Para empezar un programa competitivo que pueda hacer realidad el reciclaje de esquís y tablas, en Estados Unidos han unido esfuerzos la National Ski Areas Association y el Natural Resources Defense Council, que tratarán de que este material reciclado sirva, por ejemplo, para la construcción de viviendas.
Hay Estados en Estados Unidos, como en Utah o Colorado, donde a final de temporada se acumula una cantidad importante de material de tiendas de alquiler, que muchas veces acaban en vertederos cercanos, ya que la logística para recoger este material para reciclar representa otro desafío que aún no está desarrollado. Existen transportes para recoger papel, aceite, vidrio, plástico o material orgánico, pero no para este material, y quien lo hace, puede cobrar hasta 10$ por par de esquís recogidos. Solo imaginar el coste de recogida de unos 100 pares, hace muchos decidan tirarlos ellos mismos en el vertedero.
Transporte, reciclaje, y un tercer actor en este entramado: El fabricante. Se están entablando conversaciones con muchos de ellos, pero hoy en día una gran cantidad de ellos se fabrican en China, por lo que se hace más difícil establecer normas de diseño ambiental. Aún así, ya hay empresas que han mostrado su disposición a colaborar.
De todas maneras, y pese a lo 'verde' que está el tema del reciclaje de esquís, muchas de las tiendas de alquiler ya han afirmado que, si realmente se llegan a reciclar, no les importaría destinar parte de los ingresos de cada esquí, a pagar 10$ para su reciclaje, al fin y al cabo, el coste de un día de alquiler.