Para sobrevivir a un alud es necesario bastante más que saber cómo se forman o averiguar por qué se desencadenan. En caso de alud, es muy importante rodearse de gente que sepa cuáles son las prioridades y los protocolos de actuación, proveerse del material de señalización y rescate necesario y, por supuesto, saber cómo utilizarlo. También es imprescindible atender las señalizaciones e indicaciones de las estaciones de esquí. Pero sobre todo, hay que saber renunciar al riesgo. El peligro es impredecible, pero con unos cuantos conocimientos, puede llegar a minimizarse.
Es en el ámbito popular donde existe un gran vacío en estos temas. Las nuevas generaciones de aficionados al esquí, en su mayoría gente proveniente de las grandes ciudades y centros urbanos desconectados de las montañas, forman los grupos que corren más peligro de ser arrastrados por un alud. La práctica de los deportes de invierno está experimentando un boom, y es difícil dar de sí en materia de educación y sensibilización.
Para entrar en harina, hay que tener unas nociones básicas sobre la formación de los aludes y por qué estos pueden llegar a desencadenarse, pudiendo tener consecuencias fatales sobre personas o incluso instalaciones.
¿Por qué se forma un alud?
La nieve, a partir del momento en el que cae, sufre una transformación continua relacionada con las condiciones meteorológicas: llega al suelo en forma de diminutos cristales de nieve, que se van acumulando y compactando, y al cabo del tiempo pasan a derretirse, transformando el sólido en líquido. Dependiendo del mayor o menor grado de estabilidad de las capas compactadas entre sí, hablamos de mayor o menor riesgo de aludes, y observando el tipo de compactación de esas capas, hablamos de tres tipos principales de aludes:
oAludes de nieve reciente:
También llamados aludes de nieve polvo. Generalmente se trata de nieve "seca", recién caída, muy ligera y de muy difícil compactación. Son los aludes más devastadores y rápidos, que suelen producirse en las épocas más frías del invierno en zonas de fuertes pendientes.
oAludes de placa:
Son producidos cuando el manto de nieve presenta irregularidades entre las distintas placas de compactación. La fragilidad de estas placas y la falta de unión con las inmediatamente inferiores son los desencadenantes para que, al paso de un esquiador o montañero, se produzca el alud. Suele producir el 70-80% de accidentes mortales entre esquiadores y alpinistas.
Las más frecuentes son las placas de viento: El viento es un efecto que propicia el asentamiento de grandes cantidades de nieve en determinadas zonas. La nieve ya asentada que se encuentra debajo de la capa dura y frágil depositada por el viento, sirve como plataforma de deslizamiento, desencadenándose así el alud. La existencia de cornisas (zonas de nieve que "cruje" a nuestro paso, y donde el bastón se clava con mucha facilidad) suele ser el indicador de la existencia de una placa en la ladera inmediatamente inferior.
oAludes de fusión:
Se producen por la transformación de las partículas de nieve en partículas de agua, normalmente en épocas de temperaturas relativamente altas, o por los efectos de la lluvia. La nieve se vuelve muy húmeda y pesada, y aunque el alud se desplace a baja velocidad, arrasa a su paso todo lo que se encuentre (tierra, arbustos, árboles piedras, etc.), formando una masa que tiende a endurecerse rápidamente y dificulta el posible rescate.
Si vamos a salir a la montaña…
Antes de ponerse en marcha, debemos atender una serie de precauciones e indicaciones:
oInformarse de las condiciones meteorológicas, tanto las actuales como las predicciones para la zona por la que vamos a transitar.
oConsultar el Boletín de Riesgo de Aludes, elaborados diariamente por la entidad competente.
oAdaptar nuestro itinerario teniendo en cuenta zonas de especial riesgo, planificando las posibles alternativas sobre un mapa, si es necesario.
]oTener en cuenta las características del grupo de personas que van a formar parte de la salida: condición física, nivel de preparación en caso de accidente, material del que se dispone, etc.
oInformar a familiares o amigos de la zona por la que tenemos pensado salir. En caso de accidente, esto facilitará la labor a los equipos de rescate.
oIr siempre equipado con el material básico de seguridad: ARVA, sonda y pala. Nunca está de más llevar un teléfono móvil con batería suficiente, pero cuidado con las interferencias que puede causar en nuestro ARVA!!!
Y si, a pesar de todo, has decidido salir…
oObserva el estado de la nieve: Mucho ojo con la nieve recién caída y la nieve húmeda. Si es necesario, clava el bastón o cava un poco con la pala con el fin de comprobar el estado de las capas de la nieve. Toda comprobación es poca para saber si el estado de la nieve propicia el desencadenamiento de aludes.
oDespués de una gran nevada, o períodos de fuertes vientos, evita los fuera de pistas poco frecuentados. Permanece relativamente cerca de las pistas señalizadas y balizadas.
oNo permanezcáis en grupos grandes. Como mucho, descended de dos en dos. Así evitaréis la posibilidad de desencadenar un alud por sobrecarga de la placa. En el peor de los casos, se reduciría el número de afectados por el alud.
oMientras desciendes, no pierdas el contacto visual con la persona o personas que te preceden. En caso de alud, se podrá localizar más fácilmente a la persona sepultada si se tienen referencias visuales desde la última vez que fue visto.
oDurante el descenso no te detengas en cualquier lugar. Hazlo sólo en los lugares seguros, y siempre teniendo en cuenta que puedes provocar un alud por sobrecarga, pudiendo afectar a los compañeros que te preceden.
oRecuerda que la existencia de huellas en determinados lugares no es garantía de seguridad.
