Es un plato muy típico de Aragón y Cataluña, sobre todo de sus zonas de huerta. La materia prima es muy simple, verduras, sal, aceite de oliva y los aliños que queramos hacer. Pero os propongo una forma de llevaros el plato a las pistas, hacerle después una empanada. Veamos.
Ingredientes para 4 personas.
- 2 Berenjenas negras normales, de unos 15.- cm de largas más o menos.
- 2 Pimientos rojos grandes.
- 2 Calabacines normales, de unos 25.- cm de largo aproximadamente.
- 4 u 8 Cebolletas dependiendo del tamaño. Se pueden sustituir por cebollas normales, pero son mejores las tiernas.
Su elaboración es muy simple. Se lavan bien todas las verduras y se ponen en una fuente de horno. Se salan al gusto y se pintan con un poco de aceite de oliva. Horneamos a 180º durante unos 30 minutos más o menos vigilando que no se nos quemen. Si antes vemos que las cebolletas ya están hechas, al ser más tiernas se hacen antes, las sacamos y reservamos. Cuando ya están hechos, sacamos todo del horno y las dejamos que se atemperen. Es un plato que no se come caliente pero tampoco frio, claro que esto va a gustos.
Para servirla, por cada ración pondremos la mitad de una berenjena cortada longitudinalmente, la mitad de un pimiento rojo cortado igual, la mitad de los calabacines y las cebolletas enteras. Se aliña con sal gorda y aceite de oliva virgen, cuanto mejor sea el aceite, más gusto tendrá. Se le pueden añadir unas anchoas, queda un plato soberbio, o virutas de jamón, también muy rico o lo que más os guste ya que admite muchos aliños. Hay quien la aliña con una picada de aceite, ajo y perejil. Y ya está, buen provecho.
Para llevarse tan suculento majar a las pistas, y comer sano sin necesidad de bocadillos de todos conocidos, os propongo hacer con la escalibada una empanada. Para esto solo necesitamos un par de láminas de hojaldre o masa quebrada, fresca o congelada, que encontraréis en cualquier supermercado. Primero estiraremos un poco la masa. Para ello, en una superficie plana y limpia, la encimera de la cocina vale, echamos un poco de harina, ponemos la masa encima y la vamos estirando y volteando con la ayuda de un rodillo. Si no tenéis rodillo de amasar, se puede hacer con una botella de vino vacía y sin las etiquetas. Una vez estirada una placa de la masa, la ponemos sobre un molde de tarta o sobre una bandeja de horno. Previamente echaremos un poco de harina para que no se nos pegue. Ponemos las verduras de la escalibada troceadas y mezcladas, con el aliño que queramos, encima de la masa. Repetimos el proceso con la otra placa de masa y tapamos la escalibada. Sellamos los bordes uniendo las dos placas y volviéndolas hacia arriba, pintamos con un huevo batido para que quede doradita, pinchamos con un tenedor varias veces para dejarle que respire y horneamos a 200º unos 15 o 20 minutos o hasta que veamos que está “subida” y dorada. Hacer porciones y a disfrutar. Os dejo una foto.