Yo no sé si soy low-cost pero sí que soy alternativo.
Antes del esquí hacía mis cosillas en la montaña (nada serio). Me gusta ir bien equipado, que no con equipamiento caro o de una marca determinada y con prendas que se adapten lo más posible a mis requisitos de confort (no soy friolero, pero sudo bastante por ejemplo). A lo largo de los años he probado y descartado cosas y luego he buscado información a fondo, sobre todo en foros y páginas en inglés. Informarse y buscar puntos de vista alternativos al marketing de las grandes marcas es fundamental. Muchas veces la gente sólo repite lo que la publicidad nos ha enseñado a todo.
Una de las cosas que más me sorprende es la obsesión colectiva por la impermeabilidad y creo viene no tanto por una cuestión del problema de la humeda mal entendida, sino por el efecto de años y años de publicidad engañosa y estrategias de marketing que han entrado en nuestro consciente e inconsciente.
El hecho es que por debajo de 0ºC el agua permanece en estado sólido. La nieve puede ser más o menos húmeda, pero sin duda moja mucho menos que la lluvia o cruzar una cascada. A pesar de todo, hay cierto consenso popular sobre las columnas de agua mínimas que ha de tener una prenda de esquí para considerarse adecuada. Nos movemos en unos umbrales en los que esas prendas resistirían agua a presión (una vez leí a un tipo americano que hablaba de que estas prendas parecían estar destinadas a resistir la presión que soporta el casco de un submarino nuclear).
Además, está la segunda falsa verdad convertida en dogma: "impermeable y transpirable". Para darle más caché nos dan una cifra altísima, generalmente tan alta como la columna de agua. Lo curioso es que si rascamos un poco resulta que esa cantidad es insignificante comparada con el valor que daría p.e. una prenda muy transpirable como es un forro polar... y que para colmo no hay un método estándar único que mida correctamente la transpirabilidad de una prenda, sino multitud de ellos y que arrojan resultados diversos (cada fabricante toma, claro está, aquel que más le conviene.
Hacer un tejido impermeable es simple. Hacerlo además algo transpirable es posible. Hacerlo muy impermeable (alto valor de columna) y muy transpirable es físicamente imposible. Llevar una prenda impermeable y poco transpirable cuando realizamos actividades físicas intensas elimina sólo el problema de la humedad en un 50% (el agua que viene de los elementos) no la humedad que naturalmente generamos y que esa prenda no va a ser capaz de gestionar, creando un microclima húmedo bajo la prenda que va provocar condensación y, finalmente, que nos empapemos desde dentro. Por cierto la humedad es una manera muy eficaz de ceder calor (por evaporación y por convección para ser más precisos).
Tengo prendas impermeables diversas. Para la práctica del esquí no las suelo utilizar salvo en casos muy puntuales.
Esta temporada por ejemplo he esquiado más de 20 días sin una chaqueta impermeable, incluso nevando y no me he mojado.
Toda la pasado lo hice con unos pantalones tipo softshell, moderadamente resistentes al agua. Únicamente me mojé el trasero un día al sentarme en un remonte, aunque en 10-20 min estaba seco y yo tan contento. Nevando, con frío tuve cero problemas con él, incluso sentándome un rato en la nieve (bueno el culo se me enfriaba).
En mi caso, esquiando en los Pirineos, generalmente con frío seco, he concluído que no necesito prendas impermeables. Basta con que sean resistentes al agua y eso sí, transpirables. Habrá quien me diga que no he pillado el peor tiempo del mundo y esas cosas, que si no pensaría de otra manera. Bueno, a esta personas les diré que busquen impresiones y experiencias de muchos alpinistas y testimonios de expediciones árticas... a ver hasta que punto priman ellos las prendas impermeables en condiciones muchísimo más duras de las que existen en una estación de esquí.
Otra cosa es el frío. El aislamiento térmico lo tengo muy en cuenta en mi sistema de prendas y lo voy adaptando en función de las condiciones que encuentre.
Aislamiento térmico, protección contra el viento, adecuada resistencia frente al agua... con estas tres cosas me conformo.
Y por cierto, pensar diferente sale más barato y queda más dinero para forfaits.
Ánimo con tus experimentos, es la manera de encontrar lo que más te conviene.