Mi Valle de Ordesa

Mi Valle de Ordesa
Hoy es 27 de abril de 1958 y estamos todos en casa medio locos. Papá acaba de llegar de una de sus largas marchas militares y nos ha traído en el bossillico superior de la de la chaqueta de montaña, un gatico pequeñín que asoma su cabecita y sus manitas por el borde del bolsillo. Nos hemos tirado a mi padre (creo que empecé a llamarle así por esta época), a quitarle el gatico como bestias, Mi tata Maribel casi se mata, y yo me he dado un golpe con el borde...
Hoy es 27 de abril de 1958 y estamos todos en casa medio locos. Papá acaba de llegar de una de sus largas marchas militares y nos ha traído en el bossillico superior de la de la chaqueta de montaña, un gatico pequeñín que asoma su cabecita y sus manitas por el borde del bolsillo. Nos hemos tirado a mi padre ( creo que empecé a llamarle así por esta época ), a quitarle el gatico como bestias, Mi tata Maribel casi se mata, y yo me he dado un golpe con el borde de la chimenea que tengo un bollico en la cabeza.

- Papá. ¿Os gusta?

- Papi que bonico ¿donde lo has cogido?

- Papá. En Ordesa, había una camada de crías y estaba la madre muerta de un disparo, nos los hemos repartido entre varios.

Nada más oír eso casi me desmayo. ¿Como le vamos a bautizar?, ”MINUENDO”, dijo mi padre con voz muy seria. Nos ponemos la ropa de los Domingos, mamá se enfada pero papá se pone hasta corbata, y yo una con goma, tengo dos, una de puntitos y otra a rayas, me pongo la de rayas. Y en el salón de casa le bautizó papá. Que bien, que bonico!!.

- ¿que os parece si el domingo, viene el tío Eduardo, y nos vamos a Ordesa?, dijo papá, siiiiiiiiiiiiiiiiiiii, contestamos todos, mis tatas y yo, y mamá la pobre sin decir ni mus, aunque sabía que tenia que hacernos los bocadillos de tortilla de patatas y llevar muchas cosas.

MI VALLE DE ORDESA



Entrada a Ordesa


Mi valle de Ordesa es precioso, es muy salvaje, está lleno de animales, y muchas plantas. Los militares de tanto ir de marcha, han construido una pequeñita vereda, por la que papá y yo vamos de marcha, cuando me lleva.

Papá yo y el tío Eduardo


Cuando llegó el tío, nos pusimos en marcha, (papá se había comprado una cámara de fotos, las fotos que veis las hicimos con ella). Llegamos después de mucho tiempo y mamá y mis tatas se quedaron en la virgencica de la entrada. Papá , mi tío y yo, nos vamos con las mochilas (la mía todavía la tengo), a una cascada de agua maravillosa que se llama "cola del caballo". Hemos ido por un caminico que han echo los militares cuando van de marcha, porque no hay caminos, ni nada, solo este.

Papá yo en Ordesa


¡¡¡Que bonico, algunas ardillas nos siguen!!! y papá de vez en cuando dice mirad, mirad, y pasan unos sarrios cruzando el camino sin hacernos ni caso. Más adelante (me duelen los pies, pero me callo porque ya soy fuerte), empezamos a pararnos para coger fresas, hay miles de ellas, son muy chiquitinas, pero saben muy bien, esta todo el camino debajo de los árboles lleno. Dice papá que a la vuelta llevaremos para casa fresas, huele toda la casa después varios días.

La verdad es que no se que día es hoy, pero hace calor y huelen muy bien las flores, si, se que estamos en al año 1958. Se me olvidaba deciros que el suelo esta un poquito mojado, porque ha debido de llover, huele de maravilla. En el caminico por donde vamos hay un río que baja muy deprisa y huele muy bién también, se ven muchos peces, papá dice ”que son truchas”, no lo se, si se que papá con un amigo se marchaban a pescarlas cuando podían donde empieza el Río Aragón, a mamá le gustan mucho, y papá nunca se las comía, a mi también me gustan.

Papá yo paseando por Ordesa


Hay un prado muy grande según andamos y luego llegamos a un sitio muy bonico que se llama "gordas del soso" o algo así, hasta que se oía el ruidico de la cascada esa tan delgadica y alta, muy alta, casi llegaba al cielo.

Pero una de las cosas que mas me gustaba cuando papá me llevaba a Ordesa, era decir que eso era Jaca, es de Jaca y Jaca es la dueña de Ordesa, y también de Panticosa y de la Selva de Oza, me parece que es así, (ahí soltó papá al gatico cuando tenía tres años, se lo llevó papá, porque cuando vino la cigüeña y trajo a mi tata la pequeña, se ponía debajo de la cuna y a mi madre un día la dió con la patica y la hizo mucho daño. Era tan grande que parecía un tigre, tenía rayas, muchas rayas, de color oscuro y dormía conmigo encima de mi cama. A mi me quería mucho.

LOS ÁRBOLES



En Ordesa hay de todo, yo llevo siempre un cuaderno, y los dibujo, papá me dice muchas veces, que porque no leo lo que viene detrás de la tapa verde final, es la tabla de multiplicar que viene por detrás, y yo le digo: Papáááááá que estoy pintando árboles.

