stuani, los veteranos que dan equilibrio al equipo. También los Choco Lozano, jóvenes con un gran futuro por venir. Mantener el Portu de Santos, o recuperar aquellos olotenses cedidos, el que tiene a la madre de permiso o en aquel que hace hamburguesas en su restaurante familiar. Todos y cada uno de ellos se han convertido en componentes importantes del engranaje de la Escuela.
Motor encendido, coche cargado e iniciamos las primeras curvas en descenso. Por el retrovisor puedes observar unas montañas blancas con espesores de nieve que ya hubiéramos querido tener por Navidad. Y cuándo entras en tu casa toca pasar página. Toca guardar el material de invierno. Pero yo, durante unos días, para que me sea más fácil de llevar, dejaré mis esquís rojos en el comedor, que no sé si hacen conjunto o no, pero mis Atomic Redstar TR que me han acompañado toda esta temporada, se merecen un buen homenaje.
Uri Cornet
Profesor esquí en Vallter 2000
Último día de la temporada en Vallter con los esquís y la chaqueta colgando (Foto: U. Cornet).