Qué hacer en caso de accidente:
Generalmente todo sucede excesivamente rápido, y no hay tiempo para pararse a pensar cómo actuar. Es el instinto de supervivencia el que dicta nuestros actos. Aún así, unos cuantos consejos:
oIntentar huir de la trayectoria descendente del alud. Una buena medida es intentar escapar lateralmente. Por la velocidad de descenso del alud, es muy difícil escapar ladera abajo.
oLiberarse de bastones, esquís, snowboards, o cualquier otro material que haga de ancla y nos haga quedarnos atrapados con cualquier saliente o piedra. Por el contrario, intentar agarrarse a árboles, matorrales o incluso rocas.
oSi no encontramos agarradero, luchar para permanecer a flote en el alud mediante movimientos similares a los que haríamos nadando. Al mismo tiempo, tratar de protegerse la cabeza de las rocas y cerrar la boca.
oCuando sintamos que la avalancha se detiene, intentar crear una cámara de aire para respirar. Si no podemos movernos, respirar lentamente, guardando la calma en la medida de lo posible, hasta que lleguen los equipos de rescate.
Si somos testigos de un accidente:
oMantener contacto visual con la persona arrastrada, y tomar un punto de referencia para saber exactamente dónde lo hemos visto por última vez.
oSi es posible, alertar vía radio o teléfono móvil a los servicios de rescate (infórmate previamente de los números de emergencia de la zona). Procurar no ir en busca de ayuda inmediatamente. Rastrear el lugar hasta que aparezcan los equipos de salvamento. El rescate por parte de los compañeros es el que otorga mayores probabilidades de supervivencia.
oPermanecer en un lugar seguro para no ser arrastrado en caso de un segundo alud.
oConectar nuestro ARVA en posición "RECEPCION". Todos los miembros del grupo deberán hacerlo también.
oPermanecer atento tanto a señales visuales como sonoras. Prestar especial atención a zonas con ramas o árboles y pequeños huecos sobre la superficie, y a bastones, esquís o parte de material que pudiese haber en la superficie. Detrás de un guante siempre puede haber una mano!!!
oComenzar la búsqueda desde el punto donde la persona fue vista por última vez.
oCon el ARVA sólo tenemos constancia del punto en el que se encuentra la víctima. Tanto la profundidad como la orientación del sepultado, deberán ser determinadas con la pala y la sonda.
oSondear el terreno puede ser una tarea muy ardua, pero en caso de que algún miembro del grupo no tenga sonda, podemos improvisar una, con un esquí, una rama o un bastón. En cualquier caso, cuidado de no herir a la víctima. Para que la búsqueda con sonda sea efectiva, habrá que dividir el campo de trabajo en cuadrículas e ir rastreando minuciosamente, clavando la sonda en la nieve centímetro por centímetro.
oTras desenterrar a la persona sepultada, hay que poner en práctica de manera inmediata una serie de medidas para que siga con vida. La primera y más importante de ellas, es protegerla contra la hipotermia, y trasladarla lo más rápidamente a un centro sanitario, aunque de esto último ya se encargarán los equipos de rescate y emergencias.
Qué es y cómo utilizamos el ARVA?
Hasta finales de los años 90, la única manera de encontrar a personas sepultadas era utilizando palas y sondas (unas pequeñas varillas metálicas que se clavan en la nieve para ver si golpean con algo que pudiera ser un cuerpo). Pero en 1998 salió al mercado el primer ARVA (Aparato para el Rescate de Víctimas de Aludes), un dispositivo que se lleva siempre en posición de 'emisión', y que en caso de avalancha, los supervivientes pasan al modo 'recepción' para, a través de unas señales de radio, localizar al sepultado.
Cada modelo de ARVA funciona de manera parecida, aunque los hay totalmente personalizables en cuanto a parámetros de búsqueda y rastreo. Por esta razón siempre hay que atender al manual de usuario de cada marca y modelo para conocer exactamente su funcionamiento. Adquirir un ARVA no es precisamente barato, pero puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte para cualquier sepultado en un accidente de estas características. Hay tiendas que incluso los alquilan.
Antes de emprender la marcha se debe comprobar la batería de todos y cada uno de los dispositivos que vamos a utilizar. Recuerda que no vale de nada un ARVA sin pilas, guardado en la mochila (podríamos perderla al ser arrastrados por el alud), o colocado junto a un teléfono móvil o cualquier objeto metálico que pueda causar interferencias.
