Estamos en los años 30 del siglo XIX. Entorno a una paupérrima cabaña en Mordegal, Telemark – la famosa región noruega - dos niños juegan en la nieve.....
“¿Crees qué es posible saltar con esquís utilizando nuestro tejado como rampa, Eivind?” preguntó Sondre a su hermano.
“No lo creo, Sondre.”
“¿Qué no?, ¡Vamos a intentarlo!”
Rápidamente los chavales se pusieron manos a la obra. Cubrieron con unas tablas, espigas y nieve una escalera y conectaron con ella el tejado de su casa-cabaña con la ladera que había tras ella.
Sondre no se lo pensó dos veces:
“¡Allá vooooyyy!”
Foto: Hege Bjaland
Sus hermanas, que estaban dentro de la casa, corrieron asustadas hacia una ventana al escuchar unos extraños ruidos en el tejado. Llegaron a tiempo de averiguar qué estaba pasando: ¡su hermano pequeño volaba por los aires con los esquís puestos!
Tras este salto nació una nueva manera de entender el esquí. Acababa de nacer el esquí, tal y como lo conocemos hoy en día.
Esta anécdota y muchas otras más las podréis encontrar en la nueva web que han abierto los periodistas noruegos Eivind Molde y Anne-Gry Blikom.