Lo primero que quiero dejar claro es que este post lo hago gracias a Izipizi que me han dejado un modelo de prueba de las Glacier para que les haga esta review.
Estas gafas de estilo retro tienen un aire que me encanta. Me recuerdan a la época de los 90, cuando empecé a mejorar en el esquí y a ser autónomo en la nieve y supongo que me provocan algo de nostalgia de otras eras. Como el look no lo es todo, os voy a contar algunas de sus características.

Este tipo de gafas glaciar obviamente ha de ser de categoría 4, que si os habéis leído mi post anterior deberíais saber que dejan pasar entre un 3 y un 8% de luz visíble. No son aptas para conducir, al menos en España, según la legislación vigente.
Las lentes son planas, con lo que no alteran apenas la visión. Tampoco tienen ningún tinte, por lo que resultan bastante neutras en cuanto a la percepción del color y no fatigan la vista. Las patillas son flexibles y se colocan fácil detrás de las orejas, con lo que es imposible que se muevan. Las piezas laterales y del puente no son de cuero, seguro que encarecería mucho el pack, pero son bastante suaves al tacto.
A falta de glaciares, en Madrid tenemos un sol de justicia en verano, que ni a 2.000 metros deja de agobiar. Así que me fui de ruta desde Navacerrada hasta La Maliciosa a ver que tal funcionaban las gafas.

Nada más ponerlas la sensación es rara, tener las piezas laterales tan pegadas a la cara pensaba que me iba a agobiar en cuanto empezara a sudar, pero nada más lejos. De hecho, me animé a correr en la parte inicial para forzar un poco más de la cuenta y poner las gafas a prueba.
La sudada fue importante, y de hecho subí hasta La Bola del Mundo en unos 40 minutos, que no está nada mal para ir por el collado. Las gafas aguantaron bien, me caía el sudor a chorros pero no pasaba de la parte superior, no se empañaban ni manchaban, con lo que seguí hasta la Maliciosa con satisfacción.
En la cima tocó sacar el dron. Este era el sitio con la superficie plana más pequeña desde la que he despegado y aterrizado con diferencia. Sin embargo el Karma sigue dándo la talla y haciéndo muy fácil lo dificil.


Es de agradecer que las gafas no se muevan nada cuando estás concentrado en algo y con las manos ocupadas. Puedo imaginarme que en las situaciones complicadas donde un alpinista no puede permitirse lujos, unas gafas mal ajustadas te pueden jugar una mala pasada. Los vuelos quedaron impresionantes, si queréis verlos, al final del post os dejo el vídeo.
En conclusión, unas gafas buenas y bonitas, sin llegar a ser low cost, pero de una marca relativamente nueva, que hasta ahora vendía gafas de ver en farmacias y se mete en el mundo del deporte. Si queréis ver el vídeo completo, aquí os lo dejo:
Enlace a la web de la marca: Izipizi Glacier