Antes de iniciar la búsqueda de posibles víctimas es MUY IMPORTANTE que todos los transmisores pasen al modo "recepción". Sería un caos si algún miembro del grupo olvidase cambiar del modo "transmisión" al modo "recepción". El único aparato en modo "transmisión" tiene que ser el de la víctima. Asimismo, cuando hayamos localizado y rescatado a una persona, si es necesario continuar la búsqueda de otros compañeros, apagaremos su dispositivo para que no interfiera con nuestra labor.
Ante casos de aludes, la mejor prevención es la preparación, por eso es muy recomendable permanecer en todo momento informado acerca de los protocolos de actuación y poner en práctica las técnicas de rescate con asiduidad. Actualmente en Europa hay multitud de estaciones de esquí cuyos servicios de rescate organizan regularmente cursillos de localización y rescate de víctimas en caso de alud.
OTROS "GADGETS":
El equipo indispensable para cualquiera que salga a la montaña es el ARVA, la sonda y la pala, pero también hay otros artilugios que pueden completar nuestra equipación, tales como el Recco, mochilas equipadas con respiradores artificiales (Avalung), o incluso elementos hinchables, que favorecen que te mantengas en la superficie del alud. Siempre es recomendable salir bien "armados" con instrumentos fiables que nos permitan sobrevivir el mayor tiempo posible en caso de vernos sorprendidos.
oSistema Recco:
El Recco es un conjunto de dos elementos destinados a la búsqueda de personas atrapadas por un alud. Estos dos elementos son un reflector y un detector. El detector es utilizado por los equipos de rescate y salvamento, mientras que el reflector, se incorpora cada vez más en chaquetas, cascos, botas y demás material. El detector localiza a la víctima (que deberá llevar un reflector en alguna prenda) mediante un sistema parecido al de los radares.
Este sistema no interfiere ni sustituye a otros elementos de búsqueda como el ARVA, las sondas o los rastreos con perros. Es un sistema complementario cuyo detector puede ser además instalado en motos de nieve, trineos o incluso helicópteros. Tiene un rango de alcance en aire de 200m. En nieve, este rango se reduce a 20m.
En Europa, la mayoría de estaciones de esquí cuentan con sistemas Recco. En Andorra, tanto Vallnord como Grandvalira utilizan este sistema, y en España lo encontramos en Baqueira Beret, La Molina, Vall de Nuria y Candanchú entre otras.
oAvalung:
Es un sistema que permite la respiración a las personas atrapadas por un alud. Ideado en 1996 por un médico, el Avalung extrae el aire de la nieve que rodea al sepultado y permite que este lo inhale a través de un sistema de membranas y tubos. El aire exhalado se expulsa por la zona contraria de la que se extrae el aire limpio, para disminuir la contaminación de CO2 en el aire limpio.
Este sistema se comercializa en forma de chaleco o incluido dentro de una mochila.
oAvalanche Balloon System (ABS):
Es el único dispositivo que se comercializa para reducir el peligro de ser sepultado por al alud. Consiste en uno o dos globos desinflados, que se incluyen en una mochila especial. Tirando de unas anillas integradas en las hombreras de la mochila, se hinchan los globos con una mezcla de nitrógeno y aire contenidos en unas cápsulas. Estos globos hinchados, hacen que la persona tienda a permanecer en la superficie.
oAvagear:
Es un dispositivo que está siendo desarrollado y probado en la actualidad en Estados Unidos. A diferencia del ABS, que se incluye en una mochila, el Avagear es un sistema de globos que se colocan en la parte del cuello y los hombros de un anorak o chaleco especiales. Una vez hinchados estos globos alrededor de la cabeza y el cuello de la víctima, además de permanecer en la superficie, se protege el cuello y las cervicales durante el alud. El sistema también favorece la creación de una cámara de aire alrededor de la cabeza. En los tests que se han realizado hasta ahora, la cara del sepultado permanecía libre.
oK2 Avalanche Ball:
Consiste en un pequeño bolsillo, tipo riñonera, que contiene un globo. Tirando de la anilla se despliega un pequeño globo muy ligero, que permanece atado a la persona mediante una cuerda. Debido al poco peso del globo, éste se mantiene siempre en la superficie, y cuando el alud se detiene, el globo indica la posición exacta del sepultado. Este sistema ha pasado muchos tests, pero no hay constancia de su uso en la realidad.
Por supuesto que este report no es "El Libro Gordo de Petete", ni pretendo que lo que aquí pone vaya a misa. Las mejores armas para no verse atrapado en un alud son la PRUDENCIA y la SENSATEZ, pero si aún así nos sorprende un accidente de este tipo nunca está de más que por lo menos tengamos unas nociones básicas.
Slds!!!
Fuentes y fotos:
- PisteHors
- Asociación Nacional para el Estudio de la Nieve y las Avalanchas (Francia)
- Servicio de Pistas de Balme
- Asociación Nacional de los Profesionales de la Seguridad en Pistas (Francia)
- CEMAGREF
- MeteoFrance
- Ascensiones (web sobre montaña)
- ORTOVOX
- RECCO
- Web sobre el esquí de Montaña
