Reportajes Viajes y aventuras en la nieve de nuestros visitantes
Última actualización: 06/05/2024 a las 20:23:00 (CET)

El mejor apreski de Sierra Nevada


El mejor apreski de Sierra Nevada
Pero en Granada, tan cerca de Sierrra Nevada, cuando se cierran los remontes se nos abre una espléndida ciudad, y a lo mejor, en vez de perder un día lo ganamos. Por eso, en sucesivas entregas os voy a proponer una serie de circuitos por la ciudad para que os empapeis de su espíritu.

Dejáis el coche en el aparcamiento de la Alhambra, muy criticado en su momento por la elite cultural de Granada, pero hoy muy necesario y magníficamente desarrollado dentro de su entorno, una vez que la vegetación va creciendo.

Porque el entorno donde está ubicado es la ladera del llamado Cerro del Sol al lado de los Jardines del Generalife, palacio de verano de los reyes nazaríes y lugar privilegiado de Granada a la que se le conoce, como no podía ser menos, por la Ciudad de la Alhambra.

Como huís de las colas de Sierra Nevada, no es cuestión de poneros en las colas de entrada el Generalife, cuyo nombre original parece ser el de Gennat Alarif según un tal Aljatib y cuya traducción más acertada es la de "casa del arquitecto" y que aparece en un romance como "huerta que par no tenía" y por ello os recomiendo que os dirijáis, como hacemos todos los granadinos, al menos una vez desde el año 1804. hacia el Cementerio de San José de Granada, aunque en vez de entrar en él, que ya tendréis tiempo de pasar una eternidad en él si sois granadinos o residentes definitivos en Granada, os dirijáis al Parque de Invierno o Llano de la Perdíz, un parque periurbano que disfruta de espectaculares vistas no sólo sobre Sierra Nevada, sino sobre el Albayzín y el Sacromonte.

Se puede acceder en coche, pero es mejor hacerlo andando porque el camino no está asfaltado, tiene muchos baches y está lleno de polvo, y sobre todo porque hay que hacer ejercicio no sólo para mantenerse en forma, sino para abrir el apetito.

Es una zona muy agradable tanto para pasear como para jugar al fútbol en alguno de los campos habilitados a tal fin, pero sobre todo es un sitio desde el que podréis tener una visión de 360º de la ciudad, de Sierra Nevada, del Albayzín y del Sacromonte.

Ese camino y paseos del Parque fueron construidos en el año 1949 por el Ayuntamiento de Granada y en el centro de su explanada hay un reloj de sol construido de piedra de Sierra Elvira en cuyos bordes está indicada la dirección de las principales cumbres de Sierra Nevada, de tal forma que situándose delante del nombre, se enfila la cumbre y se la identifica. Es muy pedagógico para quien quiera conocer, aunque sólo sea de vista y muy de lejos, las cumbres penibéticas.

Ese cerro es un secarral, pero no siempre fue así, ya que en la época de los árabes estaba lleno de estanques, aljibes y acueductos como el Albercón de las Damas (desaparecido), el Aljibe de la Lluvia, que podréis ver subiendo al Parque de Invierno o el Albercón del Negro, ya más cerca del Cementerio.

Merece la pena reflexionar en ese sitio, sobre lo que antes era y ahora es. Antes convertido en un vergel lleno de jardines, palacios y cármenes hasta el punto de que en tiempo de los árabes, los terrenos comprendidos entre el valle del Darro y el del Genil, fueron un espléndido vergel, sin duda de los más hermosos de la tierra, tan poblado de casas y árboles, frutales que parecía un lienzo de Flandes, según el cronista Bermúdez de Pedraza.

Por allí estaba también el castillo de los Alixares, pregonado en el conocido romance:

¿Qué castillos son aquellos?-altos son y relucían
El Alambra era, Señor,-y la otra la Mezquita,
Los otros los Alixares-labrados a maravilla.
El moro que los labraba-cien doblas ganaba al día
Y el día que no los labraba-otras tantas se perdía...


Y otros más, rodeados de extensos y espléndidos jardines comunicados entre sí por caminos bordeados de setos y mirtos. Abandonados después de la Re-conquista, los palacios se derrumbaron y los jardines faltos de riego fueron desapareciendo.

