Esta última semana ha sido de locos, primero la apertura de Valdesquí con el madrugón más loco que me he pegado para ir a esquiar y el parking cerrado a las 7:30 de la mañana. Buena nieve pero un cierre al día siguiente que no presagiaba nada bueno.
Después llegó Filomena, y lo puso todo patas arriba. Esta tormenta, que todavía tiene la mayoría de calles de Madrid bloqueadas por la nieve nos ha dejado imágenes difíciles de olvidar. El viernes empezó a nevar fuerte y salimos a dar un paseo y ya se veía un montón de coches con problemas en las cuestas. Pero nada que los que estamos acostumbrados a la nieve no hayamos visto antes cuando nieva en ciudad.
Lo fuerte fue el sábado, que continuó nevando. Salimos a dar una vuelta con los esquís y nos cruzamos con estampas que podrían ser del decorado de cualquier peli post apocalíptica. Autobuses abandonados, coches en mitad de la carretera y la poca gente que saliamos a dar una vuelta caminando por el medio de una solitaria Castellana por la que apenas pasaba algún vehículo especial. Es extraño ver sitios por los que pasas todos los días en ese estado.
Cómo ya había visto vídeos de gente haciendo mushing por las calles, esquiando y hasta algún tiranosaurio en libertad, decidí hacer algo un poco diferente. Ya sabía que cerca de mi casa las mayores cuestas estaban en un parque y cuando llegamos vimos que claramente no era suficiente para bajar. Tenía la idea de un vídeo que me parecía gracioso y que cualquiera que esquíe podría entender. El resultado:
El título es un claro homenaje al vídeo de Philipp Klein: Freeride at Home que dio vueltas por todo el mundo en Marzo. En mi caso, que se hiciera viral o no era lo de menos. Lo que me da satisfacción es tener una idea en la cabeza y conseguir plasmarla en vídeo con una calidad que yo considere aceptable.
El domingo volví a salir a la nieve, esta vez con esquís de travesía, para facilitarme un poco la movilidad. Hacía sol, casi calor y había mucha gente en el parque. Decidí ir a intentar hacer alguna bajada y sacar alguna foto que creo que va a ser irrepetible.
Y es que tengo la sensación de haber vivido un evento único, que probablemente no se repita. Y quería sacar una foto haciendo un giro en nieve virgen delante de las 4 torres de la Castellana que veo casi a diario. Vosotros me diréis si mereció la pena.
Y al final, todo lo que grabé he decidido recopilarlo en vídeo, con algunas reflexiones extra que quizás os resulten interesantes, además del making of del vídeo Freeride Near Home, que creo que está bastante divertido. ¿Vosotros que tal lo habéis pasado con Filomena? ¿Tenéis esa sensación de que es algo único e irrepetible?
Debajo de la mascarilla se intuye una sonrisa 
