Cerler, el mayor desnivel del Pirineo
Pero lo más impresionante no es eso, sino esquiar de pico a pico. “En Cerler se esquían montañas”. ¿No se esquía siempre en montañas? “No, en la mayoría de estaciones se esquía en valles. Aquí se esquían los picos, como Gallinero o Cogulla. Se esquía bajando cumbres, es una estación alpina”, aclara Jaime Ríos, responsable de marketing y comercial de Cerler.
Por eso Cerler tiene un enorme desnivel, según afirma, el más grande del Pirineo. “Por ejemplo, para un descenso olímpico se requieren al menos 800 metros de desnivel. Hay muchas estaciones que no lo tienen. Nosotros lo tenemos desde varias cimas diferentes”, continúa Río. Desde el Pico Gallinero (2.630) hasta la base de la estación en el pueblo de Cerler (cota 1.500) hay más de 1.100 metros de desnivel… Pero lo relevante no es eso, sino que la gran zona esquiable está entre 1.800 y 2.630, mucho desnivel y a mucha altura. Es la gran ventaja de esquiar de pico a pico. El gran inconveniente es el clima, picos muy altos y muy expuestos al viento y al mal tiempo en pleno invierno, sin la protección amable de los valles.
“¿Más puntos fuertes de Cerler? Esquiar en zonas de bosque. Tener un pueblo de verdad en la base, con casco histórico y todos los servicios. Y que no decepciona a los esquiadores, tengan el nivel que tengan. Desde las amplias zonas de debutantes hasta pistas con tremendos desniveles, que son grandes retos”, añade Río. “Los que saben esquiar de verdad disfrutan mucho”.
Es cierto. Llegamos a Cerler tras un día de calor, en el que la nieve ha transformado y tenemos nieve dura, de esa que hace ruido cuando tratas de clavar los cantos… Y hay muchas palas de esas que quitan el hipo. Pero también es verdad que hay una enorme zona para debutantes y que se puede bajar desde lo alto del Gallinero hasta la base por pistas de poco desnivel (aunque algunas muy estrechas), por la famosa pista “9 kilómetros”, la más larga de España. “Un esquiador normal tarda unos 20 minutos en recorrerla”, afirma Río.
Hablando de desniveles, y para probar la verticalidad de Cerler, hay que señalar que el desnivel medio que esquía cada visitante es de 3.650 metros. Es el más grande del grupo Aramón. Y seguro que de los más grandes de España. Porque para ese dato (espectacular) no sólo influye el desnivel hacia abajo… También influye la rapidez subiendo y Cerler tiene ¡cinco sillas desembragables! Las desembragables son esas sillas que “frenan” para recoger al esquiador y que son las más rápidas (5 metros por segundo en velocidad de crucero).
Otra prueba de esa verticalidad es que Cerler lanzó el “Safari 10.000”, un recorrido en el que sin repetir pistas se recorría la estación y se descendían 10.000 metros en un día (más que desde la cima del Everest hasta el mar). Ofreció una chaleco de premio a los que consiguieran completarlo. Y los chalecos volaron. Ahora dan un diploma. Porque, al final, esquiar 10.000 metros en Cerler es relativamente posible para los buenos esquiadores. En otras estaciones es casi imposible.
En nuestro Reto Full Activity de esquiar las 33 estaciones de la Península, nosotros hemos tenido que pasar dos días en Cerler. El primero disfrutamos de un día claro pero con viento huracanado que impidió abrir el “ático” de la estación. Así que para subir al Gallinero y poder otear la cercanía del Rey Aneto tuvimos que esperar al segundo día. Y aprovechamos entonces para hacer el “costa a costa” que tanto nos gusta, arrancar desde la cota máxima y llegar a la cota mínima sin descanso. Por eso el cartel que nos recibe: “Mejor Estación de Esquí Española en 2014 y 2015 según los World Ski Awards”. ¡Guau!