En 1494 el alemán Münzer decía que en esta cuidada llanura que se extiende por este monte (el Cerro del Sol) vio tras torres muy altas, a donde los Reyes de Granada iban a solazarse, que el interior de ellas se conservaba bien, pero que por la parte de fuera estaban medio derruidas.

En 1526, que visitó la zona un tal Navagiero ya solo quedaban algunos trozos de ellos, las albercas sin agua, por estar rotas las cañerías. El motivo de tanto destrozo y la desaparición de esas casas y jardines que estaban donde ahora es una meseta seca encima de un cerro, parece que empezó de forma casual o intencionada en época cercana a la conquista de Granada, pues como dice el tal Münzer, el rey de Granada, cuando se convenció de que no podía resistir al de España (sic) hubo de permitir que se derribasen.

En la Plataforma de Vico trazada en el año 1590 no aparecen ya ni restos de estas construcciones, sino únicamente la línea de muralla que debía envolverlas y la torre ruinosa de la Silla del Moro, de la que después hablaremos.

Tal vez la destrucción completa se produjera durante la guerra de los moriscos, pues es sabido que en esos sitios hubo encarnizados combates durante la campaña de D. Juan de Austria.

Como hemos dicho antes, él único edifico que queda en la zona, ahora en restauración, es la Silla del Moro, donde existió un torreón árabe cuyos cimientos de argamasa recientemente explorados. Parece ser que hubo en él una mezquita y toda la construcción, que servía de defensa a los lugares vecinos, enlazaba con los palacios y jardines del Generalife.

A espaldas de la Silla del Moro hay una larguísima vereda, una de mis favoritas, de tantas y tantas que hay en Granada, para caminar pausadamente, que va a media ladera del Cerro del Sol hasta Valparaíso, con espléndidas vistas al Sacromonte, al Albayzín y a Granada.

Cuesta trabajo imaginarse estos secos lugares en la actualidad, convertidos en vergeles y eso se debe a las depuradas técnicas de captación y de conducción de aguas, así como de almacenamiento en aljibes y albercas y los sistemas de riego, que aún perduran.Todo el mundo achaca esos conocimientos sobre el agua a los árabes, sobre todo cuando ve esa maravilla del Generalife, pero la verdad, es que, puestos a pensar, los árabes que invadieron España eran bereberes del desierto, que poca o escasa agua conocían.

Algunos dicen que es que la trajeron de Persia o de Damasco, pero lo más fácil, siguiendo la teoría del prestigioso historiador D. Claudio Sánchez Albornoz de que los árabes adoptaron la cultura de la dominación romana, es pensar que los árabes aprovecharon las infraestructuras hidráulicas que los romanos dejaron en la Península.
Para refrescaros, podréis hacerlo, a la vuelta del Cerro del Sol, en La Mimbre, antes "chiringuito" y hoy restaurante al aire libre, famoso porque estaba al lado de una árbol de ese nombre y por su vendedor de tabaco y cupones de la ONCE, que entonces se llamaban "iguales" porque los pregonaban diciendo" os iguales me quedan para hoy" por la igualdad de numeración de la tiras a la venta.

Sin ánimo de ofender ni de menospreciar, el tal vendedor, por su estilo digamos "amanerado" era muy famoso y dicharachero y cuando un niño era muy inquieto, solía decírsele: ¡Niño, estate quieto, que te mueves más que el maricón de la Mimbre!

Enfrente de la mimbre están los Jardines Alberto antes sala de fiestas y ahora restaurante, donde cuando teníamos algunas perras nos llevábamos a nuestras novias para bailar agarrados ("amartelados", se decía) con poca luz y músicas dulzonas.

Tras descansar en La Mimbre, para dirigiros a la Alhambra no es necesario seguir ninguna indicación. Sólo basta con seguir la corriente de turistas del que es sin duda el monumento más visitado de España y uno de los más visitados del mundo. En todo caso, es el monumento árabe histórico más importante y mejor conservado que existe. Su nombre le viene de la expresión árabe "calat-alhamrá" que quiere decir castillo rojo por el color de sus muros construidos con las ferruginosas tierras de la colina de la Assabica.

Llegareis a esos palacios a través de la Alameda de la Alhambra, que más que álamos tiene fresnos, que últimamente ha habido que talar en gran cantidad debido a la grafiosis.

