Competición
el 11/2/2006
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La sombra del dopaje, espectro demasiado recurrente en los últimos tiempos, compareció ayer en Turín, y así se mancilló la pasión de la ciudad olímpica, lo mancilló todo, como la mala hierba que crece por doquier y maltrata cosechas y huertos y arruina familias enteras, hasta dejarlas secas. Doce fondistas registraron una tasa de hematocrito (EPO) demasiado elevada, y sus nombres llenaron portadas, páginas y teletipos, dejando en un segundo plano la coqueta ceremonia de apertura de los XXº Juegos Olímpicos de invierno.