Hay de todo, pinos de esos de navidad, otros muy altos, muy altos, que me gustan mucho los troncos, son como blancos, después matas con miles de florecicas y algunas veces cogemos Edelweiss (la flor de las nieves) que tienen las hojas blancas de algodón, y también hay pinos como del color del lápiz así como negricos o algo así.

Luego viene una cosa muy bonica, que es cuando nos sentamos a comer, papá nos dice venid, y nos escondemos detrás de una matica, tiramos migas de pan y las Ardillas vienen a comérselas, a veces aparecían unas cabras con unos cuernos muy grandes y las ardillas salían corriendo. Papá nos dice que vayamos detrás de el porque puede salir un oso, y eso es muy peligroso, a veces veíamos lobos corriendo por los prados y también jabalís bebiendo agua en el río, "que bien huele el río", bueno y todo Ordesa.

Papá dice que más adelante está el monte que se ha perdido, y entonces nos dice que tenemos que bajar. Mamá está con mis Tatas, ya han comido y cuando llegamos abajo, me mira mamá con cara de asombro. No se porqué, a lo mejor porque tardamos muchas horas y llegamos por la tarde. Mira a papá con cara de mal genio y yo me hago el despistado, porque Ordesa (que es Jaca), me tiene enamorado, es parecido a lo que siento por Maria José, que vive al lado del Chalet de Doña Inés, pero distinto.

MIS ANIMALES



Mi gato Chufi


Los cazadores amigos de papá traen animales a casa, papá llama al tío Luengo, es médico y vive al lado nuestro y el tío los cura y como nos ponemos muy borricos mis tatas y yo, papá nos deja que estemos con ellos, hasta que se curan y luego los suelta.

Además de los perros que siempre hemos tenido estuvo con nosotros, BENITO, era un búho muy grande con orejas, papá se hizo unas cosas de tela gorda en los hombros, dormía en la galería de casa y le queríamos mucho, BENITO se murió a los 15 meses de estar en casa porque se bebió agua con jabón y le salían burbujas por la boca, todos en casa llorando. Papá tiene algo especial con los animales, habla con ellos, nos dice que le enseñó una Sra India-Mejicana que le cuido de chiquitín.

Después tuvimos cinco meses una grulla muy bonita a la que le dábamos sardinas y las cogía en el aire y se veía como bajaban por el cuello, jugábamos con ella al escondite y nunca nos picó, la soltaron y todos a llorar. Tres perros, Chacur, Buri y Eder. Cogieron enfermedades después de unos años y el tío Luengo les puso una inyección, todos a llorar. Luego tuvimos un Tejón pero papá no nos dejó con el mucho tiempo porque era muy peligroso. Después un Águila Imperial preciosa, se había roto un alita y el tío Luengo le puso unas tablas y se curó ¿que paso..? a llorar cuando se fue volando.

Estábamos siempre llorando, pero lo mas bonico que he visto en mi vida fue CIRILO, era un gorrión que trajo un chico a casa, porque se había caído a la calle desde el nido.

Papá se estuvo levantando para darle de comer Galletas María con leche cada tres horas casi dos meses, y se lo daba con la punta de la lengua, nosotros le dábamos con un palillo. Le hicimos una casita con cristales para que no se sintiera enjaulado, comía con nosotros en la mesa y cuando se bañaba lo hacía en los vasos de agua. le decíamos Cirilo cochino, y le dábamos una tobita, el se enfadaba y volando se subía encima de nuestros hombros y nos picaba la oreja.

SE MARCHABA POR LA MAÑANA VOLANDO Y DABA EN LA VENTANA CON EL PICO CUANDO VOLVÍA A CASA, un día vino con una chica gorriona pero no entró. El gorrión Cirilo, VIVIÖ CON NOSOTROS 14 AÑOS!!, SI, 14 AÑOS!!, nos lo trajimos a Madrid cuando papá le destinaron. Cuando se murió de viejo, casi nos morimos con el. Venían a casa veterinarios a hacer fotos, pues según ellos era algo dificilísimo de ocurrir, escribían todo, lo que veían y hasta las cosas que papá le había enseñado.

Mi gato Chufi


En casa de mis Tatas hoy en día, después de 45 largos años todavía sigue habiendo animales, y yo como vivo en un piso tenemos un gato precioso, le llamamos CHUFI, porque es de Valencia, y nació muy blanquito. Pesa 5,30 Kg. Es un cruce de persa y Siamés, es muy bueno y dulce..

Los animales, Ordesa, en fin, JACAAAAAAAA, cuanto te quiero a ti y a quienes viven en ti.

Mil besos.

Carlos H.

1 Comentarios Escribe tu comentario

  • #1
    Fecha comentario:
    12/04/2006 04:23
    #1
    Viejos recuerdos de niño (bueno, no tan viejos), que aun soy un chaval me han inundado mis ojos con esta historia que nos has puesto Carlos.

    Aquí seguimos, a la espera de otra bonita historia, un millón de gracias por ofrecernos esos recuerdos tan cariñosos que guardas de tu infancia, si más de uno nos sentaramos a recordas los tiempos en los que nuestras madres nos llevaban la lecha con esas galletas María que a tantos niñ@s nos han hecho crecer...

    Un abrazo desde Jaca!!

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