Estas alamedas, que discurren por el Valle de la Assabica, donde en tiempo de los árabes hubo un cementerio donde estuvo enterrado el rey Alhamar y algunos de los suyos, fueron plantadas en la época cristiana, porque entre otras cosas, a nadie se le ocurriría rodear de bosque, los alrededores de una fortaleza, donde fácilmente se podría ocultar un enemigo para atacarla. Al comenzar el siglo XVII quedaban pocos árboles, haciéndose nuevas plantaciones en 1625 y en 1641 y en 1729 con motivo del viaje de Felipe V a granada se hicieron tres nuevos paseos, y sobre estos, a lo largo de todo el siglo XIX se trazaron los actuales.

La entrada al recinto de la Alambra podréis hacerla por la Puerta del Carril o de los Carros, que se hizo de 1526 a 1536 para facilitar las obras de construcción del Palacio de Carlos V y accedéis a los que se llamó la Alhambra alta o población, un lugar lleno de viviendas que llegaron a formar una pequeña ciudad en la que, inmediatas a los palacios de los reyes nazaríes tenían sus viviendas los principales personajes de la Corte y se hallaban los centros administrativos y religiosos.

Los Reyes Católicos se ocuparon, desde el primer momento, de la población de la Alambra, a la que concedieron jurisdicción propia y exenciones de impuestos. En 1581 existían en ella unos 150 vecinos pobres y en el siglo XVI la habitaban más de 200, conservándose hasta un siglo más tarde esa población artesana. Pero, a partir de entonces, el barrio se convirtió en refugio de gitanos y gentes de mal vivir que se acogían a los beneficios de su jurisdicción exenta y a la facilidad para ocupar sus edificios, cosa que perduró hasta 1870 en que la Alambra fue declara monumento nacional.

Los edificios más señalados de esa zona son la Iglesia de Santa María de la Alambra, que ocupa el lugar donde antes se levantaba la Mezquita de la Alhambra, construía por Mohammed III entre 1302 y 1309. Conquistada Granada, se bendijo la mezquita y en ella se dijo la primera misa, convirtiéndola en Catedral, hasta que se elevó la mencionada Iglesia de Santa maría de la Alambra, construida entre los años 1581 y 1618 según proyecto de Juan de Herrera, modificado por otros arquitectos posteriormente.

Parece ser que en ese sitio, ahora iglesia y antes mezquita hubo un templo visigodo en los años 594 a 607 d.de J.C. consagrado por la devoción un noble llamado Gudila, perteneciente al población visigoda de Natívola ubicada en esa zona de la Alambra, a los que los primeros cronistas árabes llamaban Campo de Atívola y posteriormente, de la Assabica.

A partir de ahí y a mano derecha se encuentra la calle Real de la Alhambra, al modo de una main street inglesa, donde ahora los edificios son de hoteles, restaurantes, entre ellos el típico y famoso Polinario y al final de esa calle está el Parador de San Francisco, que por su situación y acondicionamiento, es a mi modo de ver el mejor, el mejor Parador de España y se que hay muchos y muy buenos todos ellos.

Dicho Parador es el antiguo Convento de San Francisco, que a su vez se fundó sobre un palacio árabe, con jardín y baño que se dice fue residencia de un Infante moro. Fue el primer convento establecido en Granada tras la conquista, en cumplimiento de una promesa hecha por los Reyes Católicos a San Francisco de Asís.

Tanto la iglesia como en convento se construyeron en 1495 y en el centro del convento se estableció la capilla mayor, donde estuvieron sepultados los Reyes Católicos hasta 1525, fecha en que sus restos fueron trasladados a la Capilla Real de Granada.

Cuando la invasión francesa, los gabachos produjeron en ese edificio grandes destrozos y en 1840 fue subastado el Convento, no llegando a adjudicarse porque se incorporó al patrimonio real, aunque también a partir de esa fecha fue cuartel y sede de viviendas humildes, hasta que lo recuperó el que podemos llamar padre de la Alhambra moderna: el arquitecto Torres Balbás.

