El año pasado os animaba a todos a darle al freestyle tras el camp de Freexki de 2022. Creo que el mensaje ha calado y el camp de 2023 ha sido una barbaridad. Hemos sido 15 participantes, de edades y niveles muy variados, y todos con ganas de mejorar nuestro nivel de esquí.
Os dejo primero con el vídeo, para que veáis lo que puede dar de sí un solo día de camp y luego mis reflexiones.
Durante las semanas previas al camp, conforme iba creciendo el grupo de whatsapp en el que estabamos los asistentes me iba quedándo más y más sorprendido. Este año ha venido gente de Girona, Zaragoza, Bilbao, Barcelona, Pamplona... todos a Madrid, en verano y con ganas de esquiar y mejorar.
Y digo cláramente ganas de esquiar. Sin añadir el apellido del Freestyle, porque cada vez más creo que mucho de lo que se aprende en estos camps es básico para ser mejores esquiadores.
Habilidades como saltar, agarrar los esquís demostrando control aéreo, esquiar en switch o incluso pasar algunos cajones son accesibles para cualquier esquiador y deberían formar parte del repertorio de cualquiera que se considere buen esquiador.
Mucha gente esquía por inercia, como robots, llevan años haciéndo gestos que ni se plantean, que a menudo son errores técnicos y es tremendamente difícil "recuperar el control" sobre esas piernas o brazos para corregirlos.
Entrenar esquí freestyle te desbloquea por completo. Tu cuerpo tiene que aprender a hacer cosas nuevas, y tenemos que entrenar a nuestro cerebro para adaptarse a esas nuevas sensaciones.
Si crees que llevas el peso centrado te reto a hacer un salto de 4 o 5 metros como el de snozone. Cualquier desequilibrio ahí se magnifica. Si crees que eres capaz de repartir bien los pesos entre esquí interior y exterior te reto a subirte a un PVC y no escurrirte a la primera (o a la quinta vez).
Por eso creo que de este camp todos salimos mejores esquiadores. No sólo porque podamos saltar con seguridad o darle a una barandilla. Si no porque todo el trabajo de propiocepción, en las camas elásticas, indoboards; y después con los esquís en situaciones nuevas nos obliga a resetear el cerebro y aprender a que el cuerpo de verdad haga lo que nosotros queremos y no al revés.
Quizás no haya detallado mucho de lo que hicimos, pero para eso está el vídeo, y además habrá segunda parte ya que hubo mucha, muchísima progresión este año.