También hay princesas, y muy bellas, como la mencionada Lech, la democrática St. Anton con la que para mi es la mejor pista que he conocido: el descenso del Valuga y Mahyrhofer con sus pistas suicidas y sus rojas de un negro que no se puede aguantar.
Pero todas ellas deben formar parte de la corte de la Reina:
Acabamos de llagar de Khitzbuhel.
Completamente llena de nieve, y también de americanos a los que por lo visto les va eso de la "vieja Europa" es una estación muyvariada. De pistas largas y bastante fáciles casi todas ellas, con alguna que otra negra.
En realidad son varias estaciones unidas (por aquí no hay ministras anunciando el fin de la nieve ), y Hhitzbuhel está unida a
Hay mucho ambiente de esquí. Cierto pijismo y algarabía, debido a que por aquí andan ya los italianos con sus expresividad irreprimible.
Es además una estación para comedores y bebedores. En los sitios más insospechados aparece un chiringuito que te ofrece comida y bebuda no muy cara.
Yo me he tomado unas salchichas con mi chucroute y mi cervezón, en un sitio en medio del bosque donde hay una ermita, y al lado un bar que ya estaba preparado para la llegada de la horda alemana-austriaca-italiana-americana en busca de la happy hour.
Todos dispuestos a bajar rodando hasta el mísmisimo Kitzbuel.
En fín que dios salve a la reina y vosotros que la veais.
Manana le voy a hacer los honores a la ciudad donde estoy: pienso ir a Stubai el glaciar que hay aquí enfrente tirando para Brennero. Parece que el tiempo se va a poner malo y quier esquiar sobre ese glaciar y bajar sus pista de 14 km seguidos.
Hasta manana