En este edificio celebraron muchas de sus reuniones los escritores y artistas que integraban la Sociedad llamada " La Cuerda granadina" y en él se alojaron personajes importantes como el Príncipe Alberto de Baviera y otros no tan importantes pero famoso como un arquitecto denominado Pablo " El Ruso" que vino a dibujar y ha hacer unos planos de la Alambra, comisionado por el Zar de Rusia, que quería hacer un palacio parecido en San Petersburgo.

Por lo visto, el tal Pablo montaba unas fiestas estupendas en la Alhambra, como si fuera suya y entre las que cabe destacar un descenso en trineo por el Bosque de la Alhambra, nevado, y por tanto antorchas, acompañado de bellas señoritas granadinas de la época. Fue el primer uso lúdico que se le dio a la nieve de Granada.

Haciendo el camino inverso por la calle Real de la Alhambra, pasareis por delante del impresionante Palacio de Carlos V, del que no vamos a entrar en su descripción arquitectónica sino en la motivaciones y las circunstancias que motivaron al Emperador a construirlo.

El Emperador se había casado con la Infanta de Portugal, Dª Isabel, en Sevilla, el 10 de marzo de 1516 y decidió pasar los meses de verano de ese año en Granada, visitando de paso, Córdoba, Úbeda y Jaén, o sea un auténtico viaje de novios, digno de un Emperador, no como otros, que se van a Cancún y esos sitios.

Se instaló en los palacios árabes, concretamente en unas habitaciones que le preparó desde un año antes el Marqués de Mondéjar y que los que habéis visitado los palacios árabes habreios tenido la ocasión de conocer porque son unas estancias totalmente diferentes a las de los palacios nazaríes.

La Emperatriz no se alojó en esas estancias, sino que lo hizo en al Monasterio de San Jerónimo, en la ciudad, y al resto de séquito y funcionarios de la Corte lo alojaron en diferentes sitios de la ciudad, por lo que puede decirse que desde el 4 de junio de 1516 hasta el mes de diciembre de ese mismo año, Granada fue la capital del imperio más grande que nunca ha existido, concentrándose en Granada toda la actividad diplomática de Europa.

Parece ser que lo que motivó a los Emperadores a abandonar Granada en diciembre de ese año, fue un gran terremoto, ya que Granada es zona de movimientos sísmicos de mediana y a veces gran intensidad.

Pero el Emperador ya había decidido hacer de Granada uno de sus puntos de residencia, y para ello proyectó construir un palacio más grande y más habitable que los palacios nazaríes donde estuvo viviendo desde marzo a finales del año 1516. Para ello, los primeros que contribuyeron económicamente fueron los moriscos, que afectados por nuevas ordenanzas acordaron entregarle 80.000 ducados de una vez y 10.000 todos los años para que fuera benevolente en la aplicación de las ordenanzas.

La voluntad del Emperador, la belleza del sitio y el dinero de los moriscos dieron lugar a una de las más bellas creaciones arquitectónicas del Renacimiento fuera de Italia.

El autor de la obra fue Pedro Machuca un artista castellano, arquitecto y pintor que estuvo en Italia estudiando con Miguel Ángel. El edificio está sin terminar según el proyecto, entre otras cosas porque cuando estalló la sublevación de los moriscos en 1568 todos los fondos destinados al proyecto, hubo que utilizarlos en esa guerra, por lo que de forma paradójica, los fondos que entregaban los moriscos para la construcción del Palacio de Carlos V terminaron siendo usado para luchar contra ellos.

Del Palacio de Carlos V os dirigís a la Plaza de los Aljibes pasando por la Puerta del Vino. Respecto de esta última no vayáis a pensar que los árabes bebían vino, ya que en su origen se llamó Bib-Alhamra, porque servía de acceso a la Alhambra Alta, aunque algunos dicen que se llama así por haberse interpretado el nombre anterior "alhamrá" (roja) por "aljamrá" (vino). De todas formas, lo que si es cierto, es que la denominación actual procede de 1556, ya bajo dominio de los reyes cristianos, ya que allí se depositaba el vino que consumían, libre de impuestos, los habitantes de la Alhambra.

Esta construcción parece ser que es de o más antiguo de la Alhambra y quizá pudiera haberse construido en los tiempos de Mohammed II, de fecha anterior a 1319, ya que en este sitio y en este año se expuso el cadáver del Infante D. Pedro de Castilla muerto por los musulmanes en la Batalla de Sierra Elvira.

