Cataluña cerró el pasado 31 de mayo la temporada de aludes en montaña con un nivel de peligro de los más bajos en los últimos 30 años. Entre las causas, unos grosores de nieve por debajo de la media, incluso durante la parte más fría del invierno, y a un adelanto insólito de la fusión de este manto nivoso. Como resultado, se han registrado 171 aludes, muy por debajo de los 250 que suelen ser habituales, que no han provocado ninguna víctima mortal. Los aludes registrados, además, han sido de tamaño más bien medio.
El Instituto Cartográfico y Geológico de Cataluña (ICGC), dependiente del Departamento de Territorio, es el ente encargado de la vigilancia y la predicción del riesgo de aludes. Su información es accesible a toda la población interesada en su web en la sección de Peligro de Aludes e Información Nivológica. El ICGC emite a diario los boletines de peligro de aludes (BPA) y las notas nivológicas para informar de la estabilidad y la distribución del manto nivoso en el Pirineo de Catalunya.
Las temporadas invernales se inician con las notas nivológicas, donde se informa de la distribución de la nieve en el suelo y de su estabilidad. Una vez hay innivación suficiente, se pasa a emitir los boletines de peligro de aludes para cada una de las 7 zonas establecidas en el Pirineo de Cataluña, de lunes a sábado. Este año se inició la emisión el 22 de noviembre de 2022 y el último boletín se emitió el pasado 31 de mayo.
Dentro del BPA, el usuario encuentra con iconos y con texto explicativo el grado de peligro de aludes (de muy fuerte, 5, débil, 1), el problema principal para aludes, las orientaciones y cotas más peligrosas, así como la tamaño previsto de estas avalanchas. Los boletines proporcionan información muy relevante para la seguridad de los usuarios de la montaña, dado que les permiten preparar con antelación sus salidas y actividades. Las personas interesadas pueden suscribirse para recibir directamente el Boletín en su correo electrónico.
Mapa de las siete regiones del Pirineo de Cataluña para las que se elabora el BPA, en función de las condiciones nivoclimáticas y de la distribución del relieve. Peligro de aludes del día 26 de febrero de 2023.
Para complementar el Boletín de Prevención de Aludes, el ICGC lleva a cabo el Servicio de información de grosor de nieve y valoración climática diaria, el llamado InfoGruixNEU, para siete puntos del Pirineo situados por encima de los 2.000 metros. El servicio consiste en representar a diario, con una gráfica, el espesor de nieve en el suelo para cada uno de los puntos y mostrar si la innivación es normal, excedentaria o deficitaria. Este servicio se inicia en octubre y finaliza el 15 de junio.
Una temporada de peligro bajo
El objetivo final de las tareas iniciadas por el servicio de predicción de aludes del ICGC, es informar y concienciar a la población que vive o que desarrolla sus actividades profesionales o de ocio en la montaña. Cataluña tiene 1.300 km2 de terreno propenso a avalanchas y, aunque cada año es muy diferente, se registran entre 250 y 300 aludes por temporada, según la Base de datos de aludes.
Esta temporada, sin embargo, sólo se han registrado 171 aludes y ninguno de tamaño 4, que es el suficiente para recorrer 50 metros en terreno llano. El sector con mayor frecuencia de aludes ha sido el Aran-Franja Norte de la Pallaresa, seguido de la Ribagorçana-Vall Fosca y el Ter-Freser.
Durante la temporada, sólo destacaron dos episodios con incremento del peligro de aludes y de concentración de accidentes:
- El primero fue a mitad de enero en el Pirineo occidental, por un problema de aludes de placa de viento, alcanzando el grado de peligro marcado (3).
- El segundo se registró a finales de febrero, con la accidentalidad concentrada en el Pirineo oriental, por placas de viento y nieve granulada, también con marcado grado de peligro.
Sin embargo, en términos generales, el peligro de aludes en todo el Pirineo ha sido de 1,6 en una escala del 1 al 5 y ningún día se ha alcanzado el nivel de peligro fuerte (4), una circunstancia del todo excepcional. Así, desde la temporada 1994-95, cuando la Generalitat comenzó la emisión de los BPA, la temporada 2022-23 ha sido la segunda con un menor grado de peligro medio.
Poca nieve y fusión avanzada
La baja peligrosidad de esta temporada se debe básicamente a dos factores: un grosor de nieve muy por debajo de lo habitual y que, además, se ha empezado a fundir en marzo, un mes antes de lo que suele suceder.
Esta tendencia se ha reflejado en la estructura del manto nivoso, que sufrió un repentino cambio de patrón en marzo. Así, entre noviembre de 2022 y el 10 de marzo de este año la nieve se mantuvo seca y fría. A partir de esa fecha, pasó a ser nieve húmeda debido a un período muy cálido y con lluvia intensa. Desde entonces, la curva de fusión de la nieve no tiene freno hasta llegar a desaparecer del suelo a finales de marzo, incluso a 2.200 metros de altura en orientaciones norte.
La parte positiva de esta temporada de bajo peligro de aludes es que no se ha lamentado ninguna víctima mortal cuando, de media, en Catalunya mueren entre 1-2 personas por aludes cada año. Cabe decir que en más de un 70% de los casos la propia persona involucrada es quien ha provocado el alud. Por eso el ICGC también informa de la accidentalidad por aludes y recomienda seguir las indicaciones de seguridad que se encuentran en el decálogo de buenos hábitos.
Cabe recordar que existen cinco problemas típicos que pueden producir peligro de aludes:
- Nevadas recientes;
- Acumulación de nieve transportada por el viento;
- Capas de nieve débiles fruto de la transformación de capas de nieve antiguas;
- Nieve húmeda, y
- Deslizamientos basales de las capas de nieve sobre el suelo.
Los problemas típicos de aludes complementan el grado de peligro, que se predice en base a la escala europea de peligro de aludes, que va de fuerte (5) a débil (1). El tamaño de los aludes también está sometido a una escala europea de tamaños de aludes que va de 1 (pequeña) a 5 (extremadamente grande).
Sistema de predicción y vigilancia por aludes
El ICGC elabora ordinariamente varios productos y colabora en diversos protocolos de seguridad relacionados con los aludes. Así se encarga de la vigilancia los siete días y las 24 horas durante la temporada invernal para dar cumplimiento al plan Allaucat, informa de la posibilidad de fusión de la nieve dentro del plan Inuncat e informa de los grosores de nieve a través del servicio InfoGruixNeu en el marco del plan Neucat, todos de Protección Civil.
Por otra parte, el Instituto realiza las predicciones locales para cuatro estaciones de esquí gestionadas por Ferrocarrils de la Generalitat (FGC) y, cuando es necesario, apoya el desencadenamiento de aludes de forma artificial.
Para llevar a cabo estas tareas, los técnicos del ICGC realizan trabajo de campo y laboratorio, además de disponer de una red de observadores que permite cubrir todo el terreno.