En cuanto a la Plaza de los Aljibes recibe su nombre de los construidos por el Conde de Tendilla en 1494 en el barranco que separaba la Alcazaba de los palacios árabes y se accedía a ella por la llamada Puerta Real, derribada por ruina en 1527 y que formaba ángulo recto con la Puerta del Vino.

Sobre esos aljibes y sus bóvedas se hizo una gran plaza, ofreciendo desde ella una de las mejores vistas del Valle del Darro, el Albaycín y el Sacro-Monte. En dicha plaza hay un kiosko que sirve agua de esos aljibes, muy fresca, cosa que no se si seguirá sucediendo.

En ese lugar se celebró el Concurso de Cante Jondo convocado en 1922 por García Lorca, Falla y otros intelectuales y artistas de la Granada de aquellos años.

Desde la Plaza de los Aljibes os dirigís a la Puerta de la Justicia por un callejón a cuya izquierda corre la muralla, rehecha después de la Conquista con trozos de piedra de sepulturas árabes, labrados en sus cantos con trazas geométricas o letreros cúficos en relieve. Este callejón unía la Puerta de la Justicia con las puertas del Vino y la Puerta Real, ya destruida, que daban acceso a la Alcazaba y a lo que se denominaba Alhambra Alta.

La Puerta de la Justicia fue mandada construir por el rey Yusuf I, siendo terminada en el año 1348. Encima del arco central hay un amuleto en forma de mano, grabada en hueco, que para unos es un amuleto para conjurar el mal de ojo y para otros un emblema de la ley alcorámica, por corresponder sus cinco dedos a los cincos preceptos fundamentales del Islam.

Antes de llegar a la gran puerta de salida os encontraréis un pequeño retablo, construido a expensas de los vecinos de la Alhambra en 1558 con una lápida de mármol con letras de plomo embutidas, dedicada a los Reyes Católicos por la Toma de Granada al rey "muley hazen", al que confunden, obviamente con Boabdil.

También habla de un "aljibe", por lo que dado que en esa puerta no se encuentra ningún aljibe, cabe pensar que antes estaba en la llamada Puerta Real de entraca al Patio de los aljibes, que fuñe destruida, como hemos dicho antes en el año 1527.

Saliendo de los Alcázares y de la llamada Alambra Alta por la Puerta de la Justicia, a la derecha, bajando unos escalones se llega al Pilar de Carlos V, llamado de las Cornetas en el siglo XVII, mandado construir por el Duque de Tendilla, primer gobernador de la Alambra diseñado por Pedro Machuca y ejecutado por el italiano Nicolao de la Corte, siendo restaurado en 1624 para un viaje del rey Felipe IV a Granada.

Dicen que sus tres caños, en forma de bocas de mascarones representan a los tres ríos de Granada, el Darro, el Genil y el Beiro, aunque otros dicen que representan al verano, primavera y otoño por las representaciones de espigas, flores y frutas y pámpanos de uvas que coronan a los mascarones.

A propósito del Conde de Tendilla, primer gobernador de la Alhambra, prácticamente la dejó en el inmueble, porque los muebles, tapices y objetos de decoración que había cuando la Toma de Granada se los llevó a un palacio que tenía en Italia.

Desde esta fuente, volviendo a subir los escalones que habéis bajado, os dirigís al Campo de los Mártires, llamado por los árabes campo de Ahabul y por los cristianos Corral de los Cautivos, porque en él encerraban los moros a los prisioneros que trabajaban en las obras reales, en los silos o mazmorras abiertos en el terreno por el rey Alhamar para conservar los aprovisionamientos de la fortaleza.

En recuerdo de los cristianos que sufrieron martirio, especialmente un fraile mercedario y obispo de Jaén en el año 1300 y de dos frailes franciscanos, Isabel la Católica hizo erigir una ermita dedicada a los Santos Mártires, de donde viene el nombre de este sitio Igualmente constituyó una fundación dotada y aneja a la Capilla Real, lo que fue continuado por el emperador Carlos V y a su culto atendían capellanes reales que anualmente celebraban una solemne fiesta en honor de estos mártires el día de San Pedro ad Víncula (1 de agosto) que celebra la liberación de las cadenas que tenía puestas Herodes Agripa al apóstol Pedro..

Posteriormente, esta capilla fue transformada en un convento de Carmelitas Descalzos, bajo la autoridad del Conde de Tendilla en 1573. De este convento fue prior desde 1582 a 1588 San Juan de la Cruz.

El convento se destruyó en 1842 y los terrenos que ocupó, adquiridos en 1845 por un particular, que se los vendió a su vez al General Calderón que edificó en ellos una casa de recreo con huerta y jardines que más tarde pasaron a poder del súbdito belga Huberto Meersmanns y posteriormente fueron adquiridos por el Duque del Infantado, cuya heredera, Sor Cristina de Arteaga, superiora de la comunidad de la sevillana orden de Las Jerónimas lo vendió al Ayuntamiento de Granada en el año 1958, junto con la denominada Dehesa de San Jerónimo en Sierra Nevada, lo que hoy es la estación de esquí de Sierra Nevada .

Una vez comprada por el Ayuntamiento en el año 1958 ha estado cerrada y prácticamente abandonada hasta la democracia fecha en que un arquitecto catalán de apellido Van de Walle y Ponte, íntimo amigo y dicen que testaferro de algún negocio del presidente Adolfo Suárez, según proyecto vergonzante y vergonzoso del arquitecto conservador de la Alhambra (que se supone que cobraba por conservarla no por destruirla) y con la autorización "de boquilla" del Ayuntamiento, entonces regentado por un auditor militar franquista pretendió hacer un hotel de 5 estrellas dentro de su recinto, empezando a talar árboles centenarios, así para abrir boca.

No taló una corpulenta encina que dicen que plantó Santa Teresa, cosa falsa de toda falsedad porque Santa Teresa nunca estuvo en Granada y por supuesto tampoco taló el famoso cedro, que aún hoy puede verse, que sirvió a San Juan de la Cruz para escribir en su canción Noche Oscura del Alma, lo siguiente:

En mi pecho florido,-que entero para él sólo se guardaba.
Allí quedó dormido-y yo regalaba,
Y el ventalle de cedros aire daba.

El aire de la almena, cuando ya sus cabellos esparcía
Con su mano serena,-en mi cuello hería
Y todos mis sentidos suspendía.


Se levantó un gran escándalo y de la mística y de la corrupción se pasó a la política. Se pararon las obras y llegó un alcalde democrático y él y sus sucesores, cambiaron las cosas. Arreglaron la finca para su conservación y uso y disfrute de todos los granadinos y visitantes que no sólo pueden pasear entre sus frondosas arboledas y disfrutar de su lago y paseos de la época romántica escuchando el canto de los ruiseñores, sino que pueden darse el "sí quiero", civilmente hablando en sus instalaciones dedicadas a tal fin, para posteriormente asomarse al denominado Balcón del Paraíso, construido en el año 1891 por el Ayuntamiento de Granada.

Tras la visitas del Carmen de los Mártires, nada mejor que ir a hacer el aperitivo en el Hotel Alhambra Palace, terminado en al año 1910 e inaugurado por el rey Alfonso XIII en el año 1912. Fue el mejor hotel de Granada durante muchos años y era muy visitado por grandes personalidades, atraídas por la fama de Granada y la magia del lugar. Además de los reyes y nobleza españolas le tenían especial cariño al sitio, que yo sepa, los famosos Duques de Winsor y la hija de Wiston Churchill, sin contar con toda una pléyade de famosos artistas empezando por Ataúlfo Argenta, hasta Rubistein, Kempf, Karajam, Victoria de los Ángeles y un largo etcétera de directores, solistas y famosas orquestas que han residido en él durante la celebración del Festival Internacional de Música y Danza de Granada, el segundo más antiguo de los que se celebran en España después del de Santander.

La terraza de ese Hotel, durante mucho tiempo el de más categoría de Granada, y aún ahora para mí, el mejor situado, es un sitio perfecto para ver ponerse el sol sobre Granada y en su sierra, que toma un indescriptible color lila, que según el pintor Mariano Fortuny es un "tormento" para los pintores, al durar poco y ser difícil de trasladar al lienzo.

Con esto habréis terminado un agradable y gratuito (salvo lo que os queráis gastar en comer y en copas) por la Alambra, y seguro que la conoceréis mejor que muchos de los visitantes que por millones la visitan cada año aborregadamente y haciéndose fotos con los móviles.




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20 Comentarios Escribe tu comentario

  • #1
    Fecha comentario:
    05/06/2008 08:32
    #1
    Impresionante Dino, Muchisimas Gracias, Un placer tener una Guía de Granada de tu puño y letra.

    Gracias.

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    • Gracias!
  • #2
    Fecha comentario:
    05/06/2008 16:46
    #2
    Que lujo de reportaje :)

    Gracias!!!

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    • Gracias!
  • #3
    Fecha comentario:
    05/06/2008 17:24
    #3
    Impresionante tu recorrido se nota tu amor por Granada, muchas gracias..........una ciudad magnifica si señor.

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    • Gracias!
  • fon
    fon
    #4
    Fecha comentario:
    05/06/2008 18:47
    #4
    La verdad es que Granada es preciosa. Estuve currando alli 2 meses cuando se suspendio el campeonato del mundo y me gusto mucho y se come de maravilla. desde Avila con cariño.

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    • Gracias!
  • #5
    Fecha comentario:
    05/06/2008 22:47
    #5
    Espero con gran júbilo el segundo capítulo, Dino.

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    • Gracias!
  • ALY
    ALY
    #6
    Fecha comentario:
    06/06/2008 12:14
    #6
    menudo guía, como se nota que estas enamorado de tu ciudad y quieres transmitírlo a los demás.
    Gracias por el relato lo tomaremos en cuenta para una próxima visita a Granada.

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    • Gracias!
  • #7
    Fecha comentario:
    09/06/2008 19:32
    #7
    El relato precioso, como siempre.

    Gracias Dino.

    Sólo una cosa: Boabdil entregó Granada a los Reyes Católicos en 1492, no en 1942. Se ha adelantado un dedo a otro...

    Un saludo!

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  • #8
    Fecha comentario:
    10/06/2008 20:10
    #8
    Estupendo...CONTINUA

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    • Gracias!
  • #9
    Fecha comentario:
    13/06/2008 13:27
    #9
    de p.m.el reportaje, soy de Jaen y he estudiado y vivido mucho tiempo en Granada, tambiemn he viajado y pocas ciudades concereís con el embrujo de Granada.

    P.D: a las especialidades de "los italianos" yo añadiría otra:"el topolino":s

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    • Gracias!
  • #10
    Fecha comentario:
    16/06/2008 14:12
    #10
    muy muy bueno.

    muchas gracias por dedicarnos tu tiempo con este relato.

    Un gran saludo dino!!

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    • Gracias!
  • #11
    Fecha comentario:
    17/06/2008 17:06
    #11
    Si es que Granada..es mUCHO GRANADA!

    Gracias Dino!

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    • Gracias!
  • #12
    Fecha comentario:
    18/06/2008 18:50
    #12
    Muy bonito y bien documentado, pero se te ha olvidado decir que un servidor vive en el Paseo del Salón... Saludos a M. y espero que alguna de las veces que os dejais caer por aquí me pegues un toque, coño, que hace años (en el sentido estricto de la frase) que no nos vemos. Un abrazo

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    • Gracias!
  • #13
    Fecha comentario:
    19/06/2008 08:56
    #13
    No es mal sitio para vivir.A mi me va a tocar vivir en Pradollano, que tampoco es mal sitio.
    Y en cuanto a mis fuentes, ya las he citado: se trata del maravilloso libro de un antecesor de tu padre en la Alcaldía de Granada, catedrático de Historia del Arte y también Director general de Bellas artes: Antonio Gallego Burín, en una edición de la Editorial Rodríguez Acosta del año 1961.

    No se si se habrá reeditado.

    Ése libro apareció en mi casa porque mi suegra, catalana, q.e.p.d. le pidió a mi tío, editor,
    un libro sobre Granada, y le recomendó éste.

    Evidentemente no es un libro para "turistas" sino para eruditos y sobre todo para amantes de nuestra bella y única ciudad.

    Pero lo que enriquece el libro, como a los libros de derecho, es vivirlos.

    Mi hijo pequeño, el XXL, me regala muchos y dice que "leer es vivir" y también el sabio ese de la sillita habla de la "paradoja de la información" que consiste en que si el tiempo no es noticia no existe.

    Nuestros antepasados, árabes, romanos y demás, existieron porque ahora nosotros podemos leer sobre lo suyo.

    Esta temporada, por pirmera vez en mi vida no he esquiado en Sierra Nevada. No me puedo permitir el lujo de saltarme las clases de las facultad, como cuando era estudiante ¿lo hacen los profesores?

    saludos


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    • Gracias!
  • #14
    Fecha comentario:
    19/06/2008 18:53
    #14
    Los profes nunca nos saltamos las clases. Hacemos encaje de bolillos para buscar horas en las que disfrutar de nuestra nieve (cuando la hay, claro).
    En relación a la guía de Gallego y Burín, yo tengo un ejemplar de la primera edición (la original), que por supuesto está a tu disposición.
    Ah! Un pequeño (mínimo, insignificante, baladí, incluso inapreciable) gazapo en tu muy documentado texto: la Manigüa (o sea, el barrio de las putas) no se ubicaba donde después se abrió la Gran Vía de Colón, sino en la zona en la que que el ya mencionado Gallego trazó e hizo realidad la actual calle de Ángel Ganivet. Otro abrazo para tí y M. Por cierto, ¿Cuándo navegaré en tu barco? Ya que esquiar juntos es misión imposible, me conformo con surcar los mares en buena compañía. Un abrazo.

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    • Gracias!
  • #15
    Fecha comentario:
    20/06/2008 11:55
    #15
    Hola Juanito, aunque por mis referencias eres de los denominados "camioneros del mar", por supuesto que me sentiré muy honrado de enrolarte en el veloz Orballo Uno para que aprendas a ir por la vida "contra viento y marea".

    Mis vacaciones reglamentarias son de invierno porque mis tardes de empleado público las dedico a los placeres náuticos, ya sabes aquello de navegare necesse, vivere non necesse.

    Sólo tienes que llamar y tendrás sitio en el Orballo y en mi casa, tanto tu como la compañía.

    Saludos

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    • Gracias!
  • #16
    Fecha comentario:
    20/06/2008 12:01
    #16
    Respecto de lo de la Manigua, eso creía yo, que era la zona de Ganivet, la calle San Matías y aledaños, pero me sorprendió leer en este libro que la acyual Gran via de Colón, parte de ella también era la Manigua.

    Consultaré más detenidamente, gracias.

    A propósito, que en uno de los bancos delñ aula de la facultad llamada "Gibraltar" donde dábamos derecho administrativo y derecho del trabajo había una inscripción a punta de navaja que decía

    M.......el parguelón de la calle San Matías?

    ´Si no la ha borrado el ebaniosta o el tiempo a ver si puedes investigar de quien se trata

    Saludos

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    • Gracias!
  • #17
    Fecha comentario:
    20/06/2008 20:59
    #17
    Estupendo reportaje, pero no estoy de acuerdo en los alagos al restaurante CUNINI. El pasado verano comimos MAL, MAL, MAL...y no un plato sino tres de ellos

    Prometimos no volver mas, ni siquiera dejamos propina

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    • Gracias!
  • #18
    Fecha comentario:
    21/06/2008 11:25
    #18
    Pues la verdad que lo siento, Muelas.

    Yo era muy amigo tanto de Miguel padre como de Miguel hijo, ya fallecidos y el Cunini era un punto de referencia no ya en Granada, sino en Sierra nevada, donde ahora está la Ruta del Veleta.

    Casi siempre que voy a granada aprovecho para comer allí.Siempre está hasta los topes de gente, pero a mí em4 hacen un huequecito porque la familia me conoce desde hace mucho.

    En fin, que si te fué mal haces bien en protestar.

    saludos

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  • #19
    Fecha comentario:
    22/07/2008 14:21
    #19
    Grande Dino, grande.

    Ya tengo yo ganas de escaparme a pasar un fin de semana por allí, que aunque verano, siempre habrá algo interesante que hacer por esos lares.

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  • #20
    Fecha comentario:
    23/07/2008 11:27
    #20
    Es algo increible lo que sabes de Granada, dino.
    He leido todos los capitulos de cabo a rabo y me siguen faltando entregas.
    Animo, cuentanos mas, porfavor !!

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    • Gracias!

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